Otra historia de sexo (III): Mateo

Theo ayuda a Daniel a salir del auto. Siente unas ganas incontrolables de seguir tocando a ese muchacho y hacerlo suyo por lo que comienza a meterle mano a su culo. Theo es tan ágil que en menos de un segundo ya tiene un dedo urgando entre las entrañas del joven que trata de acomodarse para que el dedo entre tanto como sea posible. En ese momento Daniel se da cuenta de que ha llegado por fin y más que solo un dedo quiere la verga de aquel hombre en su culo. Por lo que lo aleja y le susurra: "Es hora de que me llenes el culo de leche".

Theo sonríe de gusto al oír esas palabras que no hacen más que incrementar su calentura. Le toma de la mano y lo lleva casi corriendo a su cuarto. Se besan como si el mundo fuese a acabar. Daniel se separa un poco, se baja el pantalón y lo mira fijamente. Se para mirando hacia la cama, apoya sus manos sobre ella y se agacha mostrando su ano deseoso de la verga de Theo. Theo simplemente se acerca a él, se acomoda la verga y empieza a metersela con violencia. Daniel trata de abrir su hueco tanto como puede, la sensación de tener la verga de aquel magnifico hombre dentro de su culo lo pone cada vez más arrecho. Su culo le sigue el ritmo en el mete y saca violento y gime como nunca lo ha hecho. Siente el mayor placer que algunas vez haya sentido, esa verga le está quemando el culo. Puede sentir como quiere tenerla más y más dentro de él. Theo puede sentir como su acompañante busca tener toda su verga dentro y no se contiene. Los gemidos de Daniel lo excitan más y más y ambos dan todo de sí. Ambos quieres disfrutar ese momento al máximo.
- Ohhh sí, ahhhh, mmmm... más fuerte...mmm... más fuerte - pronuncia Daniel entre los gemidos. Ahhhh.. mmmm... ay... me corro, me corro!! - Grita apretando más la verga de Theo con su culo.
Theo siente como ese culo lo exprime por completo y también comienza a correrse dentro suyo...
Daniel siente los choros de semen caer dentro suyo y se corre de inmediato.
Theo saca su verga del culo de Daniel y este inmediatamente da vuelta. Y comienza a lamer todos los rastros de leche en la verga de Theo. Theo lo levanta y vuelven a besarse. Daniel lleva su mano derecha a su culo y recoge algunas gotas que escurren para meterselas a la boca.
- Te encanta mi leche no? - comenta Theo agarrando a Daniel por las nalgas.
- Me encanta todo lo tuyo - comenta Daniel mientras da vuelta y se echa en la cama.
Theo se acerca y se recuesta a su lado. Daniel se acomoda y coloca su desnudo trasero junto a la verga de Theo, cierra sus ojos e intenta descansar. Theo lo mira y sonríe para sí mismo. Siente algo extraño al ver a Daniel y le agrada, le agrada mucho esa sensación. Piensa en el día extraño que tuvo. En todo lo que pasó y se da cuenta que gracias a Danielsu día dejó de ser malo y estuvo lleno de lo que más quería cada cumpleaños: alguien con quien disfrutar buen sexo. Comienza a pensar en lo que tendría que hacer en 8 horas, en la situación del negocio de su padre pero también piensa en Daniel. Tenerlo abrazado le da cierto confort que hacía mucho no sentía. Entonces comprende que debe disfrutar el momento, abraza a Daniel e intenta olvidar todos sus problemas.

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Theo se despierta rempetinamente. Puede oir pasos que suben apresurados las escaleras. Theo entiende qué significa eso y esperaba que no fuese lo que tenía en mente. Se coloca una toalla y va hacia la puerta de su habitación. En el momento que abre se encuentra con Manuel que estaba a punto de tocar la puerta.
- Señor, disculpe que lo interrumpa de esta forma pero su padre está en camino y yo...
- Gracias, Manuel, no te preocupes ahora me alisto..
- Señor su padre ya debe estar en la puerta
- ¡Theo! - grita un hombre mayor de alrededor de 60 años. Es casi tan alto como Theo, de cabellos completamente blancos. - Por lo que veo has tenido una buena noche. El hombre comienza a subir las escaleras paso a paso. Manuel se disculpa y baja del segundo piso. Saluda al hombre y se dirige hacia la puerta.
- ¿Estás intentando esconderte o algo así? - Pregunta muy serio el hombre.
- No - responde Theo sin mirarlo
- Hijo, sé cuando mientes. - comenta el hombre y termina de acercarse a la puerta. Intenta ver quien está dentro del cuarto pero Theo lo impide.
- Qué mierda te pasa Theo. - pregunta Mateo, suena molesto.
- ...
- Mierda, ¿es por qué no te dejé trabajar ayer?
- ¿Piensas que no soy capaz de encargarme de esa clase de asuntos?
- ¡Maldita sea Theo! Era tu puto cumpleaños. ¿Quería que descansaras un maldito día, por eso te comportas como un niño?
Theo siente furia pero en ese preciso momento se da cuenta que no era del todo malo. A veces no entiende sus cambios de ánimo. Así que busca una manera de decirle a su padre que lo siente y lo hace.
- Lo siento- responde Theo agachando la cabeza. Mateo pone su mano en el hombro de su hijo y le pregunta
- ¿Estás tomando tu medecina? Theo no responde. Ambos se quedan en silencio por breves minutos hasta que un pequeño ruido se escucha en la habitación. Mateo intenta ingresar nuevamente a la habitación, pero Theo lo impide.
- Carajo, déjame ver a quién conquistaste...
Theo deja pasar a su padre. Y pasa detrás de él. No hay nadie.
- ¡Lo asustaste! - le grita Theo a su padre. - Daniel, sal por favor.
Pasan algunos segundos y la puerta del baño se abre lentamente. Sale Daniel cubriendo su pene con sus manos.
- Hola. - saluda Daniel muy asustado. Theo se acerca a su closet, saca una toalla y se la pone a Daniel mientras le conversa.
-No te preocupes Dany, mi papá se pone raro a veces y le gusta ver con quienes me acuesto.
- Mucho gusto Daniel. Espero que se la hayan pasado bien. Y perdón por asustarte.
- No se preocupe- responde Daniel algo asustado pero ya más tranquilo.
- Perdóname Dany, debí avisarte sobre mi padre, en serio lo lamento - agrega Theo mientras abraza a Daniel y besa su mejilla.
- Mi nombre es Mateo, por cierto- comenta el padre de Theo dirigiendose a Daniel. - Vamos a celebrar el cumpleaños de Theo en un... club... a una hora de aquí. ¿Por qué no nos acompañas?
Daniel se siente muy extraño pero a la vez le encanta la idea de pasar algo más de tiempo con Theo.
- Papá, no tienes que comprometer a Daniel, recién nos conocemos.
- No hay problemas, si quieres voy - responde Daniel mirando a Theo con ternura.
- ¿En serio?
- Claro, ¿por qué no?
- Perfecto. Entonces los esperamos. Podría ser la primera vez que Theo viene a alguna de las fiestas que organizamos para él. - comenta Mateo mientras se aleja de la habitación y baja las escaleras.

- Tu papá es genial
- No sabes de lo que hablas.
- Yo pensaba que él...
- ¿Me iba a matar?... ¿ o a ti? No. Mi papá siempre ha sabido de mí. Además nunca te pondría en peligro. Y por esa razón debo preguntarte. ¿En serio quieres ir?
- ¿No quieres que vaya?
- No. O sea sí. Pero no quiero que mueras de aburrimiento, la gente que estará allá es muy aburrida. Son de lo peor.
- Entonces iré.- responde Daniel tras soltar una carcajada.
- Entonces alistémonos - le responde Theo.
- O... podemos aprovechar y te doy una mamada.
- ¡Eres perfecto! - dice Theo emocionado y se acerca a la boca de Daniel. Lo tumba en la cama y le suelta la toalla. Daniel comienza a gemir nuevamente
- Chupame la verga- ordena Theo.
Daniel se levanta y se arrodilla de inmediato. LE quita la toalla a Theo y se mete la verga en su boca. Empieza chupando solo la puntita. Theo gime de place inclinando su cabeza hacia atrás. Daniel contintúa lamiendo todo el largo de la verga y ahora se da cuenta de que es muy grande, probablemente unos 18 - 19 cm. Trata de meterse tanto como puede y sube la mirada a ver a Theo. Quien también lo mira e intercambian miradas morbosas.
- Te voy a violar esa boquita mamadora- anuncia Theo mientras sostiene con ambas manos la cabeza de Daniel. El joven abre su boca tanto como puede y de pronto Theo empieza con un mete y saca violento. Daniel siente que por momentos no tiene aire pero trata de aguantar y dejar que entre tanto como sea posible. Theo continúa con mete y saca cada vez más rápido, escucha las arcadas de Daniel y se pone más caliente. Daniel sigue aguantando la verga que pasa hasta su garganta hasta que Theo le quita la verga de la boca. La pone en frente de su cara y comienza a masturbarse. Daniel cierra los ojos y abre la boca. La leche comienza a salpicarle por toda la cara. Eso le da mucho morbo. Theo sonríe al ver la cara de Daniel llena de leche.
- Oh sí, que rico. - Mira a Theo con esa musculatura perfecta y con una sonrisa graciosa. Admira a ese hombre esculutural y que le ha hecho pasar el mejor sexo de su vida- Theo, grábame así.
- Theo no lo duda y saca de inmediato su celular y comienza a grabar.
- Oh sí, deliciosa leche - dice Daniel. Agarra algunas gotas de por sus cejas y se las lleva a la boca. -¡Feliz cumpleaños!
- El mejor regalo has sido tú - comenta Theo tras guardar la grabación. Agarra una de las toallas que están en la cama y la pasa por encima de la cabeza de Daniel y la baja hasta sus nalgas. Con la toalla lo jala hacia él y se quedan allí unos minutos jugando con sus vergas. Theo disfruta mucho de la sensación de otra verga rozando junto a la suya. Puede ser la energía y la calidez de otro hombre al que hace poco tenía pidiendole que le metiera la verga.

Ambos suben a una camioneta negra de lunas polarizadas. Manuel los está esperando. Suben y comienza el recorrido. Se recuesta en el pecho de Theo quien comienza a soltar algunos botones de la camisa de Daniel y empieza a darle pequeños masajes en sus tetillas y pecho. Sienten aquel momento de felicidad eterno, cada segundo lo es. No tienen idea de lo que ocurriría al terminar el día.

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