Marcos

Marcos

Esto me pasó en un tiempo en que estuvimos peleados con mi pareja. Realmente no recuerdo su nombre, pero por lo pronto lo llamaré Marcos. Lo encontré por chat telefónico, hablamos un poco e intercambiamos teléfonos. Yo hace un tiempo había cortado con mi pareja, y estaba necesitando un buen macho con mucha leche para calmar mi ansiedad. Me pasó fotos de su pija, yo de mi cola, y así llegamos al sábado, día en que nos encontraríamos. Esa tarde almorcé en casa algo ligero, me bañé y salí a su casa. Vivía un poco lejos, en capital, pero con el poco tránsito que había llegué enseguida a destino. Eran las 16, estaba un poco fresco (estábamos saliendo del invierno). Al llegar a su casa me recibió en ropa interior y remera, nos saludamos y entramos. Me ofreció un poco de agua, me lo tomé enseguida y me abrazó.
- así que te gustan los machos maduros no?
- me encantan, le dije. Mientras le comía la boca y me apretaba bien contra su pija. Tenía un buen pedazo, ancho y buenos huevos (me encantan gordos). Enseguida él me agarró bien fuerte de la cola, me la apretó con ambas manos, mientras me llevaba a su habitación.
Ya ahí, me sentó en la cama, se sacó la remera, y me apuntó las manos a su bulto. Le toqué los huevos, se los acaricié por sobre el boxer y por abajo con la otra mano... Gimió un poco, y aproveché para sacarle la cabeza de la pija por encima. Estaba toda babosa, con el glande oculto pero se la notaba cabezona.
- Qué linda, le dije. Me la puedo comer?
- Es toda tuya bebé... Y me acercó la cabeza a su entrepierna. Estaba dormida, y no me costó trabajo metermela hasta los huevos. Estaba riquísima, le dije, mientras le saboreaba la puntita y se la exprimía apretandole la verga desde las bolas hasta la cabeza. No paraba de salir líquido, que yo me tomaba todo. Estaba muy limpio, se notaba que se había bañado recién.
- Querés que me bañe? Yo qusiera...
- No, me encanta así, me dijo, mientras me comía toda esa chota que se había puesto mucho más dura. Yo sentado, él parado me sacó la remera, se sentó en la cama, y yo sin soltarle la pija me ponía en 4 al lado de él. Me bajó el pantalón, y con el boxer puesto se escupió la mano y me empezó a dilatar la colita.

- Está cerradita mi amor, me dejás?
Y me sacó toda la ropa, me quedé desnudo en 4, con la cola al aire. Me hizo girar, y quedamos en posición de un buen 69. Me abrí bien de piernas, y apoyé mi culo sobre su cara...
Me comió la cola como hace mucho nadie lo hacía. Me encontré comiéndome un hermoso pedazo que no paraba de largar juguito, con el culo entregadísimo a un macho que me cogía con su lengua...
-mmm, cómo te gusta bebé... Me decía. Yo había aflojado todo el cuerpo, no paraba de meterme lengua, me pajeaba también, me chupaba los huevos, y la pija también. Dejé de comerme toda su pija para disfrutar. Le había dejado los huevos llenos de saliva y los manoseaba a full.

- Dámela toda papi, quiero toda esta pija adentro.
Le alcancé un forro de la mesa, se lo puso mientras me lubricaba la cola, que tenía super dilatada pero por las dudas.

Me senté arriba muy despacito, él estaba con la cabeza sobre la almohada, y me decía: sí putita... como te gusta la pija... Te la voy a dejar hasta llenarte de leche..
Al principio me dolía un poco, hace tiempo no me cogían (cerca de 2 años). Me tuve que levantar y ponerme mas lubricante. Pero ahora sí me la comí toda.
Empecé a subir y bajar, y al minuto de sentir su pija hasta los huevos acabé encima de él sin tocarme.
- Perdón, no me di cuenta, le dije.
- No pasa nada mi amor, ahora es mi turno.
Se sentó, y mientras yo me movía para que no se salga ese pedazo, me agarró de la cola y me empezó a coger con fuerza. Yo estaba todo abierto, dilatadísimo y con esos huevos golpeandome la cola... Me puse en cuclillas y me puse a subir y bajar sobre su verga. Se acostó, y me empezó a manosear la pija, que a esta altura se había puesto dura de nuevo. Yo le acariciaba los huevos mientras me la metía toda... Me encantaba sentirla bien adentro. Tenía unos 19x6, bien recta y no tan cabezona pero gruesa.
Seguí cabalgándolo, y me dice "dale, dale que ya voy", mientras me agarraba la cola. Yo me abrí bien yme movía despacito para sentirla bien adentro.
- Toda para vos, amor.. Me agarró de los hombros mientras su pija me bombeba toda esa leche... estaba muy calentita, y sentía como se chocaba con el forro y empezaba a chorrear por alrededor. Me quedé sobre él, hasta que se le durmió y sentí toda esa guasca cremosa que tienen los maduros. Me la pasé por la cola, los huevos, y él me manoseaba todo.

Nos fuimos a bañar, nos despedimos y no volvimos a vernos.

Esta fue la primera de las garchadas me pegaron en 2 semanas, hubo algunas más que luego voy a seguir subiendo...