Los delirios de Pablito

Es para mi un placer traerles un post que hemos hecho en forma conjunta con mi amigo Pabloalmagro

......................................

Amanece dentro de esta jaula y aún sobre la resaca, se asoman recuerdos de noches de rock, descontrol, uso y abuso de sustancias y situaciones irrepetibles: orgias de sensaciones en mi cabeza me marean como un flash disparado desde atrás de mis ojos.





Recuerdo carne de féminas, amontonándose unas sobre otras,







recuerdo el peso de mi cámara como si me colgase un piano Steingway en mi cuello y, en esa mordedura deliciosa de un vampiro que no sabe si quiere serlo, clavando con timidez sus dientes asesinos en una yugular que se abre, como una flor en primavera para ser apuñalada sin pausa ni compasión.
Y ese sufrimiento es glorioso, caminar entre tanta desnudez retratándola en capítulos de una historia que no tiene principio ni final,













solo una avalancha abriéndose paso entre el tumulto de palabras, músicas, ruidos de vasos rompiéndose y peleas que pronto serán celebraciones de lo pagano y prohibido de compartir el amor,









el porro, la mujer ajena enroscándose en tinieblas de algo que apenas puede configurarse como sexo.





Esta casa es un laberinto, no parece mía. Es mi hogar o es el reflejo enfermizo de mi subconsciente que entierra ese dolor incomprensible, infinito de no entender la vida, aunque venga con un manual de referencia.













Pero no, esto es real, ese reflejo de lucidez se apodera de lo que queda de mi y dispara, una y otra vez en búsqueda de la belleza, de eso que me distraiga de mi propio encierro. De curvas, bellezas inentendibles, terciopelos de pieles intocables, rincones de un mundo que no termina de existir.







Repito la misma curva sin sentido, doy vueltas por este mantra festivo y a cada paso vuelvo sobre mí mismo y no encuentro lo que busco cuando giro mi cabeza: un baño que es comedor, un vestidor donde se desvisten a medias y posan, otro baño donde debería haber una nada existencial y una chica que me mira y me descubro flotando, planeando en el eter de algo que, por definición es un sueño y sin embargo lo siento, lo puedo cortar con un cuchillo, saborearlo, deglutirlo y vomitarlo luego de la borrachera infame que llevo tatuada en mi corazón.













Las figuras se vuelven sí mismas, se triplican y se amontonan, cierro los ojos y el delirio se presenta como la única posibilidad de algo que se asemeja a la realidad, pero uno no puede andar por la vida con los ojos cerrados al mundo, o si?









Quizás encerrarse en su propio encierro sea la única forma de preservarse, cuando el estado de comodidad haya saturado de asco y nauseas el alma de todo apóstol de lo soñado. La esperanza que se clava como una espina ínfima en la planta desnuda de un Jesucristo que deambula en su propio desierto apócrifo de sensaciones, anestesiado de la vida.
Y en fondo de mis recuerdos, no soy Dios, Jesus ni Diablo.









Soy esa pieza de ese inmenso engranaje productivo de un mundo empresarial, que deglute mi energía sin cesar, caníbales imperfectos que ni devorar la carne del pensamiento saben, desgarran tendones con los dientes antes de matar la presa, chapotean en charcos de sangre que se coagula mientras los ojos incrédulos de la víctima mira el paisaje de su propia muerte, en vida.





Esa manía de sobrevivir que tenemos algunos humanos, de no entregarnos hasta que el último suspiro abandone nuestra cáscara para partir hacia la nada.





Y ya en el final de ese viaje (no tan) imaginario, sacudo mi cabeza y miles de cascabeles con púas se sacuden dentro de mi cerebro y me ensordecen. Acomodo, por enésima vez la cámara en foco y continúo el viaje por este universo privado, delirante, magnífico fotografiando cosas que dudo que existan, pero es todo lo que se hacer: dibujos de fantasmas de la vida.


The end







Si quien felicitarlo via mensaje privado:







Texto: Pabloalmagro
Compilación: Alejo73
Fuente de las fotografiás:http://www.threequestionmarks.com/