Me salvó mi cuñado !!

Yo tenía 35 años y me había divorciado hacía menos de 1 año. Trabajaba en una financiera en la parte de Morosidad y fue allí donde conocí a una pendeja de 21, secretaria de un estudio jurídico socio de la financiera, que partía la tierra.
Raquel era su nombre: de tetas increíbles, cara hermosa (representaba al menos 3/4 años menos), cola normal y de 1.60 de altura, padre judío - psicólogo- y madre atea- bohemia-, por lo que fue criada de forma muy liberal.
Debo decirles que la pendeja no le hacía asco a nada: petes con final feliz, turcas (con esas maravillosas tetas no podía ser de otra manera), las posiciones que se me ocurrieran y cola a mi disposición... y yo, con la calentura de todo divorciado que se está comiendo semejante pendeja, gozaba y sacaba provecho como el mejor.

Cierta noche de verano, estando en su casa con ella y su hermano Matías de 19 años, continuamos con una discusión que habíamos tenido a la tarde por una estupidez. Raquel estaba bastante enojada y yo lo único que quería era descargar mi leche e irme para no continuar peleando.
 Terminamos de comer una pizzas y Matías se fue a su cuarto. Yo intenté hacer las paces con mi novia pero no entraba en razón, hasta que decidimos sentarnos en el balcón y fue allí donde un poco más tranquila comenzó a hacerme un pete. No habían pasado 5 minutos cuando se largó una tormenta de viento y lluvia infernal !! pero lo peor de todo no fue sólo que me cortó la maravillosa mamada que me estaba practicando mi novia, sino que apareció mi suegra que volvía de una cena con amigas !!!! 
La lluvia era cada vez más intensa y mi suegra me dijo que me quedara a pasar la noche ahí, pero Raquel continuaba encabronada así que me dijo que durmiese en el cuarto de su hermano.
Ni bien entré a la habitación Matías se rió y me dijo: "... cuando mi hermanita se enoja no hay que ni hablarla ..."
Tiramos un colchón al lado de la cama de él y comenzamos a charlar de diferentes cosas. Luego de un rato Matías se levanta y cierra la puerta con llave y me dice que va a poner una película porno, a lo que yo le contesto que no alimentara más mi calentura.
La película trataba de una orgía familiar, todos contra todos, había incesto, lechadas a granel, lesbianismo y la escena más fuerte donde el abuelo se coge al nieto.
Mi cabeza estaba a mil y agarrándome la verga le digo a Matías: "... mirá como me dejó tu hermana y vos ponés eso ...!!"
Él se rió y de un salto cayó a un costado mío y agarrándomela comenzó a pajearme... me acosté para facilitarle la tarea y me dijo: "... así te gusta ??... me parece que la escena del abuelito te puso duro, hacé de cuenta que yo soy el nieto..."
Bajaba violentamente la piel de mi pija hasta hacerme doler, y subía lentamente, evidentemente no era la primera vez que lo practicaba y parecía un habilidad de familia. Tomé su cabeza y empujé para que bajara, lo que hizo sin oposición alguna. Comenzó a lamer mis huevos, el tronco y la cabeza, y dando pequeños sorbitos se la metió hasta la garganta. 
Subía y bajaba ritmicamente y uno de sus dedos empezó a jugar con mi ano, metiéndolo y sacándolo muy suavemente: el pendejo sabía hacer sentir el cielo y el infierno.
Estuvo unos 10 minutos y le dije que estaba por acabar: "... dale, toda en la boquita la quiero ..." dijo, y escuchar eso fue el motor del primer chorro y de los que siguieron.
Tragó todo, absolutamente todo,  limpiando hasta el último resto de semen y se acostó a mi lado.
"... Cuñado, me salvaste la noche..." le dije ... Matías se rió y me tiró una pregunta: "... mi hermana te entrega la cola ?..." y le mentí, le dije que no, que era un pedido mio cada vez que teníamos sexo y que ella se negaba y que moría por comerme ese culo.
Me agarró la verga - que ya estaba poniéndose dura de nuevo- y me dijo que me iba a dar el gusto de romper un culo de esa familia pero que tuviese cuidado porque sólo una vez lo había hecho con un amigo y le había dolido un poco, pero que le gustaría que fuese yo el que se la llenara de leche.

Mordió las sábanas dos veces esa noche ... vacié mis huevos dentro suyo. No hubo besos ni caricias, solo sexo del bueno ... 
Mi cuñadito pagó el enojo de su hermana ... esa y muchas otras veces.