Me dijo que era una puta fácil y me enoje, pero tenía razón

Desde el mismísimo momento en que me puse encontacto con él para decirle que había salido ganador en esta oportunidad y queiba a tener la oportunidad de estar conmigo ya me vi venir todo lo que iba asuceder después, como iba a ser la experiencia en general. Lo que pasopuntualmente es que desde el comienzo de nuestra conversación me di cuenta deque era un hombre maduro, rustico, criado a la antigua y con ideas del sexo yde sus necesidades muy claras además de contar con un aire de superioridad muymarcado, al menos para mí, es que todo el tiempo me marcaba mi inferioridadcomo puto feminizado, hasta me invento un nombre de mujer para referirse a micuando no me decía “puta”, “zorra”, “traga leche” o “culo roto”, adjetivos queen otras circunstancias me habrían caído mejor, todo cambio para mí cuando medijo por primera vez “resultaste ser una putita fácil”.


Había ganado su premio y cuando me mando unafoto de su verga y su cuerpo entero me di cuenta que no iba a ser un hombre conel cual pudiera imponerme de ninguna manera, se iba a hacer exactamente el queel dijera que iba a hacerse y me tomo unos minutos coordinar el lugar, yo queríaestar seguro, pero en cuanto hizo esa lectura el propuso el lugar y yo estuveobligado a aceptar, algo que no mencione es que el hombre en cuestión erasalteño, por lo cual tuve que viajar a su ciudad para poder estar con él porqueesas habían sido sus órdenes. Entonces llegué a la ciudad y él estaba esperándomeen el aeropuerto, mi intención era volverme rápidamente, pero él quería ir acomer antes de hacerlo entonces fuimos a un restaurant del centro en donde élya había reservado y nos pusimos a conversar, el siempre con su aire desuperioridad y sus faltas de respeto que le dije que me ofendían y molestaban,pero el siempre siguió en su línea y se reía y yo, entendiendo que era sujuego, se lo seguía, pero en realidad sin dudas era un cavernícola.


Me daba de tomar vino en la boca, se sentó a milado y me tocaba sutilmente la espalda baja, entre las piernas también, él se sentíamuy macho lamiendo mis labios y besándome posesivamente. Estábamos en la últimamesa del edificio bajo tenues luces, fue por ese motivo que en un momento y despuésde tragar un bocado de comida me pidió que se la chupe ahí mismo, debajo de lamesa, yo estaba bastante excitado para ese momento y mi respiración eravertiginosa por lo que no lo pensé demasiado y fui por debajo de la mesa parahacer lo que mi dueño me había pedido que haga. Probablemente fue a propósito,porque con el simple hecho de acariciar con mi lengua su pene e introducirlosuavemente en mi boca el acabo y con un gesto de sus manos me pidió quemantenga su semen en mi boca hasta que él me diga y por supuesto que le hicecaso, en ese momento me levanto de donde me encontraba y luego de hacerle ungesto al mozo me llevo al baño del lugar. Cuando estuvimos allí solos los dosnos metimos al baño más grande: “Trágate la leche putita” me dijo, obedecí y sonreísabiendo que el paso siguiente era bajar a la altura de su pene mientras él seterminaba de quitar el pantalón para volvérsela a chupar.


Lo tome con mis manos del culo y empuje confuerza su pene dentro de mi boca, me ahogue y la saque rápidamente comprobandoque ahora él iba a durar más tiempo entonces me ocupe más de saborear sus testículos,el tronco entero de su verga de abajo hacia arriba y por ultimo su hermosacabeza marrón en mi boca, era exquisito su pene y me daba gusto ser su puta enese momento, comencé a salivar de locos con lo rica que estaba y en el mejor delos momentos me tomo del cuello solo dándome tiempo a una lamida más como sifuese un helado y salimos rápidamente hacia su auto, él se volvió a pagar lacuenta y casi de un momento a otro terminamos en un hotel mugroso conmigocontra la pared y el empotrándome mientras yo gritaba descontroladamente, mispiernas comenzaron a temblar porque su verga había crecido mucho y el primer empujónhabía sido a pelo, el cada vez me decía palabras más ofensivas, golpeaba micuerpo intentando dejarme marcas y me pedía que me comporte como una perra encelo, él era literalmente mi dueño en ese momento.


Me llevo violentamente hacia la cama que había enaquella habitación y me abrió de piernas boca abajo, entro en mi como un animalsalvaje, me iba a lastimar, pero no le importaba, solo le importaba el sonidode su cadera golpeando en mi cola y el placer que eso le generaba mientras que,apoyado con sus manos en la cama, me escuchaba gemir sin poder hacer nada másque solo ser fornicado salvajemente.


Lamia todo mi cuerpo ya sudado y besaba micuello, mientras le practicaba el sexo oral él había escupido mi rostro y mipecho pidiéndome que me tomara su saliva, en ese momento precisamente él estabaabotonado a mi cola cuando se paró sobre sus rodillas y a mí me puso en cuatrosobre la cama para volver a cogerme sostenido por el cabezal de la cama que encualquier momento se destruía con la potencia de sus embestidas, a lo lejos se encontrabatirado en el suelo del lugar el short de jean que había traído puesto y lapopera con brillos que había usado para limpiarse el sudor y el pene luego de quitármeloy haber acabado por primera vez en mí, nunca quiso acabar en un lugar que nofuera dentro mío, ya fuera en la boca o en la colita.


Por momentos le tenía que decir que pararaporque no se cansaba y de verdad yo sentía que me estaba lastimando, pero él nofrenaba en ningún momento, funcionaba como una maquina hasta que luego de unsuspiro se acostó y me pidió que lo hiciera a su lado, lo bese mientras jugabacon sus dedos en mi ano y luego me pidió que se la chupara una última vez peroque no me olvidara también de chupar todo el sudor de su cuerpo, lo hicedejando la pija para el final con la intensión de que su deseo aumentara ypaso, me di cuenta porque cuando ya estaba cerca de su miembro aun erecto consus manos dirigió mi cabeza a su verga para darle la última mamada y esperartoda su leche en mi boca, jugar con ella y luego tragarla mostrándole a él paraque compruebe que no estaba haciendo trampa.


Pasamos la noche charlando, él ya estaba mucho máscalmado, aunque entrada la madrugada me pidió hacerlo nuevamente y, aun con micuerpo adolorido, lo cabalgue como nunca nadie lo cabalgo y tuve mi últimoregalito de la noche en la colita, finalmente me di cuenta de que él desde unprincipio tenía razón, resultaba ser una puta muy fácil en realidad. 

Me dijo que era una puta fácil y me enoje, pero tenía razón



Sexo anal

2 comentarios - Me dijo que era una puta fácil y me enoje, pero tenía razón

Jpsr0101 +2
Yo también quiero algo así 😞