A un amigo no se lo deja solo ...

Con Juan supimos compartir no sólo la adolescencia sino también algunos negocios. Era socio de una agencia de venta de motos, 38 años, de físico muy bien cuidado y ganador con las mujeres...pero a Juan lo había abandonado su esposa Nerina ... lo había enganchado cogiendo con otra mujer y le había pedido que se marchase de la casa, quedándose ella con sus dos hijos.


Recibí el llamado de mi amigo pensando que era para reunirnos a jugar el fulbito de los viernes, pero grande fue mi sorpresa cuando me contó lo de la separación, pero además para hacerme un pedido: si lo podía "aguantar" unos días en mi departamento... Le dije que juntara sus cosas y se viniera para casa.

Ya instalado en casa -  después del agradecimiento y del derrame de lágrimas correspondiente- Juan me contó que hacía días que la notaba rara a su esposa pero que nunca sospechó que se le iba a aparecer en la agencia esa noche, justo cuando estaba cogiendo con la pendeja de la limpieza.

Después de escucharlo y tomar unas cervezas, decidimos salir a algún lugar donde divertirnos y que pudiese desahogarse del mal momento.
Llegamos a un boliche para mayores de 30 y entre copas y charlas Juan parecía estar bien con una mujer de unos 40 años de buenas tetas, pero con el correr de la noche todo se diluyó por lo que volvimos al departamento bastante alcoholizados y sin mujeres.

Nos acostamos - yo sólo tenía una cama matrimonial por lo que la compartiríamos hasta que mi amigo decidiera irse - y la conversación deambuló entre su separación, el futuro, la pendeja de la limpieza y el rechazo de la mina del boliche ... el alcohol estaba tomando posesión de nuestras acciones.
Juan comenzó a llorar desconsoladamente ... lo abracé ... noté que su pija empezaba a ponerse dura ... entre sollozos dijo: " ... vamos a hacernos una paja para que podamos dormir tranquilos ..." y  se sacó su ropa interior dejando libre un tremendo monstruo de carne.
" ... Juan ... la puta que te parió !! no podés tener esa pija !! ..." dije abriendo los ojos... la tomó con una mano y empezó a moverla como si fuera un ventilador.
" ... todavía tengo la leche acumulada del día que mi mujer me agarró con la otra ..." comentó mientras comenzaba a pajearse.
Hice lo mismo ... empezamos a "espadearnos" con nuestras vergas y entre risas me dice: " ... una chupadita ... sólo eso para dormir tranquilo ... como cuando éramos chicos ..."
" ... sale 69 ? ..." respondí, y Juan se puso de costado acomodándose para la que vendría...
Juro que me hacía doler la boca del grosor de esa masa de carne... "... mierda ! cuando éramos chicos me entraba entera, ahora ni la mitad ..." le dije.
Juan seguía con el movimiento de su cabeza succionando mi pija sin darle descanso, haciéndome acabar en seguida.
Luego de que la limpiara me cambié de lugar para ver si podía tragar algo más ... pero mi amigo tampoco aguantó mucho y me regó de leche los labios y la cara.
Nos lavamos y cansados, además de llenos de alcohol, nos quedamos dormidos.

A la madrugada me despertó el peso de un cuerpo sobre mí ... Juan estaba encima mío con su pija entre mis nalgas ... " ... salí boludo !! estás loco ? ... una chupada de pija bueno, pero dejar que me rompas el culo con semejante pija no !! ... le grité sacándolo de encima mío.
" ... antes cogíamos sin problemas ... por favor ... intentémoslo ... muero por ponerla..." rogó Juan.
" ... no loco ... perdoname ... mañana buscamos una mina y la cogemos entre los dos si querés ..." argumenté en mi defensa.
" ... cogemos dijiste ? ... viste, vos también tenés ganas de ponerla ..." dijo Juan y dándose vuelta y acomodando su culo en pompa  "... dale nene, ponela ahora, despacito ... después te la pongo yo ... aunque sea la cabeza y acabo ..." insistió mi amigo.
La verdad, el sentir su pija entre mi culo me había puesto bastante caliente,  y llevado por esa calentura busqué lubricante en la mesa de luz y unté la entrada de sus ano y la punta de mi pija.
Juan abrió más sus piernas y con sus manos separó sus nalgas para que pudiese acceder sin problemas.
Intenté un par de ocasiones y cuando fui encontrando camino terminé de hundir mi pija en su plenitud.
Me quedé sin moverme un rato hasta sentir a Juan empezar a mover sus caderas... ninguno hablaba, sólo gemíamos.
Estuve bombeando cerca de 20 minutos, se sentía hermoso estar en ese culo apretado que ya había conocido años atrás ...  también pensaba en el dolor que iba a sentir si él estaba dentro mío tanto tiempo ... estando cerca de acabar se la saqué, prefería que me hiciese acabar mientras me cogía así podría sentirse menos doloroso al relajarme en ese instante.
Me ubiqué boca arriba ... Juan me tomó de los tobillos e inclinó el peso de su cuerpo hasta lograr calzar "algo" de su cabeza ... sentía ardor, dolor, cosquillas en el estómago ... todo junto y al mismo momento...le pedí que metiera todo despacio y que cuando estuviera adentro me pajeara ...
Juan tiró más su cuerpo sobre mí quedando mis piernas en sus hombros y fue ahí que sentí como si me rasgaran la piel ... sus huevos se estaban tocando con los míos ... Juan se levantó un poco para tener espacio para pajearme y comenzó a bombearme, haciéndome acabar a los pocos minutos  ... él también terminó casi al mismo tiempo gracias a Dios.
Sentía cómo latía su pija dentro de mi culo ... pequeños espasmos me decían que todavía tiraba algunos chorros de leche bañando mi intestino ... nos quedamos así hasta que su miembro salió solo de mi hoyito ... prometí no volver a dejar que esa carnosidad me taladrara el culo...
Pero mentí ... cuando despertamos, Juan me acomodó haciendo cucharita y después de lubricarme el culo son su lengua durante varios minutos me la volvió a incrustar hasta descargar dentro mío... y me gustó.

Juan se quedó dos semanas hasta que alquiló una casa cerca de su agencia ... Me cogió y lo cogí todas las veces que pudimos recordando viejos tiempos.

Después de un año Juan volvió con su mujer y sus hijos ... a veces me hace una llamada telefónica y nos vamos a su quinta de fin de semana ... sin mujeres para que su esposa no sospeche ... ella no se da una idea de lo bien que la pasamos.