Enfiestad@

Esta, como todas mis historias son reales.
Yo tenía 18 años recién cumplidos (hoy tengo 34). Había ido al centro de Montevideo y al pasar por una feria permanente, me había comprado unas calzas celestes de tiro bajo, pero por pudor o discreción no me las había probado. Estaba vestido normal, con un jean, pero con una tanga abajo.
Había ido más bien a última hora cuando todo cierra, entonces, compré y a los pocos minutos empezó a cerrar todo.
Cuando salí de la feria, me quedé en un bar cerquita de ahí. Además era viernes y mis padres (que aún estaban juntos) se habían ido para afuera el fin de semana.
Me senté en la mesa que está en la vereda a una cuadra más o menos de la feria, tranquilo a tomar una cerveza.
Mientras tomaba tranquilo, se aparece el vendedor del puesto de al lado, me saluda, me pide fuego y me dice bajito, “esas calzas son para vos ¿no?  Vi como mirabas los jeans  de lycra de mi puesto, también tengo calzas y otras ropas”. Yo me puse de todos colores y le dije bajito “si son para mí”. “¿Note las probaste aún?“, “no pero ese talle me quedan bien” Bueno, ahí estoy terminando mi cerveza y me invita otra más, mientras él pide una coca cola.
En esa me pregunta mi nombre y la edad, y me dice “mira, acá a cuatro cuadras de acá está el apartamento de un amigo que también le gusta usar esa ropita, es deportista, si querés vamos y te probas esas calzas y alguna de las que vendo.
El loco no era muy lindo, tenía unos 40 años más o menos. Pero algo me daba confianza y le dije que sí.
Fuimos hasta ahí con su auto, bajamos, el  llamó a la puerta hablo algo por el portero y subimos. El subió con un bolsito suyo con ropa.
Mientras subíamos en el ascensor, yo hice que me acomodaba el pantalón y subí un poco mi tanga para que la vea.  
Cuando el amigo abrió la puerta, estaba también con las calzas (me había dicho que le gustaba usar) pero que en vez de esconder el bulto, lo mostraba abiertamente a través de la calza. EL problema era que me encantó y no podía dejar de mirarlo, entonces mientras él estaba yo de reojo miraba ese bulto que me estaba calentando.
Entonces el vendedor me dijo “el vino a probarse unas calzas ¿puede?” “si por supuesto” pasé al baño y me puse las calzas, que me gustaba porque además me hacía notar la tanguita.
Salgo del baño y como ya había agarrado confianza, llegué a su living desfilando y el dicho “¿qué les parece?” ahí el amigo se acerca y me dice “que amable señorita ¿cómo se llama?” Ahí estrené mi nombre clave “Me llamo Natalia” “¿Gusta tomar algo Natalia?” “bueno si”
Trae un vaso de whisky y me lo da, tomo unos tragos (ya había tomado cerveza) y ni bien me distraigo, me sirve más whisky, “¿usted me quiere emborrachar señor?” le pregunto.
“no para nada” responde, simplemente pensé que iba a querer más ”no es mi intención y se arrima por atrás y me toma de la cintura refregándome su bulto “porque voy a pensar que ustedes quieren abusar de mi” mientras sentía la erección que se le asomaba. Entonces mientras el vendedor decía que no, que no era su intención, el amigo quería solarme y lo le agarré la mano y no lo dejé que me soltara.
Cuando el vendedor vio, se acercó y me agarró adelante,  pensé que me iba a dar un beso pero no, se lo dio a su amigo, se besaban entre ellos y me refregaban a mí. El espectáculo ya me estaba dejando tod@ entregad@ a esta altura.
En esa el vendedor me va bajando la cabeza, yo le hice caso, bajé su cierre saqué su verga y empecé a chuparla con muchas ganas, mientras el amigo me va tomando y poniendo en cuatro refregándome su pija en la cola. Pero en plena chupada, el amigo se acerca, me deja en cuatro y mientras se la chupaba al vendedor, el otro me pegaba en la cara con la verga. Yo disfrutaba como perra en celo  eso, y más cuando el amigo saca la verga y también me la pone en la boca, chupaba dos pijas a la vez, hasta que el vendedor se acabó adentro de mi boca, me agarra la cabeza, y por eso me tuve que tragar toda su leche. Mientras se la chupaba al amigo.
En esa el vendedor la saca ya perdiendo erección le da un beso al amigo, al dueño del apartamento, "buena putita te traje” y le dijo que parara un poco. “Antes de irme te regalo esto putita, como pago por tu servicio, a las putas como vos hay que pagarle” y me regaló otras calzas rojas.
Me fui a probarlas y cuando volví el vendedor ya no estaba y el amigo estaba al teléfono.
Nos quedamos charlando un poco, el me tocaba, me refregaba y besaba, hasta que suena el timbre, eran dos amigos que él había traído. Buenas “les presento a la puta Natalia de las que les hablé”, me sirvió más whisky y yo ya entonad@ y caliente, los saludé a todos con un beso en la boca. El último me toca el culo y yo se los movía un poco.
No habían pasado cinco minutos que ya estaba agachad@ chupando un pene mientras otros se masturbaban delante de mí. Se la chupé a todos, un rato a cada uno, porque era decirme “putita me toca a mí” y ahí yo iba a su verga a chupársela. Hasta que por fin uno me baja la calza y empieza a penetrarme y yo a gemir. “mira como disfruta esta puta por dios” decían, y de ahí se iban cambiando un rato cada uno y a mí me encantaba, me sentía realmente una puta, más allá que me lo decían. Se hacían una fiesta con mi cola y yo lo disfrutaba, gemía, pedía más, tenían una verga hermosa.
“Como pide esta puta” decían constantemente y yo me calentaba cada vez más uno me acabó en la cola, el otro en la boca y el otro me tiró toda la leche en la cara y yo sonriente.
“¿Disfrutaste puta?” me dice el dueño de casa mientras se acomodaba la calza marcado todo su paquete, y yo en vez de responderle me puse su bulto en la cara y empecé a darle besos” si puta, te gustó y querés más” y yo sin parar de darle besos asentía con la cabeza.
Pasó un ratito que uno de ellos recuperó la erección y me volvió a coger y los otros me pasaban la pija por la cara, hasta que también recuperaron la erección y fueron por la revancha.
Me terminé quedando toda la noche enfiestado por los tres. 

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