Mi tío marco el territorio a sus amigos (parte cuatro)

Ya habíamos estado tomando bastante para elpreciso instante en el que todos teníamos mucho menos filtros, poco a poco nos volvíamosmás cariñosos entre nosotros.


En un momento en particular, asumo que uno delos hombres con los cuales ya había estado, hizo un comentario sobre mí que se escuchócon claridad, lo dijo demasiado fuerte por los efectos comunes del alcohol yaunque todos se callaron por un segundo seguimos en la misma línea a continuación,disfrutando y riéndonos como veníamos hasta ese momento, todos andaban más omenos en sus conversaciones alrededor del fogón que habíamos armado y mi tíosentado a mi lado, con total normalidad. Hasta ese momento, en realidad, el no habíaestado tan cariñoso conmigo, pero en ese momento se encontraba bastante cerca mío,bastante provocador e insistente también, al límite de las sospechas, lasmiradas. Se escuchó un segundo comentario sobre mí y eso fue lo que desencadenoel enojo y los celos de mi tío quien intento contenerse con sus amigos peroque, teniendo su mano acariciándome el culo en ese momento, sentí una presión diferentey muy repentinamente, en ese preciso instante me tomo de la mano y me llevo asu carpa, supuse que íbamos a conversar sobre esos comentarios que se habían escuchado,aunque la música del ambiente complicara un poco el asunto de lasconversaciones profundas.


Entramos al pequeño sitio y al momento en quetermino de cerrar la entrada me beso como hacía tiempo que no me besaba, su respiraciónse sentía verdaderamente agitada y el aroma a alcohol que su cuerpo despedíaera fuerte pero todavía estaba en pleno control de sus actos, salvo por la faltainhibición que estaba a flor de piel en ese momento. Mientras las risas y lasconversaciones de sus amigos se sentían por fuera de la carpa en la que nosencontramos el comenzó a desnudarme, besándome el cuello, apretando mis nalgasy rozando ya a esas alturas su verga con mi pequeño pene que a duras penas parecíaverdaderamente erecto mientras por mi mente solo se me cruzaba el pensamientode que no encontraría alguna marca extraña en mi cuerpo, me daba un poco decosa que los amigos nos escucharan pero imagine que él iba a cuidar la situacióny por eso tome confianza, además, no podía negarme a darle placer en esemomento cuando habíamos pasado tan poco tiempo juntos.


Él se acostó en el suelo haciendo lugar entrelo desacomodado y el poco espacio, yo me acomode de rodillas entre sus piernasabiertas en 45° y tome con mis dos manos su pene verdaderamente sediento deltacto de mis labios y comencé a satisfacerlo con pequeños círculos con milengua sobre la punta de su miembro, los fluidos salieron sorpresivamente rápidoy fue cuando me apure a que nada se derramara, por eso mismo es que de repente metítoda su verga en mi boca para que todo ese quedara adentro. Luego volví adisfrutarla suavemente con mi lengua y con la suavidad de mis labios por todoslados, a él le gustaba el sabor que quedaba en mi boca después de practicarlesexo oral por eso a cada rato pedía mis besos y luego volvía, no era difícil paramí hacerlo temblar de placer tomaba su verga con una mano mientras mi bocasuccionaba sus testículos como si de verdad quisiera comérmelos y mi otra manoacariciaba su vientre hasta su pecho, era fácil descontrolarlo. Lo único malode eso es que sabía que era lo que se venía a continuación, el me acostaba bocaabajo contra el suelo y, con mis piernas juntas, el entraba a la fuerza en miluego de sentarse en mi cola con sus piernas a los costados y poniendo la vergadentro mío de a poco, claramente eso dolía demasiado por lo que siempre teníael instinto de agarrar algo que tuviera a mano con fuerza a sostener suspiernas como pudiera para indicarle el dolor que me estaba haciendo sentiraunque no quisiera que para por nada del mundo, el hermetismo de la carpa y elclima nos hacía sudar rápidamente y los olores combinados era algo que a mí me volvíacompletamente loca, no podíamos hacer demasiadas posiciones en tan poco espaciopero si alcanza para parar un poco mi cola y que él pudiera entrar más en mi o,por ejemplo, ponerme de costado y probar variantes de ese modo donde yo sentía queel quizás podía dominarme con más facilidad dado que lo sentía muy dentro míoen esa posición cada vez que la hacíamos.


“Estas muy abierta hoy de todos lados putita mía”dijo y por un momento mi mundo entero se congelo, “se ve que la estás pasandobien vos” continuo y eso sí que no lo entendí del todo hasta ese momento, pero yoya estaba entrando en ese estado en donde nada me importa y quiero que me hagansiempre lo que se les dé la gana. Es una locura, lo sé, pero siempre me pasaque cuando un hombre sabe dominarme en lo bueno y en lo malo llego a ese puntoy me fascina.


Como al pasar, creo, escuchamos que desdeafuera las carcajadas y todo el quilombo de la música había aflojado bastante, tambiénhabíamos escuchado que faltaban aproximadamente veinte minutos para que la cenaestuviera lista pero mi tío estaba ensañado conmigo en ese momento mientras yo,de a ratos, veía las sombras de los amigos pasando por alrededor de la carpacuando no estaba salivando mis manos para humedecer la pija de mi hombre y queno siguiera lastimándome, el deber de una mujer es lubricar a su hombre endonde sea y cada vez que se pueda, el provocaba en mi ser una conejita, pararla cola cada vez que sintiera su verga cerca mío o con intenciones de poseerme.


Era obvio que mi tío estaba enojado conmigo porel protagonismo que estaba teniendo en tan poco tiempo con sus amigos, por esome cogía con tanta fuerza, presionaba mis pezones con violencia y me hacíagemir a propósito, él estaba demostrando su poder sobre mí y la verdad es queeso me encantaba y más en ese momento, donde su lechita ya me recorría pordentro entrando por mi colita hambrienta, el resto se lo limpie con la boca yme lo tome de la misma forma en que limpie el sudor de su cuerpo.


Suspiro un poco más relajado, se había sacadolas ganas, el enojo y reafirmado su poder todo al mismo tiempo, yo meencontraba aun acostada boca abajo descansando la cola cuando se levantó dedonde estaba y busco en su bolso saco algo del interior del mismo y luego mearrojo ropa para que me la pusiera antes de salir de la carpa, me beso y antesde salir ya vestido me dijo que no perdiera el tiempo, por supuesto y sinpensarlo demasiado hice caso.


¡Era un catsuit negro! Mi tío me había regaladoun catsuit negro para usar mientras estuviera esa noche entre sus amigos y yoen ese momento explotaba de placer, pero a la vez también estaba con un poco demiedo ante lo que pudiera llegar a pasar a continuación. 

Mi tío marco el territorio a sus amigos (parte cuatro)


Gangbanged

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