Promesa para dos hombres...

Hace poco tiempo le he encontrado el gusto por escribir textos que a los demás les provoque una reacción y que a ellas les provoque una linda sensación. Cuando descubres que el placer del sexo dura tan poco tiempo, se decide prologar el acto por más tiempo o incluso repetirlo cuantas veces una erección lo permita.



Hoy sólo tengo ganas de subir fotos de como soy en realidad, mostrar mi cola como en verdad la tengo. ¿Por qué? Por la sencilla razón de que me han hecho la cola por sorpresa en la oficina y me han dicho que culo es diferente, que no tengo pudor y que ese hombre se ha calentado como nunca.



Mi marido se ha vuelto loco con la noticia, pero al final le he convencido de que fue la sensación más linda que he tenido. Al terminar la platica, mi marido (novio, amante, confidente) me comenzó a besar hasta que me di cuenta que me había desnudado.













Me tomo por la cintura y comenzó a lubricarse la verga con tanta saliva, que de un sólo empujón me perforo el interior. No sabia si estaba tan excita da por haberle confesado mis puterias o por que sentía que su verga me haría cagarme de la sensación.





Me pareció que su verga estaba tan gruesa que mi cuerpo no entendía si algo entraba o algo salía. Así pasamos un tiempo hasta que me confeso que mi ano ya no le apretaba, que mi ano estaba tan dilatado que podía entrar un dedo sin problema.









De pronto, se me ocurrió la idea de ofrecerle mi culo en tributo, para que hiciera de el lo que le plazca. Puedes meterme cuanta cosa tengas a tu alcance, puedes eyacularme u orinarme como siempre me lo pides. ...pero él sólo quería ver como se dilataba y contraía una y otra vez el músculo de mi ano.





La sorpresa vino después, ya que mi hombre amado no gustaba de mirar mi ano... De pronto me daba cuenta que de mi sexo escurría aún la eyaculación de aquel hombre que me había hecho la cola. Sentí que me retorcía de vergüenza, el pánico me invadió el vientre: "Ya valió madre..." -fue lo que pensé.











Pero algo sucedió, mi novio continuo rompiendo mi culo como si aquella eyaculación le sirviera de motivación y lubricante; quise interrumpirlo pero sólo me puso ti tanga húmeda como mordaza en mi boca. En fin, esta noche sólo quiero recibir los comentarios más intensos y llenarme de vanidad.