Fin de semana con Diego: llegó el domingo.

Después de ese sábado agotador nos acostamos a dormir totalmente satisfechos. Habíamos tenido sexo 4 veces y habíamos probado cosas nuevas que sobretodo a Diego lo volvieron loco (y vale decir que a mi también). Al igual que en otras oportunidades dormimos en su cuarto cada uno en una cama. Recuerdo que cuando me acosté demoré un poco en dormirme. Ese día había sido muy intenso y yo había probado cosas que poco tiempo atrás ni me hubiera imaginado que podría hacer. Si bien por un lado sentía que algo “se me iba de las manos” por otro lado también sentía que no quería que se interrumpiera. Mientras conciliaba el sueño recuerdo que aún sentía un gusto a semen en mi boca que no me podía sacar (pese a que me había lavado los dientes). También recuerdo que sentía mi ano dolorido, pero no me preocupaba demasiado ya que ya había tenido la misma sensación otras veces. Tenía claro que 8 horas de sueño iban a mejorar esa molestia.
Lo siguiente que recuerdo es despertarme al otro día de mañana con Diego acostado en mi cama. Yo estaba durmiendo de costado (como suelo hacerlo) y el se acostó atrás mio (como habitualmente se dice haciendo “cucharita”). Abrí mis ojos sin entender mucho y vi que el sol se colaba por la ventana. Mi primera sensación fue sentir su bulto apoyándose sobre mi cola. Si bien el no la tenía totalmente parada estaba bastante dura. Se empezó a mover tomándome suavemente de mis caderas. Ambos estábamos en calzones e inmediatamente sentí su pecho desnudo apoyándose sobre mi espalda. Esa sensación sumada a la de sus muslos apoyados sobre la parte trasera de los míos me generó un morbo inmediato. Recuerdo que me reí y le dije “Ya?” El también se rió y me dijo que como yo iría a almorzar a mi casa no quería perder el tiempo. Se empezó a mover y a frotar su verga sobre mi cola cada vez más fuerte. Quise darme vuelta pero me pidió que me quedara asi. Mientras se frotaba comenzó a agarrarme la verga por encima de mis calzones. Mientras me empecé a calentar me di cuenta que el ya estaba a mil. Evidentemente se había despertado excitado (parecía insaciable). Luego de no más de uno o dos minutos metió una mano por dentro de mi calzón y empezó a acariciar mis nalgas. Lo hacía con suavidad. Recorría la parte baja de mis nalgas y luego pasaba sus dedos suavemente por mi raya. Me estaba poniendo a mil cuando me bajó el calzón hasta las rodillas y empezó a apretar su bulto contra mi cola. Se movía frotándola hasta que metió su mano por dentro de su calzón y la sacó. Luego escupió bastante saliva en su mano y la pasó por mi ano. Me encantó esa húmeda sensación. Luego hizo lo mismo con la cabeza de su verga y me empezó a frotar. Su pija recorría toda mi raya mientras el se frotaba. La sensación de humedad de su pija y mi ano por la saliva de Diego me calentaba mucho. Enseguida vi que se dio vuelta y abrió el cajón de su mesa de luz. Yo giré a ver que iba a hacer y vi que agarró lubricante. “No puedo más” me dijo. Evidentemente estaba muy excitado. Se pasó el lubricante por su verga y luego untó mi ano con abundante gel. Jugó un poco con un dedo para que entre el lubricante. Luego puso más y metió suavemente 2 dedos. Jugaba con ellos para dilatar y que entre abundante lubricante en mi ano. Yo sentía como me entraba eso frío adentro y me generaba una sensación muy particular. Luego apoyó su verga sobre mi ano (siempre en la misma posición) y me la empezó a meter suavemente. Inmediatamente di un resoplido y me puse tenso del dolor. La sacó suavemente y me pidió que me aflojara. Luego la volvió a meter pero en lugar de parar siguió hasta meterla toda. Yo pegué un pequeño grito ya que me dolió. Le pedí que se quedara quieto adentro mío unos segundos hasta acostumbrarme. Era una enorme masa de carne caliente dentro mio. El como siempre aceptó. Cuando sentí que el dolor iba bajando y se iba transformando en molestia le dije que siga despacio. El empezó a bombear suavemente, pero evidentemente estaba muy caliente. Luego de un minuto empezó a moverse más fuerte y mientras lo hacía me agarró el pene y empezó a masturbar (no lo hacía habitualmente). Apoyó su pera contra mi hombro derecho apoyándose fuerte en mi mientras empezó a cogerme con un ritmo marcado y cada vez mas fuerte. Si bien aún me dolía ya estaba definitivamente caliente. Sentir su aliento al lado de mi cara me excitó mucho y acabé rápidamente. Cuando se dio cuenta que había acabado se miró la mano y vió que tenía un poco de mi semen sobre un par de sus dedos. Luego de mirarlo unos instantes puso sus dedos en mi boca. Si bien me dio asco en ese momento no quise cortar el clima por lo que abrí mi boca y dejé que el jugara con sus dedos sucios con semen dentro de ella. Recuerdo sentir sus dedos con el líquido caliente sobre mi lengua, mis cachetes y mi labios. Recuerdo que el olor era muy fuerte y me generaba rechazo. Eso lo calentó muchísimo e inmediatamente empezó a dar embestidas fuertes. Yo volvía a sentir dolor ya que mi calentura había bajado 1000%. Sentí que su verga se ponía muy dura y a medida que escuchaba sus gemidos sobre mi oreja sentía los espasmos de su verga dentro mio. Casi que podía sentir como salían los chorros de leche dentro mio. Estuvo como 30 segundos acabando. Pensé que no terminaría más. Cuando sacó su verga una enorme cantidad de líquido caliente de mezcla de semen y lubricante salió de mi ano recorriendo mis nalgas hasta las sábanas. Todo había durado no más de 6 o 7 minutos. Fue una calentura total.

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