"Al descubierto 2", el tio rehén...

Nos descubrímos mutuamente, el tio Cacho descubrió que lo espiaba desnudo o cojiendo y mi gusto por los hombres y yo su miedo a que su secréto quedara descubierto con mi abuela que era una viuda santurróna a la que el sexo le resultaba " repugnánte"...



-¿ Qué alcanzáste a ver ?...- me preguntó inquiéto el tio...
Cuando le relaté todo con detalles y las veces que lo había observado pude notar su incomodidad de sentirse "acorralado"; yo sabía mucho y a el le convenía ménos que a mí...





Le conté con lujos en detálles todas las véces que lo habia visto cojiendo a sus hembras y se tranquilozó viendo cómo me gustaba verlo y contarle lo que hacía.
-Y, a vos; qué te gusta de lo que viste?-... me preguntó al cabo de entender que dejarme mirar era buen tráto por "guardar el secréto"























Durante 4 méses, cada fin de semana; el "Tio Cacho Barroso" desfiló ante mis ojos curiósos y espectántes a cuanta mujer se dejó meter ese barróte gruéso de carne saltéña que se encendía mejor sabiendo que desde mi escondíte lo mirába en un show de sexo crúdo oyéndi gemir a sus putas rabiósas que le rogában por pija.



Me dejába ver en "primer pláno" esa cabeza enorme, hincháda y caliente deslizandosé en la rajíta estrécha de Elisa, la mujer de su mejor amigo