Flor Zaccanti se desnuda en la cancha de Rácing para demostrar que está para jugar en primera en La Academia, pero de la putez. “Disfruté de la producción en la cancha donde jugó mi papá” dice la hija de Cosme —recordado defensor de Rácing— y botinera de Daniel Osvaldo, “estuvo muy bueno hacer las fotos, hubo algún que otro curioso mirando pero no me importó, me quedé desnuda igual.” Y lo mismo hizo ni bien entró a Gran Hermano 2015, donde peló tetas de una. “En la casa me gusta Matías, me despierta el morbo porque es chiquito y dice que es virgen” explica la promotora, “pero si quedo sola también me arreglo con las manos o a veces con algo más. Es hermoso descubrirse a una misma, pero tengo que alternar con hombres porque si no tocarse se hace adictivo.”
Flor Zaccanti entró a Gran Hermano y lo primero que hizo fue ponerse en bolas. “Me quedo en tetas, me van a ver por todos lados” aclaró la nena pelando esas bochas turqueras, “revolución sexual” en la casa, “me puse el corpiño, me lo saqué, estoy como aturdida.” Pero lejos de estar confundida, Flor tiene claro lo que quiere. “Quiero armar una revolución sexual en la casa” promete entusiasmada y guarda que a juzgar por su trayectoria como botinera, putez le sobra. “Me encantan los futbolistas, estuve con varios” reconoce la hija de Cosme Zaccanti, recordado defensor de Rácing, “se dice que las chicas buscamos a nuestro papá en los novios que tenemos y conmigo se cumple, me encantan los jugadores, su físico, su potencia, sus piernas.” Y también le encanta jugar con pelota parada, porque en la cama le sobra gambeta. “En la intimidad soy una loca, tengo algo de ninfómana” confiesa Flor, “no soy de usar disfraces pero uso juguetes, me pongo buena ropa interior, perfumarme toda y disfrutar.” Pero a pesar de esas tetas y orto impresionantes, Zaccanti dice que los pibes arrugan. “Aunque no lo creas no me encaran en ningún lado, ni siquiera cuando voy a la cancha, se ve que doy una imagen que atemoriza” denuncia la chica GH, “soy de ir al frente, por eso me subo a la mesa de los boliches y bailo, encaro yo y por suerte casi siempre consigo lo que quiero.”
“Me falta hacerlo en el baño de un avión” dice Zaccanti, “la adrenalina de que me descubra una azafata o un pasajero me vuelve loca.”
Y ahora lo que quiere es comerse un pendejo. “De la casa me gustan Fernando y Francisco, pero ojo que Matías tiene algo interesante” se entusiasma Flor, “Matías es chiquito y encima dice que es virgen, eso me despierta el morbo.” Y si los pibes en la casa duermen, Flor promete no dudar en colarse un par de dedos. “Obvio que si estoy sola me arreglo con las manos pero a veces uso algo más” confiesa Zaccanti, “es hermoso tocarse y descubrirse a una misma, pero eso sí, hay que alternar con relaciones con hombres porque si no se hace adictivo.” Pero como dan fe todos los jugadores, tenistas y pilotos de TC que pasaron por ese ojete, la adictiva es Flor. “Lo que más me elogian los hombres es mi actitud de ir al frente” dice la nena, “y también me elogian la piel de la cola, dicen que es muy suavecita y la disfrutan… y eso que no uso cremas ni nada.”
Antes de Gran Hermano, Flor Zaccanti fue no sólo una destacada botinera y raquetera, sino también una legendaria butaquera. “Muchos tienen la idea de que las promotoras son gatos” admite la chica GH 2015, “si te digo que no estuve con pilotos de TC te miento, porque hace años que estoy viajando como promotora por el país y vas conociendo gente.” Y lo que termina promoviendo son garches en donde sea que pinte. “Tuve relaciones en la mayoría de los lugares, ajaja. Soy de ir al frente, tengo algo de ninfómana” reconoce Flor, “lo hice en ascensores, baños de boliches… el más raro creo que fue en una montaña de Córdoba donde se veía toda la ciudad. Pero me falta hacerlo en el baño de un avión, sé que es una fantasía trillada, pero la adrenalina de que te descubra la azafata o un pasajero me encanta.”
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