Despedida de solteros (entre amigos)

Aunque ya muchos me conocen les recuerdo que soy Nico, que tengo 38 años y vivo con mi novia con la cual nos casamos pronto y también les cuento que debes en cuando me gusta darme un gustito con algún chico que conozca por ahí, lo que se dice una vida normal.

Con motivo del casamiento es que organizamos con mis dos mejores amigos una salida de hombres a un balneario cerca de donde vivimos (200 km aprox), habíamos elegido un lindo apartamento para quedarnos con piscina, cancha de tenis y todo lo que necesitábamos para pasar un lindo fin de semana largo.

El detalle es que el apartamento era muy pequeño, tenia un dormitorio casi integrado con el living y la cocina y en el living un sofa cama, por lo que dos de nosotros deberíamos dromir juntos en una cama. Si bien no lo hice a propósito me gustó la idea de dormir con Paolo, uno de mis amigos que me tiene medio con ganas pero como somos amigos y él es hetero nunca me animé a nada.

Mi otro amigo, Peter tiene algunos años menos que nosotros dos pero es un “antiguo” y super conservador por lo qué nunca tuve una fantasía con él porque sé que nunca se daría, no solo eso, sino que dejaría de ser mi amigo si le insinúo algo.

Entonces… al final de la noche de sábado que habíamos salido a tomar una copas por ahí y a mirar algunas chicas lindas que merodeaban y teniendo en cuenta que no tuvimos éxito con las chicas nos volvimos al apartamento para tomar algo más y dormir.
Tomamos una botella de vino blanco que teníamos en la heladera y de a uno nos empezamos a duchar para dormir, yo estaba un poco borracho por lo que quedé para el final.

Cuando mi amigo Paolo (que dormía conmigo en la cama grande) salió de la ducha con ese boxer blanco super ajustado casi me muero, creo que se me notó la excitación y de solo pensar que me iba a meter a la cama con él casi acabo.

Como maldije que mi otro amigo (Peter) estuviera ahí, si fuéramos nosotros dos solos estoy seguro que Paolo me sigue la corriente y terminamos haciendonos unos lindos mimos.

La cuestión es que todos nos acostamos, cada uno en su lugar, Paolo un poco alejado de mí y tapado con la sábana así que solo podía imaginarme lo que había abajo. Cómo yo estaba un poco borracho no me importo mucho que Peter estuviera allí, en el living (como es un apartamento tan pequeño, estábamos a 3 o 4 metros de distancia) así que empecé a buscar lío con Paolo. Lo primero fue tocarlo con el pie en su pierna una y otra vez, él pensaba que solo era para molestarlo así que bromeamos con eso, después en un descuido le toque la cola y así bromeamos un poco hasta que Peter nos gritó que quería dormir que nos dejáramos de hacer ruido así que nos quedamos tranqui, pero mi cabeza estaba a mil.

Después de unos minutos y sabiendo que Peter se había dormido no me aguanté y me fui de una al lado de Paolo, me acurruqué como para hacerle cucharita y le agarré el paquete, así de una. Él no supe que decir y no dijo nada, le dio vergüenza que Peter pudiera escuchar así que se quedó quito y yo aproveché para tocarlo lo más posible, por las dudas que me sacara.
Paolo se dio vuelta y me dijo “qué haces boludo” yo le contesté “ es mi despedida de soltero así que tengo ganas de tachar pendientes” y ahí me jugué el todo por el todo y le di un beso en la oreja con un poco de lengüita como para calentarlo.
“A donde queres llegar” me dijo, “ si me dejas chupártela un ratito me duermo como un bebé” respondí.

No dijo nada así qué lo tomé como un sí y de una me metí debajo de las sábanas en busca de su pija, le bajé el boxer y empecé a disfrutarla, me considero bueno para eso. Por momentos relajeaba su cara y se veía que también lo estaba disfrutando, por momentos me agarraba de la cabeza para hacer más presión sobre su pija y yo loco de la vida chupaba y chupaba.

Bajé hasta los huevos, le lamí todo lo que pude bien cerca del ano y por momentos no podíamos contener los gemidos corriendo riesgo de que Peter nos escuche y se podría todo.
Subí a su boca, le dí un beso con lengua y pregunté “cómo queres terminar?”, “quiero ponértela” me respondió y sugirió bajar a las duchas de la piscina para poder hacerlo más cómodos sin que Peter nos escuchara, así que nos levantamos y allá fuimos.

Por el ascensor, desnudos y con la ropa en la mano por las dudas llegamos al piso -1 donde estaban las duchas, no metimos y al toque me hizo arrodillarme y empezar a chuparle esa rica pija que ya se había bajado, lo bueno es que en la puntita aparecía una enorme gota de semen que quería salir y que con la lengua disfruté.

Como no quiero que el relato se haga muy largo, les voy a contar la otra parte en uno nuevo que voy a subir a la brevedad.

Les agradezco por haber leído este y por seguirme.
Slds.