Mi padrastro (mini relato)

Ese día salía de la facultad cuando vi su automóvil, lo reconocí al instante aunque hacía mucho tiempo que no sabia nada de el, estaban de idas y vueltas con mama pero parecía últimamente que se había terminado del todo, nos alejamos cuando los dos creímos que ella nos había descubierto. 


Cuando subí intente darle un beso, ser cariñoso como lo era siempre con el pero el estaba bastante distante, tenso, incluso sudaba levemente asi que cuando note que su resistencia no mermaba me senté en mi lugar, mire al frente y espere que me llevara a donde quería ir conmigo.

Queres que vayamos a ver una serie y comer pochoclo en casa? - me pregunto, a lo que yo le conteste fríamente - Si, dale, vamos, no tengo drama.

En su casa y ya acomodados en el sillón de su casa comenzamos a ver la serie, tenia todo listo en su casa apenas llegamos, yo lo intentaba acariciar a cada rato, besar, incluso apoyaba mi cabeza en su hombro y acariciaba su pecho, pero nada pasaba, aunque lo seguía notando muy tenso en todo momento. 

Cuando me acosté en sus piernas noté como su verga latía y parecía que en cualquier momento explotaba entre su pantalón, en ese momento quise intentar algo mas porque era claro que el se estaba conteniendo.

Me voy a entrar a bañar - comente y agregue -
 quieres venir?

No recibí respuesta alguna así que entre a bañarme sin mas y cuando salí lo hice solo tapada con una toalla, volví a recostarme en su lado un momento pero a los pocos segundos ya estaba subido a su falda, frente a el.

Yo se que quieres poseerme como siempre - afirme con seguridad a lo que el contesto - con todas mis ganas, pero no me animo.

Esas fueron las palabras mágicas, no hubo lugar que su cuerpo que mi lengua no probara mientras comenzaba a quitarle su ropa suavemente, la toalla que ocultaba mi femenino cuerpo ya no estaba mas sobre mi y mi boca se dirigía decidida a probar su verga una vez mas como otras tantas habían pasado, ya habia comenzado a chupársela desde la cabeza hasta los huevos, recorriéndola suavemente con mi lengua hasta enterrarla violentamente en mi garganta con su ayuda cuando en un momento pregunte.

¿Porque no te animabas a decirme que querías estar conmigo? 

El me contesto:

No tengo dinero para pagarte esta vez. 

Lo mire y sonreí, su verga completamente erecta comenzaba a entrar en mi suavemente y el comenzaba a animarse a acompañar con el movimiento, el sabía que "su chica" lo podía y no podía desperdiciar esa oportunidad.

Cogimos en el sillón y contra la pared durante mucho tiempo, le tuve que pedir que parara en varias oportunidades y fueron varias veces las que acabo en mí, me llevo a su cama, a la cocina, cogimos incluso en el balcón y en la misma terraza para que nos vieran los afortunados vecinos, el sonido del choque de su cadera en mis nalgas era algo que me excitaba cada vez mas, no tanto como sentir su leche entrando una vez mas en mi o cuando me suplicaba tomármela. 

Los últimos ya fueron empujones groseros luego de los cuales, sudados los dos, nos sentamos de nuevo en el sillón a terminar la serie mientras yo limpiaba con mi lengua cada gota de sudor, semen y saliva en su cuerpo.

Cuando me dejo cerca de casa a la vuelta le dije que era su puta para siempre incluso cuando no tuviera dinero para pagarme, el me necesitaba para relajarse y yo estaba dispuesto a ayudarlo siempre.

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