Adoración del nabo (Episodio 1)

Mi novia es una hembra impresionante, lo que se conoce popularmente como una yegua. Alta, de piernas largas y torneadas, un culo redondo y firme trabajado a base de gimnasio y pija.

Solemos garchar diariamente y siempre en nuestras batallas incluímos de manera ficticia algunos personajes, tipos, que se la cojen, que la violan, la mean, etc. A ella le encanta y a mi también.

Imaginar que la culeamos a destajo entre varios me excita, como se come 2 nabos a la vez mientras le doy pija, más aun...

Con el tiempo he ido despertando una secreta adoración por la verga. Me gusta imaginar que tengo una a disposicion, bien gorda y depilada entera, jugosa, toda para mí.

Le propuse a la putita de mi novia hacer real su fantasía de estar con varias pijas a la vez. Le costó decidirse y me habilitó a que llamara, para empezar y probar, sólo a uno. Pero que fuera un desconocido. La idea me encantó.

Opté por la opción más segura de contratar a un boy, lo elegí por internet, tenía un lomo impresionante, musculado y absolutamente depilado. En su anuncio decía "ambos sexos", esto terminó de convencerme.

Arreglé una cita para coordinar bien el encuentro.

Me recibió en su casa a la hora de la siesta con un calor increíble. Abrió la puerta con un diminuto boxer negro, y mi mirada recorrió ese cuerpo entero sin disimular. Era hermoso, aunque de cerca noté que era muy putito, tenía los labios llenos de botox, y hablaba de forma amanerada, Esto a mi mujer no le iba a agradar.

- Pasá... sentate, fumás?- preguntó el trolo mientras iba a la cocina para buscar algo refrescante.

- Ok, gracias...- respondí tímido.

- Así que querés que me voltee a tu mujer...- preguntó con voz de nena puta.

La pregunta directa me desafió un poco, el vocabulario no era el apropiado.

- Así es, digamos que es un sueño de ella...

- Tuyo no?- sonrió mirandome a los labios

- Depende...

- De qué...

- De lo que tengas ahí debajo...- insinué mientras le daba una pitada al cigarrillo.

En un solo movimiento el puto se levantó y se sacó la diminuta prenda, quedandose con las manos cruzadas detrás de la espalda y mirandome fijo.

El espectáculo no podía ser mejor. Afloró una pija descomunal, venosa y gruesa, semi erecta que prometía todas las posibilidades imaginadas.

La agarré suavemente mientras fumaba y empecé a apretarla lentamente.

Desde la base de los huevos hice un anillo con mis dedos y apretaba cada vez más, notaba como la sangre empezaba a llenar ese envase de carne, musculo y venas.

Crecía de una forma increíble, medía como 25 cm, nunca había tocado una pija que no fuera la mía, y esto me estaba gustando. Empecé a pajearlo lentamente, mientras el trolo permanecía de pie sin rechistar.


(Continuará....bah... si comentan y puntúan continuará 😉 )