Otros levantes callejeros

Hola gente!!! Espero se encuentren bien…. Hace rato estaba perdido pero acá estoy para seguir contándoles mis hazañas sexuales….

Después de haber tenido mi primera experiencia de levante callejero con el odontólogo, les voy a contar otros dos levantes que tuve.

Un día venía caminando del laburo y justo dos cuadras antes de llegar a mi departamento me cruzo con un flaco de unos 22 años que me mira fijo y se da vuelta para seguir mirándome….Yo lo dudé porque estaba en el barrio y tenía miedo que alguien me viera pero cuando la cola se tienta no hay con que frenarla…

Di media vuelta y fui a su encuentro. Me acuerdo que se llamaba José y que trabajaba en el sindicato de camioneros. No era muy lindo, era un morocho interesante, petiso y con pancita pero con una voz que me calentó apenas lo escuché.
Me dijo que iba a trabajar pero que tenía unos minutos para hacer algo. Vivía a una cuadra de ahí y me invitó a ir.
Llegamos yantes de entrar a su casa (éramos casi vecinos) me pidió que no haga ruido porque su vieja estaba durmiendo la siesta. Yo me quedé un poco desconcertado ya que no me imaginé que había alguien en su casa. Entramos en silencio y fuimos directamente a su habitación.
Cerró con llave y al toque me empezó a besar con desesperación. Nos desnudamos rápido, ahí vi su pecho peludo (me encanta y me calienta mal) y me empezó a chupar la pija. Estuvo un buen rato e hicimos intercambio. Su pija era gruesa y morocha pero notan larga. Muy rica!!!!
En un momento me da vuelta y me empieza a chupar el culo y con su barbita me raspaba dándome más placer…. Todo esto casi en susurro porque su vieja estaba durmiendo en la habitación de al lado.
Se sentó en la punta de su cama y me pidió que lo cabalgara…. Al principio me dolió ya que era bastante gruesa pero cuando entró toda comenzamos a coger como desesperados. Lo lindo era que gemíamos cada uno en el oído del otro y eso me calentaba mucho. Me acuerdo que hacía calor (era fines de noviembre) y comenzamos a transpirar; nuestros pechos juntos estaban mojados.
Estuvimos un buen rato dándole en esa posición y así fue como acabó… después me la siguió chupando hasta que le acabé en la cara.
Con José nos volvimos a encontrar varias veces más, siempre en su casa y cuando no había nadie.


El otro levante que les voy a contar sucedió al inicio de la temporada de verano y con un maduro. Era mi primera vez con alguien mucho mayor que yo. Alberto tenía casi60 años, se conservaba bastante bien y me lo cruce en el centro de Mar del Plata.
Después delas miradas típicas, nos presentamos y me invitó a tomar un café. Después de charlar boludeces me contó que había viajado solo porque estaba preparando su departamento para alquilarlo. Me invitó a ir y si bien al principio no lo dudé, en el camino comencé a darme cuenta que quizá no era una buena idea.
No obstante llegamos, era un depto chico en el centro de Mar del Plata y Alberto comenzó acariciarme. Me acuerdo como si fuera hoy que mientras lo hacía se lo notaba agitado.
Fuimos al dormitorio y comenzamos a desnudarnos. La verdad que por la edad que tenía estaba bastante bien. Su pija no era grande pero si vistosa aunque le costó bastante que se le pare pero me llamo la atención su culo; paradito y redondito.
Me empezó a chupar la pija y la verdad lo hacía bastante mal, me mordía un poco y le tuve que decir porque ya me estaba lastimando.
Alberto estaba como desesperado; me pedía que lo cogiera así que me puse un forro y le pedí que se subiera a cabalgarme. El viejo estaba extasiado y después de un rato cogiéndomelo se le empezó a parar y se pajeaba mientras me lo cogía.
Estuvimos un rato largo así hasta que empezó a gemir con ganas y se vino en mi pecho; en ese momento apretó tanto el culo que me hizo acabar a mi también.
Nos quedamos acostados. Alberto estaba contento y quería que nos volviéramos a ver esa noche. A toda costa quería que le diera el número de teléfono pero solo le di mi correo electrónico.
Durante mucho tiempo me escribía al mail diciéndome que quería verme, que viajaba el fin de semana que quisiera pero la verdad era que yo ya estaba en otra. Hasta me mandó una encomienda al correo para que la vaya a retirar y jamás lo hice. Parece que se había enamorado el señor…..
Al no responderle, desapareció.

Después de mi experiencia con Alberto conocí a  Ariel  a través de un chat gay; me llevaba 10 años pero con una energía, unas ganas y una pija que jamás olvidare.  Se los cuento en la próxima…

Saludos desde La Feliz.
Comenten y gracias por sus puntos.

0 comentarios - Otros levantes callejeros