La Alquimia Sexual (2da Parte)

Una dificultad para la práctica.

Para el practicante occidental, un grave obstáculo que hay que tratar es la convicción, profundamente enraizada, de que la sexualidad es algo malo y degradante. Aunque ello pueda ser cierto en para alguien que no sepa lo que es amor, se trata de una actitud de la que hay que ser consciente para poder practicar la sexualidad trascendente. Si aquellos en quien más confiamos nos han dicho toda la vida que debemos elegir entre ser espiritual o sexual, amar a Dios o a la carne, descubrir que esta elección no es necesaria puede significar una gran liberación.

Casi todas las sectas y religiones miran con desconfianza todo lo relacionado con esta clase de sexualidad superior, pues en ella se utiliza la unión sexual como vehículo para la ensanchar la consciencia. Esto ha forzado a las personas que poseían estos conocimientos a preservarlos escondidos y mantener sus técnicas en secreto durante cientos de años.

Debido a las muchas fuerzas que tratan de inhibir las expresiones sexuales, se necesita mucho coraje y mucha dedicación para tener este punto de vista de la sexualidad. Aunque de hecho, a las personas autoritarias nunca les será posible liberarse mediante la represión de su impulso sexual. El tratar de suprimir el sexo crea una obsesión. En nuestra sociedad nos asusta penetrar en la sexualidad, y esa energía sin expresar se convierte en neurosis y violencia. Ella nos esclaviza, a pesar de que no nos permitirnos disfrutarla el hambre sexual jamás se satisface. El verdadero celibato sólo puede realizarse cuando el ser humano posee una verdadera experiencia sexual; sólo entonces, en un estado profundo de amor, trasciende la sexualidad.

El amor es la verdadera esencia del ser humano y, sin embargo, muy pocas veces se manifiesta. La civilización ha prohibido la expresión del amor al condenar la sexualidad. El ser humano espiritual debe romper el molde y desafiar ese precepto ético, porque el sexo es el camino por el que llegamos a conocer el amor.

El amor es energía sexual transformada. Para conocer la verdad elemental del amor, tenemos primero que conocer y aceptar la divinidad del sexo, y aprender a respetarlo a través de los sentidos, a través de nuestro propio cuerpo físico. Cuanto más aceptemos el sexo, más libre nos veremos de él. La aceptación total y entrega consciente a las energías naturales nos encamina hacia las más sublimes experiencias.

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La trascendencia a través del sexo.

Los conocimientos de la alquimia sexual enseñan a explorar todos los aspectos de la conciencia, a desarrollarla expandiendo los cinco sentidos mediante el des­pertar de las incontables células cerebrales que permanecen dormidas. Con estos conocimientos se aprende a trasformar los diferentes planos del ser.

La alquimia sexual no es una licencia para el desenfreno ya que su práctica requiere una gran disciplina. Sus métodos utilizan las más poderosas energías que conocemos, la energía sexual, para penetrar en los reinos espirituales.

La unión sexual prolongada produce una gran sensibilidad en los cuerpos y en las energías de los aman­tes, dentro y fuera de ellos. Más que evadirse de las "ilusiones" de la existencia física, lo que hacen estas personas superiores es penetrar totalmente en la dimensión física. Ejerciendo la conciencia en ese nivel físico, pueden expandirla al siguiente y continuar el camino del éxtasis hasta los niveles más altos de la perfección humana.

El ser humano superior “toca” en su interior a la Madre de la Creación y sabe que el retorno a la Matriz Cósmica será su última iniciación. Este tipo superior de ser humano transforma su energía con métodos naturales positivos y gozosos. Cada acto sexual es para él una práctica espiritual, es sexualidad en un contexto espiritual.

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Vivir en un suave orgasmo.

La alquimia sexual es un sistema de técnicas que utilizamos para mover conscientemente la energía a través del cuerpo. Aquí no hay ningún sistema de creencias, sólo un camino de acción que produce inmediatos y poderosos resultados, predecibles, repetibles y verificables. Funciona en todos los niveles de la vida de una persona, fortaleciendo su cuerpo, calmando las emociones, mejorando los procesos de pensamiento y conduciendo a un equilibrio que pueda abrir las puertas de la percepción espiritual.

Aquí se aprende a dirigir y trasladar la energía a través de los caminos astrales del cuerpo con objeto de vigorizar todo el ser y de producir un profundo estado expandido de conciencia. Con ese fin se utiliza un proceso de "alquimia interna" para magnetizar la médula espinal, literalmente atrayendo la energía etérica al fluido cerebroespinal y alterando sus propiedades eléctricas. Éste es el secreto de la regeneración a través del "fuego cósmico".

Las técnicas de respirar y meditar limpian y desbloquean el canal sutil que existe entre el cóccix -la reserva sacra del fluido cerebroespinal- y la cavidad craneal. A continuación, el fluido eléctricamente cargado -también llamado Shakti, fuego cósmico, o Kundalini- inunda los despejados canales del cere­bro de energía cósmica. Esto activa el tercer ojo, el asiento de la conciencia individual, el cual estimula a su vez las glándulas pineal y pituitaria, eslabones directos hacia la conciencia cós­mica. Este proceso transforma todo el sistema nervioso, por lo tanto, los sentidos se expanden y se produce un continuo y ligero orgasmo a lo largo del sistema nervioso central que conduce al estado de iluminación o conciencia cósmica.

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