Adicto

Lo debo reconocer, me gusta la pija! La verga es para mi como el dulce de leche para un argentino: te lo dan a probar de chiquito y lo seguís comiendo toda la vida. Cuando siento un glande caliente abriéndome el culo me siento en la gloria, cuando tengo el tronco de una pija entrando en mi cuerpo subo a las estrellas.
No creas, no me gustan las pijas monstruosas ni los pedantes que suelen portarlas, que se creen que uno tiene que arrodillarse y adorarlos por la herramienta que tienen, no, que se vayan a cagar! Siempre me parecieron pelotudos los putos esos que se sienten orgullosos porque se comieron una de 25, como si el objetivo de un puto es meterse lo más grande que pueda en el culo. Me encantan las de 18, generosas para abrirte sin sufrir. Además, vos lo sabés bien, con el culito que tengo, no me faltan.
No me acuerdo bien cuando me desvirgaron, pero sí me acuerdo bien quien fue. Claro!,cómo no me iba a romper el culo si yo no le sacaba la vista de la pija! Desde chiquito siempre me llamaron la atención los paquetes, se los miraba a mis hermanos mayores, a mis primos, a mis amigos, a los vecinos.
Te cuento de mi familia. Somos tres hermanos y una hermana. Yo soy el más chico, Jonatan el del medio y Brian el mayor. Dormíamos los tres en la misma pieza, en una vieja casa chorizo con todas la habitaciones dando a la galería y al patio lateral,  puertas de dos hojas con vidrios, persianas metálicas pintadas de verde y techo de chapa, construida por mi bisabuelo, y que luego pasó a mi abuelo  y luego a mi padre, y que seguro heredaré yo si es que mi viejo no se entera de mi adicción a la pija.
Jony era un chico lindo, bien flaco y de piernas largas, muy cuidadoso en su forma de vestir, siempre con vaqueros lo más ajustados que mi vieja le permitía, pelito cuidado, canchero. Las pibas del barrio le andaban atrás no sabés cómo.
Brian era retraído y muy metido en sus asuntos, me daba poca bola. Jony en cambio jugaba conmigo y me defendía de las iras de Brian cuando me mandaba alguna cagada o le usaba alguna de sus cosas y me gritaba "si me volvés a tocar las cosas te voy a romper el culo, pendejo!" Ya llegaría el momento en que cumpliría su amenaza pero de manera mucho más literal a la que él pensaba en esa época.
Siempre me costó dormir y entonces a la noche, quietito en mi cama, escuchaba esos raros quejidos y el ruido del elástico que venían de la cama de Brian, que crecían en intensidad y luego cesaban completamente. Siempre después Brian se levantaba para ir al baño.
Después Jony, para mi deleite y curiosidad, empezó a hacer lo mismo. Me apuraba cada noche a ir a la cama, para verlo caminar por la pieza con sus boxer mientras ordenaba sus cosas. Su pija,en pleno desarrollo púber, se le marcaba maravillosa debajo del jersey del boxer. Alguna noche de calor, haciéndome el dormido, lo escuchaba cuchichear con Brian, no podía entender bien lo que decían, sólo palabras sueltas, como coger, concha, regla, culo, pezón. Cuando pasaba eso  el boxer de Jony se ponía como una carpa y yo me llenaba de sensaciones raras que no entendía. Al tiempo también comencé a escuchar quejidos y crujidos desde su cama. La pija de Jony se volvió mi obsesión. Veía la mia tan chiquita y no me podía imaginar cómo era la monstruosidad de mi hermano, la veía como un tremendo dragón de esos de las fiestas chinas que escupen fuego por la boca, cómo sería? Te dirás, pero cómo?, en familia es normal que los hermanos se bañen juntos, y vos nunca los viste a tus hermanos desnudos? Y la verdad que no, mi abuela, que nos crió porque mi vieja laburaba todo el día, era más puritana que una carmelita y nos llenó de rigideces, la desnudez no nos estaba permitida. Ya ves, su acondicionamiento no funcionó conmigo. Si viera lo que hago se me cae redonda la pobre vieja!
En esa etapa ni tenía conciencia de mi culo, sólo me fascinaba el bulto, verlo, olerlo, tocarlo, develar ese misterio que se escondía debajo de la bragueta de Jony (y la de Brian, y la de quien fuera). Pero la de Jony no podia sacarla de mi mente.
Una tarde que habíamos quedado solos, estaba mirando tele en la cocina y comencé a escuchar el ruido de la ducha. Apagué la tele. Mi hermano estaba seguro en pelotas en el baño, mi abuela no estaba, Brian tampoco. Era la oportunidad, con la excusa que me estaba haciendo pis, iba a entrar al baño. Sin vueltas, fui y entré. Allí estaba Jony, la ducha corriendo, pero él frente al espejo pajeándose frenéticamente. Al fin la vi, al fin conocí al dragón, no se si era grande o chica, para mi era inmensa, dura, con una cabeza roja y descomunal, aflorando de ese pubis de vellos incipientes como un megalítico menhir para adorar su virilidad en construcción. No vi el rostro de Jony, no vi su cuerpo, sólo el dragón rojo dispuesto a lanzar su fuego. Jony tardó unos segundos en percatarse y sin duda se dio cuenta que mis ojos desorbitados no salían de su palo. Dejó de masturbarse.
-Que querés nene? Yo no contestaba, seguía fascinado mirándole la pija. Estiré mi mano hacia el dragón, con miedo, como uno hace cuando va a acariciar la cabeza de un perro que no conoce.
-Qué vas a hacer pendejo? Rajá de acá.
Traté de balbucear que me estaba haciendo pis.
-Dale, meá y rajá.
Creo que meé más de miedo que de ganas y salí rajando del baño mientras Jony me despedía puteando. A los 5 minutos cerró la ducha y salió completamente seco y con la misma ropa, el agua corriendo era la excusa, yo le había arruinado la paja. El resto del día no me dirigió la palabra y trató de evitarme.
Esa noche me acosté primero y me tapé hasta la cabeza, pero no podia dormir. Tenía grabada en mi retina la imagen del dragón que al fin había conocido, si antes me fascinaba, ahora me desesperaba, quería tocarlo, acariciarlo, besarlo, pero la reacción de Jony, natural y lógica, me censuraba completamente.  Al rato entró Brian, se acostó canturreando y a los 5 minutos roncaba. Luego llegó Jony, en silencio se desvistió y se acostó, yo lo espiaba por entre la sábana y la almohada. Apagó la luz, pero la leve claridad de la luna que entraba por la ventana, y los ruidos del colchón, me dejaban adivinar lo que pasaba en la cama de al lado.
Jony no dormía, estaba inquieto, sentía los crujidos de una paja, pero no duraban, se interrumpían. Jony se ponía de costado, se acurrucaba, volvía a pajearse, volvía a acostarse de espaldas. Sentí que Jony se levantaba. Por las dudas me tapé completamente.
Dos o tres pasos silenciosos, de pies descalzos sobre la pinotea.  Jony levantó las cobijas y se metió en mi cama.
-Qué haces...? No me dejó terminar, en un cuchicheo me dijo -Shhh, que se va a despertar Brian.
Sentía su aliento de dientes recién lavados cerca de mi boca, el calor de su cuerpo ya comenzaba a entibiar el mío.
- Esta tarde en el baño querías tocarla, no?
No le contesté, no me animé. Jony tomó mi mano y la llevó a su pija. Ahhhh, que tremendo descubrimento!, mi mano al fin tocaba al dragón, me pareció re-caliente, pero no era sólo la temperatura, era esa sensación rara, eléctrica, que le transmitía a todo mi cuerpo y que, cosa rara, me hacía cosquillear el esfinter, por qué?
Comencé a acariciarla, con mi mano recorría todo el tronco, la rodeaba para sopesar su grosor. La puntita estaba húmeda, se me ocurrió probar, tomé una gotita del líquido en la yema de  mi dedo y la llevé a mi boca. Qué rico que era! El no me lo pidió, pero giré en la cama y comencé a besarla torpemente y a lamer más pre-seminal. Jony me tomó de la cabeza y me empujó un poquito, la cabeza del dragón entró por primera vez en mi boca. Al ratito, y sin que nadie nos enseñara, le estaba dando una mamada con todas las de la ley. Jony se quejaba muy muy despacito y me acariciba las nalgas. Sólo mi vieja y mi abuela me había tocado el culito hasta entonces, pero la mano de Jony era diferente, muy diferente, me hacía estremecer.
El muy malo de mi hermanito de pronto me sacó el nuevo y delicioso caramelo que había descubierto. Iba a protestar, pero me di cuenta que Jony buscaba algo. Me hizo girar nuevamente y me dio vuelta, en instantes comencé a sentir su palito caliente subiendo arriba y abajo por mi rayita, uy que lindo se sentía, si antes me cosquilleaba, ahora me hacía temblar extrañamente. Me lo apoyó en el agujerito pequeñito y virgen que entonces tenía. Lo que siguió no vale la pena que te lo cuente, ya lo sabés, sólo te digo que no me dolió, que me la enterró toda, que me cogió despacito y luego de un buen rato me regó por primera vez el recto con ese elexir de macho que tanto me encanta. Luego en silencio volvió a su cama.
El dragón había estado dentro mío, me había dado su fuego, se había cumplido mi sueño con creces. Yo solamente quería verlo, tocarlo y besarlo, pero el dragón había hecho más, me había roto el culo! Me costó dormirme, pero seguro lo hice con una sonrisa de oreja a oreja. Volvería a pasar?
A la siguiente noche me fui rápido a la cama y simulé dormir como la noche anterior. Brian estaba conversador, él y Jony charlaron largamente, Brian había tenido un entrevero con una piba y había podido tocar alguna cosa y eso lo tenía súper excitado. Jony escuchaba y contestaba de tanto en tanto con una "ajá", un "wow", un "mmmm" o un "y entonces?", hasta que se quedó dormido.
Al rato Brian dormía tambien. Estaba visto que esa noche el dragón no me vendría a visitar y, medio triste, traté de conciliar el sueño. Ya estaba en medio del sopor que lo precede cuando Jony se metió en mi cama. No me dio tiempo a hablar, me besó y comenzó  a acariciarme el culito. No lo hice esperar, esta noche no iba a besar al dragón, la bestia quería entrar de nuevo en mí, y a un dragón se lo obedece siempre, me di vuelta y le ofrecí mi colita. Y me cogió esa noche, y la siguiente, y otra y otra. Me sentía tan feliz cuando Jony me rodeaba con sus brazos y me transmitía la tibieza de su cuerpo! Me sentía tan especial sintiendo la carne de mi hermano dentro mio y sintiendo cómo mi culito lo hacía disfrutar! Me sentía tan querido y protegido!
Pasado un tiempo, no sé cuanto, tal vez un mes, un poco más, una noche al entrar a la pieza mis hermanos estaban discutiendo acaloradamente. Cuando entré se callaron.
Jony esa noche no me cogió. A la mañana siguiente Brian me miraba con mala cara, y cuando yo lo miraba a él, me esquivaba. Su discusión con Jony siguió, siempre lejos de los oidos de la abuela, en el fondo, bajo el limonero, en el taller del abuelo. Esa noche no tenía sentido que me apurara a meterme en la cama, no iba a pasar nada. Cuando entré los dos volvieron a quedarse callados, pero se notaba que ya no discutían. Los dos me miraron todo el tiempo, mientras me desvestía, mientras colgaba la ropa en la silla y mientras inclinado, ya en calzoncillos me sacaba las medias con mi culo en pose. En medio de su cuchicheo, escuché que Jony decía "viste, viste?". La cama estaba particularmente fría esa noche, lo que me hacía extrañar aún más la visita de mi hermano. Claro, vos sabés cómo siguió todo después, pero en ese momento yo me sentía abandonado, el muy jodido de Brian seguro se había enterado lo que me hacía Jony y lo había cagado a pedos para que no me lo hiciera más. Pero esa noche me llevé una gran sorpresa.
Luego de un rato sentí los pies desnudos haciendo rechinar la pinotea y mi hermano se metió en mi cama, fue al grano, ni besos ni mamadas, me puso boca abajo, me ensalivó y me la empezó a meter. Mi felicidad era inmensa. Luego Jony hizo algo inusual, siempre me había cogido en silencio y completamente tapados por las cobijas, pero esta vez sacó toda la ropa de cama y empezó a quejarse mientras me la sacaba toda y me la volvía a meter hasta el fondo. Con la pija dentro yo no me preocupaba por nada, así que no me di cuenta por un buen rato que Brian estaba sentado en la cama de Jony mirándonos, me sobresalté, me asusté, tenía ganas de ponerme a llorar, pero Jony me calmó enseguida, -descuidá lo sabe todo y quiere probarte, lo dejás? Pasé del infierno al cielo! Sonreí complacido, creía que mis juegos con Jony se iban a acabar y que se me venía la noche con mi vieja, y en cambio iba a tener a mis dos hermanos en mi colita!, cómo le iba a decir que no?
Brian se puso de pie y se quitó el boxer. Wow!, si Jony tenía un dragón, Brian tenía un mamut!, gorda, peluda, gruesa. Como corresponde, Jony le dejó el lugar al hermano mayor que aprovechando mi dilatación, me la metió sin miramientos, me dolió, lloré un poco, pero después de un ratito..... mmmm, qué rico me cogía Brian!
Esa noche me llenaron de leche, tres polvos cada uno en mi pequeño culito, tres polvos adolescentes, abundantes, densos, para mi felicidad y beneplácito. El reconcentrado Brian, el alegre Jony, los dos gozaron del hermanito, como hermanos discutían y peleaban por muchas cosas, pero en una siempre coincidían: en el deseo por mi culito. Yo, para que no pelearan, para conservar la armonía familiar, se los daba cada vez que me lo pedían y cuantas veces me lo pedían, jeje.
Fui la putita de ellos por muchas noches, me gozaron mis hermanos, mis primos, los amigos de mis hermanos y los amigos de los amigos de mis hermanos. Ahora soy un feliz hombre que se la come. Mi culito está mejor que nunca; descuidá, no se gasta ni se rompe. Y sabés que?, el hijo mayor de Brian ya me lo está mirando con lujuria, se nota, todos compartimos genes.
Por eso, siendo como soy tu único amigo trolo, cuando me contaste que estabas espantado porque sentías deseo por Ariel, que te avergonzabas al decirme que mirabas su bragueta  con lujuria, que se estaba desmoronando tu trabajada imagen de hombre, y que estabas aterrado con el descubrimiento de tu homosexualidad, decidí contarte mi historia. No tengas miedo, sos como sos y nada va a cambiar si te gusta otro hombre. La otra vez escuche por ahí que "gay" no significa "alegre" en inglés, sino que son las iniciales de "Good As You", si sos puto sos tan bueno como cualquier otra persona, si sos un hijo de puta, vas a seguir siendo un hijo de puta, si sos un buen tipo vas a seguir siendo un buen tipo. Poco importa si te la comés o si sos una máquina de embarazar minas. Y vos Lucas sos un buen tipo, por eso sos mi amigo.
Te mando un abrazo

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