Relatos gay de provincia. Parte II

Aquella noche fue mi primera experiencia gay, ni buena ni mala, simplemente fue... Al dia siguiente Mario, mi primo de 20, actuo como si nada hubiese pasado, se levanto, desayuno y siguio su rutina, de visitar parientes y hacer sociales, pero a mi no me dio ni cinco de bola, lo cual me frustro mucho y me enojó.
Cerca del mediodia se desperto Nicolas, el primo de 21, de muy buen humor. Caí en la cuenta que al despertarse tenia una ereccion de puta madre y que habia dormido desnudo, cosa que no me habia percatado la noche anterior mientras estaba ocupado con Mario. Nico se levanto, se ducho y me pregunto por el desayuno, cosa que me agrado mucho porque soy un tipo de desayunar bien, sin prisa y con mucho apetito.
El dia fue como de costumbre, desayunar, visitar parientes, hacer deportes, cenar y acostarse, nada de de otro mundo y muy tranqui para alguien que vivio la mayor parte de su vida en Buenos Aires.
Nicolas era un tipo muy apuesto, atletico, bien datado y de una personalidad sumamente interesante. Aquella noche Mario se fue a dormir a la casa de mis tios, lo cual me dio bronca porque yo esperaba tener otra noche de placer con el, pero el tipo se borro. Sin embargo, Nicolas se ofrecio para compartir la cama de dos plazas conmigo; al principio parecia un tipo interesante, simpatico y que sabia lo que queria. De una personalidad atrapante, mi primo parecia tenerla clara, le gustaba hablar mucho, pero al poco tiempo percibi que habia algo que le interesaba por sobre todas las cosas, discretamente sus conversaciones siempre terminaban en lo sexual. Yo le segui la corriente sin mucho problema hasta que en un momento los dos hicimos un largo silencio.
Como el era mayor tenia mas experiencia, tomo la posta y me encaro mal. Me dijo que a pesar de la diferencia de edad yo le caia re bien, que se habia calentado desde el primer dia que nos bañamos juntos y que la propuesta de enseñarme los primeros pasos en el sexo era seria. Nico comenzo a acariciarme, obviamente ambos ya estabamos al palo, yo respiraba hondo tratando de no parecer nervioso, pero no pude disimular, el se dio cuenta pero supo contenerme, fue muy carinioso y, con una habilidad increible, comenzo a hacerme el amor como nunca en mi vida lo hice.
Con sus besos y caricias me puso tan caliente que no daba mas, casi me come a besos y cuando llego a la altura de mi pija, empezo a hacerme un pete increible. No pense que iba a aguantar pero lo hice, luego comence yo a hacerle un pete, ah que rico, parece que hubiese sido ayer!!! Nos abrazamos y besamos un largo rato, pero luego paso algo que me dejo sorprendido, mi primo Nico me pidio que se la meta por el orto .... Fue una sorpresa, yo pense que mi culito virgen iba a desvirgarse con su hermosa poronga pero no, en realidad fui yo quien termino dandosela por atras y el gemía como si fuese el mejor polvo del mundo.
A Nico le gusta por el orto, auqnue tambien sabe ponerla, pero lo hace con mucha delicadeza. Esa fue una de las mejores noches de mi vida. El tipo me marco a fuego, nunca pude olvidar lo que paso aquella noche.
Hoy tengo 30 y Nico tiene 38, aunque yo soy soltero y el casado, con dos hijos, nunca olvidamos la primera vez ... y, cuando se da la oportunidad aprovechamos y hacemos el amor como si fuese la primera o como si fuese la ultima vez de la vida. Claro que ahora es mas dificil pero no tanto, como tenemos un negocio juntos siempre aprovechamos los viajes de negocios para hacer una mini luna de miel. Mientras tanto Mario intentó acercarse un par de veces pero no le di ni cinco de bola.

1 comentario - Relatos gay de provincia. Parte II

SoldattiT
Genial el relato!.
Busqué la parte I, pero no la encuentro 😕
Seguí escribiendo que lo hacés muy bien!. Suerte y éxitos.