I parte
http://www.poringa.net/posts/gay/2713519/Los-Camioneros.html
II Parte
http://www.poringa.net/posts/gay/2713922/Los-Camioneros---II-Parte.html
Como íbamos a pasar la noche en ese parador Norberto me llevó hasta una especie de pensión que estaba a varias cuadras donde me alquilaron una habitación (pequeña y muy fea), dejamos nuestras cosas (él estaba en otra) y volvimos al parador. En el camino le pedí pasar por una farmacia porque como dije antes ya el culo me estaba doliendo mucho (falta de práctica) y seguro que algo iba a pasar esa noche. Cuando llegamos me quedé petrificado unos segundos en la puerta porque pensé como carajo le digo a quien atienda que necesito algo para la rotura de ano por exceso de cogida; afortunadamente la solución vino a mí de forma casi milagrosa, “crema hemorroidal”. Entré dejando en la puerta mi actitud afeminada y encaré al mostrador donde una señora mayor y muy amable me empezó a aconsejar cual era la mejor de acuerdo a mis síntomas, me dio una para hemorroides internas que para mi alegría no sólo tenía calmantes sino que iba con lubricante y era de acción rápida, entre eso y el cielo no hay diferencia. Le pedí como atrevimiento me prestara el baño ya que necesitaba urgente la aplicación, así lo hizo y salí con una sonrisa rumbo a mi amigo-amante.
Llegamos a su reunión y todo era como me había imaginado, tipos de todas las edades (no más de 10), uno más feo que el otro, olores que denotaban el poco apego al baño y mucha bebida berreta (vino en caja, cerveza de marca impronunciable, whisky que hasta en la etiqueta estaba mal escrito, etc), música de cumbia más de cuarta todavía y 3 maricones espantosos haciendo esos espectáculos desagradables.
Después de las presentaciones de rigor me senté sobre un cajón en un rincón desde donde veía todo y podía calcular la situación. Norberto ni siquiera se acercó a charlar un poco lo cuál me dejaba en libertad para hacer mis jugadas. Rápido el tipo que tenía más cerca me ofreció un trago y me preguntó si era amigo de Norberto, yo asentí con mi mejor cara de puto, sonriendo levemente y bajando la mirada, el flaco se acercó un poco más y dándome un pequeña palmada en el culo me dijo “vamo’ pa atrás”, se levantó y se fue tras de un camión, lo seguí haciéndome el boludo pero que me vieran ir con este tipo y desaparecí. El flaco me esperaba parado apoyado en el camión con un cigarro en la mano y me apuró a que se la chupara, me arrodillé y puse mi cara cerca de su bulto. Primera reacción negativa, ya su pantalón tenía olor a baño de terminal, desabroché el botón del jean y se lo baje con calzoncillo y todo hasta los tobillos quedando una mata bien peluda con una pija en situación de descanso, el olor era mucho más intenso, más ácido. Saqué mi lengua y con esta le acariciaba la punta de la pija moviendo mi cabeza suavemente para ambos lados, luego la levantaba y la acompañaba para dentro de la boca (todo con la lengua), su pija empezó a reaccionar y se la empecé a chupar con mucha fuerza, no porque el flaco me calentara sino porque era tan fuerte su olor que lo quería hacer acabar rápido, alternaba pajas con chupadas y en menos de 5 minutos ya estaba listo para acabar, lo cuál a diferencia del resto no la tragué, lo hice acabar con la mano y un gran chorro saltó hasta más de un metro de donde estábamos. Se subió los pantalones sin más y me dijo:
-Bien putito, después quiero más.
Yo quedé todavía de rodillas mientras se iba y pensando firmemente en evitar a este flaco, en la medida de lo posible.
Volví a la reunión y cuando me senté vi como varios me seguían con la mirada, me sentía el centro de la fiesta y con la actitud suficiente, lo único que debía tratar era de no dislocarme la mandíbula porque iba a tratar de chuparme la mayor cantidad de pijas (ninguna podía ser peor a la anterior).
El flaco hediondo se acercó a otros 2 que estaban en la otra punta y era evidente que les estaba contando como se la había mamado, yo miraba de reojos mientras tomaba varios vasos de cerveza para sacarme el mal gusto de la boca.
Los 2 tipos se quedaron charlando solos sin quitarme la vista, juntos se empezaron a alejar del grupo y me hicieron una seña con la cabeza para que los acompañe, dejé mi vaso en el piso y me levanté sin siquiera hacerles una seña.
Los empecé a buscar y los encontré parados en un camión con caja cerrada, me acerqué y les pregunté sin rodeos cómo lo íbamos a hacer, uno de ellos me dijo:
-Adentro tengo una colcha para que nos pongamos cómodos y yo entro primero.
Abrieron la enorme puerta del camión y apenas se pudo divisar algo que estaba tirado en el piso, era una especie de lona que nos iba a servir de cama, en ese momento me vino un flash “me va a pasar lo mismo que a la Coca Sarli!!!” y me salió una risa que tuve que contener. Me ayudaron a subir y el tipo me dijo que me sacara el pantalón y me pusiera en 4. Así lo hice mientras miraba hacia atrás y pude ver como se cerraba la puerta quedando casi en oscuridad absoluta. Él ni siquiera se sacó del todo los pantalones, es lo último que llegué a ver porque se fue completamente la luz, lo siguiente fue sentir sus manos que buscaron mis caderas mientras se acomodaba detrás, sentí el sonido del escupitajo en sus dedos que fueron a parar en mi culo y así, en pelo, me la metió. Lancé un pequeño quejido de dolor por como tenía el culo y por el tamaño de la pija que me estaba cogiendo. En cada empujón sentía como ese pedazo de carne me desgarraba mi ya destruido agujero hasta que la pudo mandar hasta el fondo, la mantuvo adentro unos segundos y comenzó con fuerza a cogerme. De no haberme puesto esa crema no lo podría haber aguantado, era enorme, creo que algunas lágrimas me saltaron del dolor, nunca había tenido una tan grande y me estaba matando. Los minutos que pasaron fueron eternos para mi ojete hasta que el tipo me llenó de leche, lo cual ni lo sentí, me di cuenta por los jadeos de este animal. Me dio 2 palmaditas en la nalga y me dijo que me quedara así que ya venía su amigo. Obedecí, pero aproveché para sacar otro poco de crema y con los dedos tratar de que llegue lo más adentro posible (venía con un pico que se inserta bien profundo pero no había tiempo), cuando metí mis dedos me dí con la mayor sorpresa hasta ese momento “3 dedos entraban limpios”, el hijo de puta me había abierto el culo de una manera descomunal, saqué los dedos unté más crema y metí un dedo más, tenía 4 dedos hasta el fondo y habían entrado sin problema, la situación me llenaba de excitación y dolor, en eso me interrumpió el otro que ya se estaba acomodando y yo mordiéndome los labios por si venía otra grande. Por suerte esta era más pequeña por lo que fue más como un masaje sus penetradas, me pude relajar un poco y esperar que acabe. Cuando se descargó por completo hice como para pararme pero me dijo que faltaba otro y yo sin reclamo alguno volví a mi posición. Alguien más entro y otra vez a recibir esas envestidas sin ver siquiera quien me estaba culiando. De este lo único que recuerdo es cuando dijo:
-Huy puto, que abierto tenés el hoyo!.
Con estos tipos mantenía mi relación perfecta, ellos querían meterla en un agujero y yo recibirlas así, sin caricias ni nada, sólo coger. Me hubiera gustado que se pusieran de acuerdo por lo menos 2 para recibir una en la boca al mismo tiempo pero no me importaba, esta era mi gira bautismo y lo estaba pasando mejor de lo planeado.
Cuando el chabón terminó se levantó rápido y se fue, como pude me incorporé y borbotones de leche empezaron a salir de mi culo, puse mi mano en la cola para tratar de atajar algo y tener una idea de cuánto me habían llenado, era increíble, tenía toda la mano repleta de semen y no dejaba de salir, como pude me limpié, acomodé mi ropa y salí, el dueño del camión me esperó para cerrar.
Volví al grupo y ya ni sentado me podía mantener, un pendejo que estaba con su viejo (el premio mayor a la ordinariez) me empezó a apurar pero le tuve que decir que nó, necesitaba descansar. Me levanté saludé a todos y me fui.
Los que se alegraron de mi partida eran las mariquitas puesto que les había cagado el negocio, ellas estaban para coger pero cobraban y lo mío era por amor a la pija, y lejos de agrandarme puedo decir que estaba mejor que ellas 3 juntas y quedaba poco para repartirse.
Casi llegando a mi alojamiento (me gusta exagerar, rancho le quedaba mejor) me alcanzó Norberto y me preguntó si quedaba algo para él, le dije que me dejara descansar por esa noche que la verdad me dolía mucho el culo. Empezó a hacerme una especie de escena de celos y tuve que aflojar (tampoco soy tan difícil). Nos fuimos a su pieza que era apenas más grande que la mía y rápido nos desvestimos. Le pedí si solamente me dejaba chuparle la poronga que no era mentira lo que me dolía el ojete:
-y, vamos a ver! Todo depende de vos.
Norberto se acostó con su cabeza apoyada en la almohada y yo entre sus piernas. Comencé como siempre muy suave sin dejar de lamer su culo, cuando esta creció en su totalidad intenté hacerle una garganta profunda pero no pude, entonces me levante y cambié de posición como si estuviéramos por hacer un 69 pero sólo yo chupaba. En esa posición siempre es más fácil que entre y así fue, me la tragué toda hasta que sus huevos tocaron mis labios. La sacaba, jugaba un poco con la cabeza de la pija y la volvía a tragar entera, sentía como esa poronga chocaba en mi campanilla. Mientras se la mamaba Norberto empezó a juguetear con mi culo y se sorprendió de lo irritado que estaba, intentaba meter unos dedos y yo le sacaba el culo, así estuvimos en esa pelea por un rato hasta que consiguió su objetivo, 2 dedos entraron con increíble facilidad y no me molestó. Yo con la pija tragada entera alcancé mi pantalón y saqué nuevamente la crema y sin soltarle la carne le alcancé y me empezó a embadurnar el culo, primero con esos 2 dedos, luego otro hasta que al final le entraron 4. Quiso meterme los 5 pero salté del dolor, ya su mano era grande. Seguimos un rato en esa garganta profunda y él cogiéndome con sus dedos hasta que no aguanté más y me subí encima, me senté en su chota y quedé un ratito quieto hasta que mi ano bajó un poco su dilatación, cuando la sentí bien lo cabalgué hasta hacerlo acabar.
Me alcanzó un trapo que cumplía la función de toalla, me limpié y me fui. Él quedó durmiendo en pelotas y yo rengueando me fui hasta el baño comunitario. Por suerte este tenía bidet, me senté y dejé salir un rato el agua para que me limpiara bien. Ya ni la crema hacía su efecto así que me sequé y como pude llegué a mi habitación, otra dosis de crema y a intentar dormir porque literalmente me habían roto el orto.
Continuará...
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II Parte
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Como íbamos a pasar la noche en ese parador Norberto me llevó hasta una especie de pensión que estaba a varias cuadras donde me alquilaron una habitación (pequeña y muy fea), dejamos nuestras cosas (él estaba en otra) y volvimos al parador. En el camino le pedí pasar por una farmacia porque como dije antes ya el culo me estaba doliendo mucho (falta de práctica) y seguro que algo iba a pasar esa noche. Cuando llegamos me quedé petrificado unos segundos en la puerta porque pensé como carajo le digo a quien atienda que necesito algo para la rotura de ano por exceso de cogida; afortunadamente la solución vino a mí de forma casi milagrosa, “crema hemorroidal”. Entré dejando en la puerta mi actitud afeminada y encaré al mostrador donde una señora mayor y muy amable me empezó a aconsejar cual era la mejor de acuerdo a mis síntomas, me dio una para hemorroides internas que para mi alegría no sólo tenía calmantes sino que iba con lubricante y era de acción rápida, entre eso y el cielo no hay diferencia. Le pedí como atrevimiento me prestara el baño ya que necesitaba urgente la aplicación, así lo hizo y salí con una sonrisa rumbo a mi amigo-amante.
Llegamos a su reunión y todo era como me había imaginado, tipos de todas las edades (no más de 10), uno más feo que el otro, olores que denotaban el poco apego al baño y mucha bebida berreta (vino en caja, cerveza de marca impronunciable, whisky que hasta en la etiqueta estaba mal escrito, etc), música de cumbia más de cuarta todavía y 3 maricones espantosos haciendo esos espectáculos desagradables.
Después de las presentaciones de rigor me senté sobre un cajón en un rincón desde donde veía todo y podía calcular la situación. Norberto ni siquiera se acercó a charlar un poco lo cuál me dejaba en libertad para hacer mis jugadas. Rápido el tipo que tenía más cerca me ofreció un trago y me preguntó si era amigo de Norberto, yo asentí con mi mejor cara de puto, sonriendo levemente y bajando la mirada, el flaco se acercó un poco más y dándome un pequeña palmada en el culo me dijo “vamo’ pa atrás”, se levantó y se fue tras de un camión, lo seguí haciéndome el boludo pero que me vieran ir con este tipo y desaparecí. El flaco me esperaba parado apoyado en el camión con un cigarro en la mano y me apuró a que se la chupara, me arrodillé y puse mi cara cerca de su bulto. Primera reacción negativa, ya su pantalón tenía olor a baño de terminal, desabroché el botón del jean y se lo baje con calzoncillo y todo hasta los tobillos quedando una mata bien peluda con una pija en situación de descanso, el olor era mucho más intenso, más ácido. Saqué mi lengua y con esta le acariciaba la punta de la pija moviendo mi cabeza suavemente para ambos lados, luego la levantaba y la acompañaba para dentro de la boca (todo con la lengua), su pija empezó a reaccionar y se la empecé a chupar con mucha fuerza, no porque el flaco me calentara sino porque era tan fuerte su olor que lo quería hacer acabar rápido, alternaba pajas con chupadas y en menos de 5 minutos ya estaba listo para acabar, lo cuál a diferencia del resto no la tragué, lo hice acabar con la mano y un gran chorro saltó hasta más de un metro de donde estábamos. Se subió los pantalones sin más y me dijo:
-Bien putito, después quiero más.
Yo quedé todavía de rodillas mientras se iba y pensando firmemente en evitar a este flaco, en la medida de lo posible.
Volví a la reunión y cuando me senté vi como varios me seguían con la mirada, me sentía el centro de la fiesta y con la actitud suficiente, lo único que debía tratar era de no dislocarme la mandíbula porque iba a tratar de chuparme la mayor cantidad de pijas (ninguna podía ser peor a la anterior).
El flaco hediondo se acercó a otros 2 que estaban en la otra punta y era evidente que les estaba contando como se la había mamado, yo miraba de reojos mientras tomaba varios vasos de cerveza para sacarme el mal gusto de la boca.
Los 2 tipos se quedaron charlando solos sin quitarme la vista, juntos se empezaron a alejar del grupo y me hicieron una seña con la cabeza para que los acompañe, dejé mi vaso en el piso y me levanté sin siquiera hacerles una seña.
Los empecé a buscar y los encontré parados en un camión con caja cerrada, me acerqué y les pregunté sin rodeos cómo lo íbamos a hacer, uno de ellos me dijo:
-Adentro tengo una colcha para que nos pongamos cómodos y yo entro primero.
Abrieron la enorme puerta del camión y apenas se pudo divisar algo que estaba tirado en el piso, era una especie de lona que nos iba a servir de cama, en ese momento me vino un flash “me va a pasar lo mismo que a la Coca Sarli!!!” y me salió una risa que tuve que contener. Me ayudaron a subir y el tipo me dijo que me sacara el pantalón y me pusiera en 4. Así lo hice mientras miraba hacia atrás y pude ver como se cerraba la puerta quedando casi en oscuridad absoluta. Él ni siquiera se sacó del todo los pantalones, es lo último que llegué a ver porque se fue completamente la luz, lo siguiente fue sentir sus manos que buscaron mis caderas mientras se acomodaba detrás, sentí el sonido del escupitajo en sus dedos que fueron a parar en mi culo y así, en pelo, me la metió. Lancé un pequeño quejido de dolor por como tenía el culo y por el tamaño de la pija que me estaba cogiendo. En cada empujón sentía como ese pedazo de carne me desgarraba mi ya destruido agujero hasta que la pudo mandar hasta el fondo, la mantuvo adentro unos segundos y comenzó con fuerza a cogerme. De no haberme puesto esa crema no lo podría haber aguantado, era enorme, creo que algunas lágrimas me saltaron del dolor, nunca había tenido una tan grande y me estaba matando. Los minutos que pasaron fueron eternos para mi ojete hasta que el tipo me llenó de leche, lo cual ni lo sentí, me di cuenta por los jadeos de este animal. Me dio 2 palmaditas en la nalga y me dijo que me quedara así que ya venía su amigo. Obedecí, pero aproveché para sacar otro poco de crema y con los dedos tratar de que llegue lo más adentro posible (venía con un pico que se inserta bien profundo pero no había tiempo), cuando metí mis dedos me dí con la mayor sorpresa hasta ese momento “3 dedos entraban limpios”, el hijo de puta me había abierto el culo de una manera descomunal, saqué los dedos unté más crema y metí un dedo más, tenía 4 dedos hasta el fondo y habían entrado sin problema, la situación me llenaba de excitación y dolor, en eso me interrumpió el otro que ya se estaba acomodando y yo mordiéndome los labios por si venía otra grande. Por suerte esta era más pequeña por lo que fue más como un masaje sus penetradas, me pude relajar un poco y esperar que acabe. Cuando se descargó por completo hice como para pararme pero me dijo que faltaba otro y yo sin reclamo alguno volví a mi posición. Alguien más entro y otra vez a recibir esas envestidas sin ver siquiera quien me estaba culiando. De este lo único que recuerdo es cuando dijo:
-Huy puto, que abierto tenés el hoyo!.
Con estos tipos mantenía mi relación perfecta, ellos querían meterla en un agujero y yo recibirlas así, sin caricias ni nada, sólo coger. Me hubiera gustado que se pusieran de acuerdo por lo menos 2 para recibir una en la boca al mismo tiempo pero no me importaba, esta era mi gira bautismo y lo estaba pasando mejor de lo planeado.
Cuando el chabón terminó se levantó rápido y se fue, como pude me incorporé y borbotones de leche empezaron a salir de mi culo, puse mi mano en la cola para tratar de atajar algo y tener una idea de cuánto me habían llenado, era increíble, tenía toda la mano repleta de semen y no dejaba de salir, como pude me limpié, acomodé mi ropa y salí, el dueño del camión me esperó para cerrar.
Volví al grupo y ya ni sentado me podía mantener, un pendejo que estaba con su viejo (el premio mayor a la ordinariez) me empezó a apurar pero le tuve que decir que nó, necesitaba descansar. Me levanté saludé a todos y me fui.
Los que se alegraron de mi partida eran las mariquitas puesto que les había cagado el negocio, ellas estaban para coger pero cobraban y lo mío era por amor a la pija, y lejos de agrandarme puedo decir que estaba mejor que ellas 3 juntas y quedaba poco para repartirse.
Casi llegando a mi alojamiento (me gusta exagerar, rancho le quedaba mejor) me alcanzó Norberto y me preguntó si quedaba algo para él, le dije que me dejara descansar por esa noche que la verdad me dolía mucho el culo. Empezó a hacerme una especie de escena de celos y tuve que aflojar (tampoco soy tan difícil). Nos fuimos a su pieza que era apenas más grande que la mía y rápido nos desvestimos. Le pedí si solamente me dejaba chuparle la poronga que no era mentira lo que me dolía el ojete:
-y, vamos a ver! Todo depende de vos.
Norberto se acostó con su cabeza apoyada en la almohada y yo entre sus piernas. Comencé como siempre muy suave sin dejar de lamer su culo, cuando esta creció en su totalidad intenté hacerle una garganta profunda pero no pude, entonces me levante y cambié de posición como si estuviéramos por hacer un 69 pero sólo yo chupaba. En esa posición siempre es más fácil que entre y así fue, me la tragué toda hasta que sus huevos tocaron mis labios. La sacaba, jugaba un poco con la cabeza de la pija y la volvía a tragar entera, sentía como esa poronga chocaba en mi campanilla. Mientras se la mamaba Norberto empezó a juguetear con mi culo y se sorprendió de lo irritado que estaba, intentaba meter unos dedos y yo le sacaba el culo, así estuvimos en esa pelea por un rato hasta que consiguió su objetivo, 2 dedos entraron con increíble facilidad y no me molestó. Yo con la pija tragada entera alcancé mi pantalón y saqué nuevamente la crema y sin soltarle la carne le alcancé y me empezó a embadurnar el culo, primero con esos 2 dedos, luego otro hasta que al final le entraron 4. Quiso meterme los 5 pero salté del dolor, ya su mano era grande. Seguimos un rato en esa garganta profunda y él cogiéndome con sus dedos hasta que no aguanté más y me subí encima, me senté en su chota y quedé un ratito quieto hasta que mi ano bajó un poco su dilatación, cuando la sentí bien lo cabalgué hasta hacerlo acabar.
Me alcanzó un trapo que cumplía la función de toalla, me limpié y me fui. Él quedó durmiendo en pelotas y yo rengueando me fui hasta el baño comunitario. Por suerte este tenía bidet, me senté y dejé salir un rato el agua para que me limpiara bien. Ya ni la crema hacía su efecto así que me sequé y como pude llegué a mi habitación, otra dosis de crema y a intentar dormir porque literalmente me habían roto el orto.
Continuará...
13 comentarios - Los Camioneros - III Parte
van p