Encontramos por fin el lugar adecuado para disfrutarnos del modo en que nos habíamos prometido. Cerramos la puerta de la habitación, y empezamos a besarnos, mientras dejábamos caer la ropa en el suelo. La cama estaba ahí, esperándonos... pero sabíamos que hoy no la íbamos a usar.
Es que ese sillón era exactamente el lugar donde tantas veces habíamos fantaseado... y ahí estabas, con tus piernas abiertas, recibiendo mi boca que saborea tus jugos.
Vos también habías fantaseado con esto, y empezas a cumplir tus promesas, chupandome la pija de ese modo único, que vos sabes hacer. Me habías dicho que ellos, tus hombres del pasado, siempre vuelven buscando más placeres de tu boca...
Es mucha la calentura acumulada, y yo, yo no voy a detenerte... cuando sentís que mi pija está lo suficientemente dura, te subis encima mío y empezas a cabalgarme.
Tus manos se aferran a mi hombro, y tus movimientos son cada vez más profundos y cadenciosos... estas por acabarme encima, y yo, yo no quiero que te detengas..
Una vez que me acabaste la pija, cabalgandome como una yegua... llegará el momento de ponerte en cuatro, exactamente del modo en que tantas veces me hiciste la cabeza... y voy a aprovechar que ya tuviste tu orgasmo, para frotarte la pija en tu clitoris...
Hasta ese momento en que tu cuerpo y el mío dice que es el exacto para penetrarte, y cuando sentís mi pija en las profundidades de tu carne, volcas la cabeza hacia atrás, de puro placer...
Apoyo mis manos en tus nalgas, y me muevo como un animal, entrando y saliendo de tu concha, y disfrutando de tus gemidos de placer...
El placer está invadiendo toda la habitación, y tus gemidos ya se confunden con los míos... mis manos en tu cintura, te atraen cada vez más cerca, y nos sentimos fundidos de locura y sexo...
Quiero acabar, me decis. Y te doy vuelta, y te doy pija, y te das dedos, y te pajeas con mi pija dentro tuyo... el orgasmo que recorre tu cuerpo, provoca que yo también, me quede loco de placer.. .
Y cuando siento que mi orgasmo se aproxima, salgo de adentro tuyo, y me agarro fuerte la pija, y dejo caer las gotas calientes de leche en tus pechos...
Todo fue tal cual lo habíamos imaginado... todo fue mucho mejor que lo que habíamos pretendido. Nos besamos la boca, y nos reímos juntos, pensando que en cinco minutos, estaremos en la cama que habíamos desechado al principio.
Es que ese sillón era exactamente el lugar donde tantas veces habíamos fantaseado... y ahí estabas, con tus piernas abiertas, recibiendo mi boca que saborea tus jugos.
Vos también habías fantaseado con esto, y empezas a cumplir tus promesas, chupandome la pija de ese modo único, que vos sabes hacer. Me habías dicho que ellos, tus hombres del pasado, siempre vuelven buscando más placeres de tu boca...
Es mucha la calentura acumulada, y yo, yo no voy a detenerte... cuando sentís que mi pija está lo suficientemente dura, te subis encima mío y empezas a cabalgarme.
Tus manos se aferran a mi hombro, y tus movimientos son cada vez más profundos y cadenciosos... estas por acabarme encima, y yo, yo no quiero que te detengas..
Una vez que me acabaste la pija, cabalgandome como una yegua... llegará el momento de ponerte en cuatro, exactamente del modo en que tantas veces me hiciste la cabeza... y voy a aprovechar que ya tuviste tu orgasmo, para frotarte la pija en tu clitoris...
Hasta ese momento en que tu cuerpo y el mío dice que es el exacto para penetrarte, y cuando sentís mi pija en las profundidades de tu carne, volcas la cabeza hacia atrás, de puro placer...
Apoyo mis manos en tus nalgas, y me muevo como un animal, entrando y saliendo de tu concha, y disfrutando de tus gemidos de placer...
El placer está invadiendo toda la habitación, y tus gemidos ya se confunden con los míos... mis manos en tu cintura, te atraen cada vez más cerca, y nos sentimos fundidos de locura y sexo...
Quiero acabar, me decis. Y te doy vuelta, y te doy pija, y te das dedos, y te pajeas con mi pija dentro tuyo... el orgasmo que recorre tu cuerpo, provoca que yo también, me quede loco de placer.. .
Y cuando siento que mi orgasmo se aproxima, salgo de adentro tuyo, y me agarro fuerte la pija, y dejo caer las gotas calientes de leche en tus pechos...
Todo fue tal cual lo habíamos imaginado... todo fue mucho mejor que lo que habíamos pretendido. Nos besamos la boca, y nos reímos juntos, pensando que en cinco minutos, estaremos en la cama que habíamos desechado al principio.
1 comentario - Sillones Placenteros