Hace poco, en el Facebook, Mishell publicó una foto vacacional junto a su esposo e hijos. Como el criminal que regresa al lugar del delito, Mishell volvió casada al hotel donde huíamos cuando las clases del instituto terminaban. ¡Qué folladas que nos dábamos! Ese hotel era como nuestro coliseo follarístico y nosotros éramos como atletas profesionales de la cogida. Al vergazo inicial, sus tetitas saltaban como dos globitos de agua y sus nalgas aplaudían al ritmo del "we will rock you". La muy golosa abría su concha hasta el límite elástico, y no contenta con mi verga, se introducía los dedos, confieso que era incómodo follarla así, pero eso la desquiciada. Por esta práctica que dejaba en extrema dilatación a su concha, imagino que los críos resbalaron fácil por la vagina de Mishell. Quién lo diría, hoy toda una madre de familia, mi puta loca.
1 comentario - Pussytas