La Correa

Muchas veces hemos frotado nuestros penes usando la mano. Sin embargo cuando disponemos de tiempo podemos crear algo especial que le da un toque extra al disfrute sexual.
Eso paso una tarde cuando acordamos encontrarnos con un señor a quien había conocido en el cine porno. La premura habia conspirado contra nuestra satisfacción plena. Eso habria de remediarse.
Ya desnudos y erectos (su miembro era importante y muy rico) nos acostamos en la cama no sin antes ver a mi amante sacar una pequeña correa de cuero con la cual nuestras pijas quedaron atadas, haciendo del frottage algo delicioso. Sus dedos libres se abrieron paso en mi ano y mi boca y en un momento sentí su semen salir y mojar mi verga que no tardó en replicar su blanca erupción.
Una simple correa. Por supuesto que luego seguimos con otros ejercicios sexuales, pero este fue algo nuevo...

1 comentario - La Correa

reylagarto92 +1
que rico volver a leer tus relatos sin calentarse es imposible, donde es es ese cine jaja vamos todos