Todita adentro!

Nos estábamos besando apasionadamente en el sillón, muy ansiosos, me tomó de la mano y me llevo a la habitación.
Llovía.

Llevábamos tres meses de amigos en una relación en la que el sexo era el pan de casi todos los días. Él vive a unas cuadras de casa.
Nos encantaba, lo único que nos importaba era estar juntos y enredarnos en la cama, había mucha pasión y de sexo desenfrenado. Era como una adicción, una adicción a la que nos costaba poner en pausa.

—Él me acostaba en la cama y continuaba devorándome a besos! Una y otra vez !

Se quitó la camisa fugazmente y se bajó el pantalón y el bóxer hasta las rodillas para luego pedirme con voz autoritaria que me pusiera en posición de perra apoyando mis rodillas en el suelo y quedando semi acostado en la cama.

Me encantaba la forma en que Juanjo procedía cada vez que teníamos relaciones, esa forma de llevarme a la cama, de besarme, de tocarme y de mandarme como si yo fuera su sirvienta.

Le hice caso y me acomodé como él quería verme, en cuatro como su perra, mis rodillas pegadas al suelo y mi cuerpo semiacostado en la cama.

No tardó en bajarme mi tanguita negra que llevaba puesta mientras manoseaba mi culo.

—Te voy a romper ese culo —me dijo morbosamente y con un tono de voz de hombre muy molesto.

Obviamente no era la primera vez que disfrutábamos del sexo anal.
Sentí como me abrió las nalgas y me escupió varias veces para luego meter por allí su lengua. Yo seguí disfrutaba como un terrible putita.

Él continuó durante un buen rato explorando mi agujerito con su lengua, algo que me enloquecía.

El estaba concentrado en mi culo, yo miraba hacia mi almohada y el espejo mientras disfrutaba de su lengua dándome pequeñas pinceladas en mi ano.

Y entonces sentí que se acercó a mi culo con su verga ya totalmente erecta. Me iba a coger y yo iba a permitirlo, la quería ya adentro!
Sentí su cabezota apoyarse en la entrada de mi culito y este lo recibió con tanta facilidad que sentí vergüenza. No le costó nada entrar, aquella cosa que medía unos 20 centímetros comenzó a entrar lentamente en mi culito y de inmediato estaba totalmente entregado.

—Le dije despacitoooooo —le insistí varias veces para que fuera lento pero ya me la había metido toda.

—Qué putito que sos!me decia. Mira como te entra toda, puta!!!!

Y ya no tenía voluntad para negarme, para hacerme a un lado , ya me estaba cogiendo y no iba a poder detenerlo.

Comenzó a sacarla y meterla. Aquello me enloquecía era una sensación hermosa. Las primeras veces que lo hicimos me sentía demasiado perra también.

Pasados algunos minutos, juanjo, estaba como endemoniado metiendo y sacando su verga de mi culo y yo gimiendo y quejándome del placer y de esa sensación de sentirme una terrible putita.

Juanjo me nalgueaba al tiempo que me decía vulgaridades, su pene entraba con tanta facilidad en mi cola y yo me dejé hacer, me dejé coger y me dejé usar....

Pasaron varios minutos, quizá cinco minutos en los que acabe sin casi tocarme solo sintiendo la verga de juanjo destrozar mi culo. despues de unos diez o quince minutos de darmelo por la colita acabó dentro de mi cuando ya no pudo más y al llenarme volví a exitarme tanto que queria más, como lo puta que soy.

Juanjo, me lleva 20 años de edad, de vez en cuando me lo cruzo por la calle pero nuestra realación ya no es la misma.

6 comentarios - Todita adentro!

rauloperez +1
Que existante descripción de como te la mete.... muy caliente.
bocha9313 +1
preciosa sos de cba capital? podríamos hacer algo. Besos en esa colita
pasivoba
SI DE CAPITAL.
ffll22 +1
tremendo relato como me calento que ganas de verga me dieron
sirgaby +1
me calentas mucho loco quiero sacarme la leche
pasivoba +1
que rico
pablo_el_necio
Tremendo!! Qué lindo tener un putito así...