Nicolás decide llevar una doble vida (relato gay)

Primero que todo, quisiera agradecer los puntos y comentarios que han dejado en mis relatos anteriores. Espero poder seguir dándoles gusto con esta historia. El desenlace se aproxima... Quienes recién están conociendo mis historias, pueden buscar los capítulos anteriores.

AHORA LOS DEJO CON EL RELATO.

Al día después de haber dejado a Nicolás con una decisión por tomar, estuve muy cerca del teléfono esperando su llamada, la cual tardó bastante en llegar. Como era sábado, estuve en mi casa todo el día, recostado viendo televisión. A eso de las 6 de la tarde, sonó mi celular, era él... Cuando contesté, Nicolás tardó unos segundos en hablar, pero luego dijo con voz suave: "tomé una decisión, ven a mi casa y te cuento". Dicho esto, colgó el teléfono sin más preámbulo.

Yo, quise hacerme el importante, así que me tardé bastante en llegar a su casa. Tomé una larga ducha en la tina, y me vestí y perfumé para la ocasión. Bajé al estacionamiento, subí a mi motocicleta y me fui a casa de Nicolás tomando el camino largo. Llegué a eso de las 9 de la noche, y él me esperaba con una deliciosa cena preparada por sí mismo. Eso me dio alegría, pues por primera vez sentía que su atención hacía mi no era sólo de carácter sexual, lo cual me hizo sentirme bastante reconfortado, pero confundido. Me dijo que lo que yo le había dicho y la forma en que lo había tratado la noche anterior, lo había hecho reflexionar y me prometió que en la intimidad procuraría tener un mejor trato conmigo. Sin embargo, me confesó que para él era imposible asumir su condición sexual, ya que no se sentía preparado, así que prefería mantener lo nuestro en secreto y seguir intentando por otro lado con esta chica, la cual, según él, "le movía el piso". Me pidió que por favor le diera un tiempo para vivir una doble vida, para ver cuál de las dos le gustaba más...

Yo me sentí bastante mal, pues, a diferencia de él, yo había enfrentado mi condición, y aunque no había revelado mi relación con él, asumí lo que me gustaba ser y hacer como persona. Pero en fin, también amaba a Nicolás, y no podía concebirme lejos de él, así que acepté su propuesta, pidiéndole que no fuera por mucho. Él me prometió que sólo serían un par de meses, y que ahí tomaría una decisión definitiva. Cuando terminó de decir eso, no resistí besar su boca con pasión, pues sus palabras mezclaban confusión y desespero, sentimientos que carga un hombre que no se siente capaz de aceptarse tal cual es.

Luego de la cena, pasamos a la habitación. Nicolás reparó en lo bien que me había vestido para la ocasión, así que yo repliqué: "no pienses más en mi ropa, sólo quitámela". Yo estaba muy caliente, pues todas las cosas que pasaban por mi mente conformaban una mezcla de emociones que desembocaban en una gran pasión, pues mi atracción por Nicolás había crecido y sentía que necesitaba conquistarlo, hacerlo decidirse por mi... Así que me di a la tarea de lograrlo: hice que me desvistiera muy lentamente, mientras yo le quitaba su ropa y besaba su cuello con deseo. Lentamente, acaricié su abdomen, mientras él ya comenzaba a buscar sus dedos mi ano palpitante. Decidí que a partir de ese día entregaría el todo por el todo para tenerlo, y sería en el sexo donde pondría mi mayor esfuerzo. Le pedí al oído con voz suave que me penetrara, e inmediatamente me puse de pie y con mis manos abrí mis nalgas. Él se levantó con rapidez, tomó su gran verga y la insertó en mi ano. Mientras me penetraba, le dije que podía hacer conmigo todo lo que él quisiera, que yo sería su puta, y me entregaría siempre a sus brazos. Él me tomó por el culo y enterró su verga de una forma en que nunca lo había hecho, pues sentí su pene en un lugar donde no había llegado. En ese momento, grité de placer y comencé a sudar, mientras gemía de forma bastante acelerada. Nicolás me tomó por la cintura y me empujó boca abajo contra cama con el culo levantado, me cogió la pelvis, y continuó penetrándome mientras me masturbaba. ¡Lo hacía tan bien y tan rápido que no tardé mucho en chorrear toda la sábana con líquido blanco y espeso! Nicolás tomó un poco de los restos de mi semen que había quedado en sus manos y chupó sus dedos, saboreando mi leche tibia y fresca, recién extraída. La tragó con bastante ahínco, para luego continuar con la perforación de mi cola. Yo sentía que iba a estallar de excitación, mientras sentía el hueso pelvico de Nicolás chocar con mi culo cada vez más deprisa, mientras él jadeaba y respiraba hondo, para luego continuar incólume con su profunda penetración. No quería detenerse, y yo tampoco deseaba que lo hiciera, al contrario, me hubiera gustado que se ese momento durara para siempre, ya que sentía como que el corazón se me fuera a detener, de tanto placer que estaba sintiendo mientras Nicolás recorría mi cuerpo con su enorme pedazo de verga, que vació una gran cantidad de semen en mi interior. Cuando ello ocurrió, ambos caímos rendidos en la cama, y nos abrazamos. Sin embargo, de forma bastante inusual, Nicolás me tomó de la mano y me llevó hasta el baño, encendió la ducha y me pidió que entrara con él. Cuando ingresé, su verga estaba durísima nuevamente y mantenía sus manos atrás. Me pidió que me volteara e inmediatamente comenzó a penetrarme con gran velocidad, mientras el chorro tibio de la ducha escurría por mi espalda, sellando un momento de gran placer. De un momento a otro, retiró su pene y comenzó a buscar algo. Cuando lo encontró, sentí entrar por mi ano dilatado un dildo que doblaba en tamaño al pene de Nicolás, mientras él me susurraba "puta" al oído. Yo solté un grito ensordecedor, que aumentó su fuerza cuando, por debajo del dildo, Nicolás comenzó a meter su pene en mi ano también, moviéndose tan lentamente, que parecía que una sola gran verga estaba en mi interior, ensanchando mi culo en dimensiones que nunca antes había experimentado. Nuevamente, solté por mi pija una gran cantidad de semen y Nicolás hizo lo propio dentro de mi ano, para luego proceder a retirar el enorme juguete sexual de mi culo y cerrar la ducha. Yo salí de ahí y me sequé, pasé a la habitación y me vestí, pero cuando me disponía a retirarme, Nicolás me pidió que me quedara a dormir...

Era la primera vez que lo hacía y yo, evidentemente, accedí de inmediato, pensando que después de esta jornada de desenfrenada pasión sexual, nuestra relación había dado un vuelco sincero y que la suerte estaría de mi lado...

Sin embargo, las cartas aún no estaban del todo echadas, y quedaba mucho por descubrir, en medio de la doble vida que Nicolás había decidido empezar a vivir.

ESTÉN MUY ATENTOS PARA EL PRÓXIMO RELATO, QUE NOS ACERCARÁ MÁS AL FINAL DE ESTA HISTORIA. PERO NO SE DESANIMEN, DESPUÉS LES CONTARÉ NUEVAS AVENTURAS.

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3 comentarios - Nicolás decide llevar una doble vida (relato gay)

4215343a +1
Buenísimo!!! 🙂 🙂 fue el que mas me gustó hasta ahora
arty_ziff88 +1
MUY BUENO..Y SUERTE ESPERO QUE SE TE DE