Arte porno, por Apollonia Saintclair

Soy tímida. Tal vez sea eso. Me gusta la idea de que la sombra del autor sea su trabajo. Creo, no, estoy segura de que mi vida es sólo una anécdota sin importancia y que, en última instancia, soy las cosas algo, soy mis dibujos".

Supongo que siempre amaré el blanco por encima de todo y luego el negro, incluso si empiezo con más proyectos de color. Creo que así es como se cablea mi cerebro, como veo lo que veo. Trabajar en blanco y negro no es sólo una herramienta de composición, también me permite jugar a un juego constante entre la definición y la ambigüedad, entre la abstracción y el realismo - entre la ficción y la realidad".

Me censuraron principalmente en Facebook y Instagram, donde tenía algunas cuentas. Lamento que estas plataformas no pueden o no quieran crear filtros para proteger a los menores de las imágenes excesivas - y no sólo hablo de erotismo. Estas redes están basadas en una cultura de denuncia donde todo el mundo puede aplicar la censura indiscriminada. A largo plazo puede ser la pérdida para todos si cualquier forma de cultura underground o Avant-Garde está prohibida desde Internet sólo porque está perturbando a alguien. Quiero decir, siempre va a aparecer alguien que se ofenda por lo que haces".

No me considero una autoridad moral en el campo de la sexualidad. En lo que a mí respecta, personalmente, vivo a lo largo de las leyes de los países donde me alojo. Además de eso, creo que sería un error si pusiera algún juicio moral incluido en lo que hago como artista. Mis dibujos son meras cuestiones informativas abiertas, que los espectadores tienen que responder por sí mismos. Cada persona ve algo diferente en la imagen, de acuerdo con lo que él o ella quiere / necesidad de ver. Si dibujo una mujer con la cabeza de un gato, ¿Qué es? ¿Una escena de la bestialidad? ¿Un superhéroe o una diosa egipcia? ¿O todo lo que al mismo tiempo? No hay definiciones fáciles, sólo puntos de vista de varias capas".

El sexo y la religión son dos cosas muy importantes. Son dos necesidades básicas humanas que trabajan en niveles totalmente distintos del ser, y sería algo positivo si todo el mundo pudiera mantenerlos separados. Particularmente el cristianismo tiene una larga tradición de dictar cómo la humanidad debe o no debe comportarse sexualmente. Eso puede haber sido alguna necesidad evolutiva, no lo sé, pero ya no lo es ahora, en las sociedades seculares modernas".