Fin de semana con Juan

Con Juan habíamos tenido algo, pero había sido muy fugaz. Sehabía limitado a una mamadita y nada más, pero los dos quedamos con ganas dealgo.
Así que me invitó a pasar un finde en la casa que sus padrestienen en un campo cerca de Florida, a unos 10 km de la ciudad.
El, a pesar de contar con 19 años, ya tenía libreta deconducir y el padre le prestaba el auto. Yo tenía 25 en ese entonces.
Así que quedamos de encontrarnos en una esquina en lasafueras de Las Piedras. En una parada de ómnibus. Yo lo esperé en ese lugar,con unas calzas celestes con franja blanca.
A la hora indicada, el pasó con el auto, subí y nos fuimos.Un rato más tarde llegamos, dejamos las cosas y charlamos un rato, hicimos algode comer, tomamos unas cervezas y bueno charla va, charla viene, beso va, besoviene, nos fuimos calentando y el empieza refregarme las calzas mientras veocomo tenía la verga al mango. Le pego una buena mamada un buen rato, yterminamos en la cama, no voy a decir que me garchó. Me hizo el amor, realmentea pesar de su juventud, supo bien cómo hacerme sentir cosas agradables. Megustó mucho. Al punto que me decía cosas y me encantaba. Me calentaba cuando medecía “que puto lindo que sos”, “Cómo traga esa cola”, “le encanta a esa colala verga” y yo todo era “si papi si”
Dormimos juntos, al día siguiente, me levanto, me pongo latanguita, unas can can y un shortcito de lycra bien ajustado. Fui a la cocina,le preparé el desayuno y se lo llevé a la cama.
Había quedado tan content@ que hasta cuando se levantó, medice “voy a orinar ¿me la sostenes?” y yo se la sostenía mientras orinaba.

Después de vestirse, me dice que iba a la ciudad a comprar algo y venía en unratito. Yo me quedé en la casa esperándolo, me di un baño entre medio.
Una hora y media, más o menos, más tarde llega. Nos dimos unbeso y me dice, “probate esto a ver cómo te queda, si no, la voy a cambiar”.Era una tanga gris y unas calzas de leopardo brillantes. Le di un beso, leagradecí y me fui al cuarto a probármela, me miraba al espejo y me encantabacómo me quedaba.
Cuando salgo estaba Juan esperándome, me toma de la mano, meda una vueltita y dice “pasen” a dos amigos que había traído. Yo lo miro y meempieza a besar, sus amigos estaban a unos dos metros atrás, “¿no te molesta?”me dice, “no” le respondo. Me sigue besando el cuello la oreja mientras mesusurra al oído “putita hermosa, para la cola un poco, mostrársela a ellos” yore caliente le hice caso “lo que vos digas cielo” y paré la cola y la movía unpoco mientras recibía mis besos.
Uno de los amigos prende un porro y me observa, en realidadme observaban los dos. Me dieron unas pitadas de ese porro y quedé como loc@.
Cada vez que uno me decía putita, me sonreía y me encantaba.Así me sentía, regalada a tres tipos, entre ellos mi macho y sus dos amigos.

Los tres me tocaban,  me refregaban, mebesaban. Cuando quise acordar, tenía una verga en la boca y mientras pajeaba aotra verga, así fueron cambiando hasta que me cogieron los tres. El último meacabó en la cara. Le limpie con la lengua la verga y los alrededores de miboca.
 
Juan me pidió que por un rato no me lavara la cara y yo le obedecí.
“quedó contenta esta puta” dijo uno de los amigos y yoasentía sonriente.
 
Al rato me permitió lavarme la cara y me pidió que calentarala comida para los tres, cosa que hice. Mientras cocinaba veo que los amigos ledan plata a Juan, me di cuenta que me había vendido, cuando miro y el me ve memuestra plata y me tira un beso, me hizo sonreír porque me di cuenta que meestaba haciendo valer.
 
Quedamos que ellos comían y yo después (solo había tresplatos) pero me di el lujo de mientras uno de los amigos comía yo le hacía unamamada. Después que comimos los tres me volvieron a coger.
Al rato, serían las tres de la tarde más o menos, se fuerony Juan se quedó conmigo preguntándome si me había gustado. Obvio que sí.
Dormimos una siesta para descansar, nos levantamos,merendamos
 
Con Juan decidimos bañarnos, nos estábamos bañando, el saleantes de la ducha. Cuando salgo yo, me estaba esperando con otra ropita de regalo.Una tanguita rosada y unas calzas verde agua con vivos violetas y rosados.
Me encantaba cómo me quedaban. También una remerita bienajustada.
Cuando me vio, además de darnos un beso, me dice “vamos asalir” yo lo miré medio raro pero me vuelve a decir “¿querés salir conmigo?” nome pude resistir a él. Y así salimos a un boliche no muy concurrido, pero erauna excitación total sentirme deseada por muchos. Juan me había pedido que “lacolita esté siempre levantadita, bien exhibida”. Además que es una situaciónque me re calienta.
EN el boliche era tremendo cómo varios pasaban cerca ydisimuladamente me tocaban la cola, Juan cada tanto se iba y me dejaba sol@unos 15 minutos y volvía. Uno me sacó a bailar, otros me invitaron a tomar algo.Me fui muy borrach@ del lugar, de lo que recuerdo es estar en el auto de Juancon un tipo y Juan adelante besándome mientras el otro me cogía y yo re excitad@con el hecho de mostrarme a todo el mundo, que me deseen.
 
Obviamente volvimos y Juan me regaló también su cogida.
 
El domingo lo pasamos tranqui entre los dos, tambiéncogiendo un poco más y yo cocinando para él. 

2 comentarios - Fin de semana con Juan

Seffero
Que relató hermoso es una suerte conocer un joven apuesto para ti felicitaciones , vergas no te van a faltar sos mujer.