El placer del amo el dolor de la sumisa.

Todo comenzó en un día inesperado, en una plaza, donde el amo iba con su per versión y objetivo de conseguir una sumisa, y fue en ese momento de que le parecía un atractivo al ver inocencia en una menor de edad, se acerco a ella tratando de hacer una amistad, trataba de demostrar que era una buena persona y protectora  y lo logro tanto haci que se gano la confianza de ella, tanto haci que le dio un secretó. El mayor aprovecho de aquel secreto, para hacerla su sumisa, ella con tal de tener seguro su secreto acepto. Era tan inocente que no imaginaba que fuera a tratar de mi propio dolor.



UN DIA DESPUES.

LA LECCION DEL DIA.
Esta vez se vieron en la casa del amo, yo no sabia que era lo que podía pasar, cuando en ese momento vi a mi amo tan frio, y no como el supuesto amigo alegre y protector que me hizo tener en mente, de la forma mas fría y seria me dijo   
Te quitare la virginidad.
fue en ese momento que mis ojos se abrieron como platos y pretendía salir de aquel lugar, pero no pude salir de ahí.
Entre risas me dijo acaso pretendías de escapar de aquí pequeña.
Entre llanto corri a esconderme, pero me alcanzo con solo dar dos pasos, me cargo y me subió a una cama en donde me amarro en ella, pero yo entre llantos y suplicas le decía
No por favor no me haga nada, no quiero.
Me ignoro continuo con lo suyo, terminando me hizo una pregunta.
Por donde quieres que  de el comienzo por tu vagina o tu anito, yo negaba con la cabeza de que no quería por ni un lado, mientras el comento *es bueno que le des a escoger a tu amo, te lo meteré en tu anito* me lo iba metiendo lento mientras mi ano se dilataba cada que entraba un centímetro mas y después se empezó a mover mas bruscamente, el entre gemido de placer y en llantos gemidos y suplicas de dolor, cuando el  acerco su boca a mi oído diciéndome * es tan excitante escuchar a una pequeña gemir gritar y suplicar por que pare*, en ese momento sentí que algo caliente corrio por mi ano, termino ahí, pero me dijo * realmente fue rico lo que paso no crees*, yo entre llantos le dije que no ya no quería, el me hizo recordar de mi secreto y me quede callada y me dijo * de todas formas ya eres mia*

2 comentarios - El placer del amo el dolor de la sumisa.