Hacía tiempo que tenía ganas de escribir esto y por distintas razones no lo hice. Lo cierto es que en este momento estoy super caliente teniendo cybersexo con un flaco de España así que aproveché el momento para contarles esto.
Tengo 26 años, soy alto, gordito, con buenas tetas (según los entendidos de internet) y culo redondo. Desde los 14 años empecé a masturbarme pensando en poder chupar una pija y sentir el sexo homosexual, una vez en un arranque de calentura me maquillé y me metí un palo de amasar fino en la cola para ver qué se sentía ser puto pasivo. Mil veces llamé al viejo fono gay y me tocaba escuchando lo que tipos más grandes me harían si me tuvieran con ellos, inclusive una vez estuve a punto de ir a la casa de uno pero no quiso al saber que tenía 15, son de esas situaciones donde la calentura te sobrepasa y haces cualquier cosa.
Los años fueron pasando y en mi cabeza iba recopilando información de lugares a los que iría luego de tener 18 años, entre ellos los cines porno. Cada vez que chusmeaba el diario veía el anuncio del Cine Ideal y me imaginaba entrando y disfrutando de pelis porno junto a otros tipos y la calentura me podía.
Un día finalmente fui a uno de ellos cuando tenía 20 años. Estaba volviendo de la casa de unos amigos y pasé tipo 4 am por el cine que está en Santa Fe y Callao, lo vi y decidí entrar sin pensarlo ya que si titubeaba la vergüenza quizás me ganaba. Pagué la entrada y entré para ir directamente a la sala donde estaban pasando porno gay, me senté en una de las butacas a ver el espectáculo de dos tipos dándose duro sin forro en pantalla gigante. Era genial estar disfrutando de ese show acompañado de otros tipos con mi gusto, aunque estaba enganchado me llamó la atención que al lado había un cuarto oscuro donde entraban y salían tipos como si nada. Cuando me metí me di cuenta que estaban teniendo sexo! Al minuto uno me puso contra la pared, me besó y me metió mano en las tetas, luego me levantó el buzo y comenzó a lamerme los pezones… Por favor, nunca me voy a olvidar de esa sensación de placer que me generó mientras la barba me hacía leves cosquillas. Fue menos de un minuto y se fue, yo quedé con la pija afuera (la cual es pequeña) y con una calentura que me mataba. Luego de eso se me acerca otro pibe que me pregunta al oído si quería que me la chupara, a lo cual accedí por mi calentura. Luego para y me pregunta si me lo quería coger, a lo que accedí nuevamente. Ninguna mina superó hasta ahora el placer que me generó ese culo depilado y redondito, le exploté el orto con mi leche y el flaco se fue agradecido.
Lo cierto es que si bien había tenido una relación gay ya, yo quería algo más, quería chuparla y sentir una buena chota en mi boca. Fue así que un día pasando por el cine Ideal decidí entrar y buscar mi revancha, sabía que era mi día y quería aprovecharlo.
Al entrar vi que el lugar era mucho más grande, le dije al que vendía las entradas que era mi primera vez ahí y así que necesitaba una explicación de cómo manejarme. Me preguntó qué prefería ver y le dije que buscaba porno gay, por ende me recomendó la sala grande de la planta baja. Cuando entré vi a varias personas sentadas y otras que iban y venían de un lado a otro así que decidí sentarme atrás para no llamar mucho la atención. Al rato se me acerca un flaco y se sienta al lado mío, cuando miro de reojos veo que había pelado una pija gigante y mi asombro fue más que obvio. El pibe me mira y me dice “la queres chupar?” a lo que sin responder ni mu le agarré la chota con la mano izquierda y me la metí en la boca. Era la primera vez que podía saborear una poronga y era como en las pelis porno que había visto por tanto tiempo, me atragantaba de tanto chuparla, era algo increíblemente delicioso. En un momento el flaco me frena y me pregunta si no quería ir a los asientos de adelante para que los viejos pajeros no molestaran (los cuales ya me estaban manoseando el culo con muchas ganas). Le dije que sí y nos pasamos a la primera fila, él se sentó y yo me arrodillé bien puta para seguir con lo mío, mientras los tipos que estaban en la misma fila miraban cómo le sobaba la chota al flaco. Seguí un rato así hasta que me di cuenta que me tenía que ir por el horario, lo hice acabar con una paja y me fui, no sin antes regalarle una sonrisa cuando me dijo “la chupas mejor que mi novia”, me sentí realizado. De ahí fui al baño a pajearme mientras escuchaba que al lado uno le estaba rompiendo el orto a otro pibe, una sinfonía de homosexualidad al alcance de mi oído.
También pasé por Tom’s un día que volvía de tomar algo, recordaba que lo había visto por internet y decidí mandarme. Fui directo a una cabina esperando que algún tipo me pasara su pija por el glory hole… Y eso ocurrió a los 2 minutos. Era una buena pija, grande y con una cabeza bien rosada y dura, ni bien entró me la metí a la boca como si fuera agua para un deshidratado del desierto, era otra pija que me estaba comiendo y era feliz. El tipo acabó y me sentí contento porque era gracias a mí y a mi buen pete, otra buena acción de trolo.
Lo cierto es que mis aventuras homosexuales no terminan ahí, también estuve con varios travestis pagos de la ciudad, los cuales todos me hicieron el orto de una buena manera, una hasta me hizo acabar sin tocarme, fue tocar el cielo con las manos! La mejor pija fue la que le comí a una que está en Callao y Corrientes aprox, un festín me hice.
Bueno, espero que les haya gustado y próximamente daré más detalles de escapadas a cines porno o mis encuentros con travestis (siempre de pasivo). Saludos
Tengo 26 años, soy alto, gordito, con buenas tetas (según los entendidos de internet) y culo redondo. Desde los 14 años empecé a masturbarme pensando en poder chupar una pija y sentir el sexo homosexual, una vez en un arranque de calentura me maquillé y me metí un palo de amasar fino en la cola para ver qué se sentía ser puto pasivo. Mil veces llamé al viejo fono gay y me tocaba escuchando lo que tipos más grandes me harían si me tuvieran con ellos, inclusive una vez estuve a punto de ir a la casa de uno pero no quiso al saber que tenía 15, son de esas situaciones donde la calentura te sobrepasa y haces cualquier cosa.
Los años fueron pasando y en mi cabeza iba recopilando información de lugares a los que iría luego de tener 18 años, entre ellos los cines porno. Cada vez que chusmeaba el diario veía el anuncio del Cine Ideal y me imaginaba entrando y disfrutando de pelis porno junto a otros tipos y la calentura me podía.
Un día finalmente fui a uno de ellos cuando tenía 20 años. Estaba volviendo de la casa de unos amigos y pasé tipo 4 am por el cine que está en Santa Fe y Callao, lo vi y decidí entrar sin pensarlo ya que si titubeaba la vergüenza quizás me ganaba. Pagué la entrada y entré para ir directamente a la sala donde estaban pasando porno gay, me senté en una de las butacas a ver el espectáculo de dos tipos dándose duro sin forro en pantalla gigante. Era genial estar disfrutando de ese show acompañado de otros tipos con mi gusto, aunque estaba enganchado me llamó la atención que al lado había un cuarto oscuro donde entraban y salían tipos como si nada. Cuando me metí me di cuenta que estaban teniendo sexo! Al minuto uno me puso contra la pared, me besó y me metió mano en las tetas, luego me levantó el buzo y comenzó a lamerme los pezones… Por favor, nunca me voy a olvidar de esa sensación de placer que me generó mientras la barba me hacía leves cosquillas. Fue menos de un minuto y se fue, yo quedé con la pija afuera (la cual es pequeña) y con una calentura que me mataba. Luego de eso se me acerca otro pibe que me pregunta al oído si quería que me la chupara, a lo cual accedí por mi calentura. Luego para y me pregunta si me lo quería coger, a lo que accedí nuevamente. Ninguna mina superó hasta ahora el placer que me generó ese culo depilado y redondito, le exploté el orto con mi leche y el flaco se fue agradecido.
Lo cierto es que si bien había tenido una relación gay ya, yo quería algo más, quería chuparla y sentir una buena chota en mi boca. Fue así que un día pasando por el cine Ideal decidí entrar y buscar mi revancha, sabía que era mi día y quería aprovecharlo.
Al entrar vi que el lugar era mucho más grande, le dije al que vendía las entradas que era mi primera vez ahí y así que necesitaba una explicación de cómo manejarme. Me preguntó qué prefería ver y le dije que buscaba porno gay, por ende me recomendó la sala grande de la planta baja. Cuando entré vi a varias personas sentadas y otras que iban y venían de un lado a otro así que decidí sentarme atrás para no llamar mucho la atención. Al rato se me acerca un flaco y se sienta al lado mío, cuando miro de reojos veo que había pelado una pija gigante y mi asombro fue más que obvio. El pibe me mira y me dice “la queres chupar?” a lo que sin responder ni mu le agarré la chota con la mano izquierda y me la metí en la boca. Era la primera vez que podía saborear una poronga y era como en las pelis porno que había visto por tanto tiempo, me atragantaba de tanto chuparla, era algo increíblemente delicioso. En un momento el flaco me frena y me pregunta si no quería ir a los asientos de adelante para que los viejos pajeros no molestaran (los cuales ya me estaban manoseando el culo con muchas ganas). Le dije que sí y nos pasamos a la primera fila, él se sentó y yo me arrodillé bien puta para seguir con lo mío, mientras los tipos que estaban en la misma fila miraban cómo le sobaba la chota al flaco. Seguí un rato así hasta que me di cuenta que me tenía que ir por el horario, lo hice acabar con una paja y me fui, no sin antes regalarle una sonrisa cuando me dijo “la chupas mejor que mi novia”, me sentí realizado. De ahí fui al baño a pajearme mientras escuchaba que al lado uno le estaba rompiendo el orto a otro pibe, una sinfonía de homosexualidad al alcance de mi oído.
También pasé por Tom’s un día que volvía de tomar algo, recordaba que lo había visto por internet y decidí mandarme. Fui directo a una cabina esperando que algún tipo me pasara su pija por el glory hole… Y eso ocurrió a los 2 minutos. Era una buena pija, grande y con una cabeza bien rosada y dura, ni bien entró me la metí a la boca como si fuera agua para un deshidratado del desierto, era otra pija que me estaba comiendo y era feliz. El tipo acabó y me sentí contento porque era gracias a mí y a mi buen pete, otra buena acción de trolo.
Lo cierto es que mis aventuras homosexuales no terminan ahí, también estuve con varios travestis pagos de la ciudad, los cuales todos me hicieron el orto de una buena manera, una hasta me hizo acabar sin tocarme, fue tocar el cielo con las manos! La mejor pija fue la que le comí a una que está en Callao y Corrientes aprox, un festín me hice.
Bueno, espero que les haya gustado y próximamente daré más detalles de escapadas a cines porno o mis encuentros con travestis (siempre de pasivo). Saludos
15 comentarios - Primeras experiencias gay (relato)
Te leeria por horas y...Gracias por el momento que me hiciste pasar, eres grande! Eso es escribir!