Con el doctor (Relato)

El otro día me pasó algo propio de una fantasía... fui al dermatólogo en uno de estos centros médicos por un lunar que me salió en la pierna izquierda, muy cerca de la ingle.

Cuando entré me encontré con un dermatólogo de unos 30 años, morocho con ojos claros. No mucho más que eso, aunque el chabón me gustó, para qué negarlo.

Le conté lo que me pasaba y me pidió que me bajara el pantalón (me dejé el slip puesto) y me acostara en la camilla. Se acercó y con el dorso de la mano izquierda me corrió el bulto, como para hacerse más lugar y ver bien. Me calentó un poco la situación y la verga se me puso gomosa. El doctor lo notó al toque, levantó la mirada y me dijo:

- Te calienta esto?
- Disculpá...
- Te pregunté si te calienta lo que hice?

Y ahí nomás se fue para la puerta (yo pensé "chau, se pudrió todo"...), pero trabó la puerta y volvió. Volvió a acomodarse como para mirar el lunar, y esta vez me agarró el bulto con la mano completa. Mientras estudiaba el lunar (o eso aparentaba), empezó a amasarme la verga y los huevos lentamente. Como yo no decía nada y la pija se me puso más dura, me abrió el slip, sacó mi verga y empezó masturbarme lentamente mientras me miraba con una carita de caliente que se partía. Cuando me puse bien al palo abrió la boca y empezó a chupármela. Yo no podía dejar de mirar la situación. La mamaba muy bien el loco y casi se la metía toda en la boca.

En un momento me di cuenta que con la otra mano había sacado su propia verga y estaba masturbándose. Linda verga se le veía. Siguió chupándome la pija hasta que le dije que parara, que iba a acabar, pero no le importó un carajo y siguió casi hasta que acabara. Cuando se dio cuenta que estaba por acabarle en la boca, corrió la cara y me masturbó 2 segundos más, haciéndome acabar como una fuente, para arriba. Manché medio consultorio... pero no le importó mucho. Siguió masturbándose un toque más y acabó él también, largando su leche al piso.

Me limpió con una toalla de papel, limpió un poco el consultorio, y me dijo:

- No tenés nada. Si te molesta si crece volvé.

Salí del consultorio sorprendido, pero súper relajado. Creo que la semana que viene saco otro turno...

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