Gimnasio de mi barrio - Parte II

Luego de lo sucedido en

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Gimnasio de mi barrio - Parte II

Al otro día, que era sábado, me desperté con los primeros rayos de sol que entraban por la ventana. Me vi acostado desnudo en una sabana de seda blanca solo en la habitación. Escuche ruidos en la cocina, me lave la cara en el baño, me puse el bóxer y la remera y me fui a investigar. Jorge estaba con jeans y chomba preparando el desayuno. Se dio vuelta y me dijo “Holaaa mmm que bien te ves a la mañana” yo medio vergonzoso solo le sonreí. Me senté en una banqueta junto a la mesa y quede dándole la espalda. “Que rico que se ve este desayuno, que caballeroso usted…” le dije y el contesto: “hay algo más rico todavía”. Lo sentí apoyar el café sobre la mesa y acercarse desde atrás de mi. Me dio unos besos húmedos en el cuello y yo me quede petrificado.

Me baje de la banqueta y hice para atrás hasta notar su erección que me rozaba la cola. Sin darme vuelta le dije: “me quede con ganas de mas ayer, vos?” y él respondió “si, un poco…”. Me apoye sobre la mesa boca abajo, saque colita bien para arriba y le pregunte: “solo un poco?”. “Me re gustan tomy pero me da cosa porque nunca lo hice, no sé cómo hacer…” me confesó. Por un lado me pareció muy tierno pero también me había calentado bastante y quería seguir así que le dije “yo te guio… desnúdame”…

Sentí como buscaba el borde de mi bóxer y de a poquito me lo bajaba, quedando mi la cola al aire. Empezaba a manosearme suavemente los cachetes cuando sonó su celular. Se quedo quieto un segundo pero siguió. Yo estaba como hipnotizado, recostado y a su merced. Enseguida sentí arrodillado detrás de mí, con su aliento haciéndome cosquillas en la cola y rozandome con la lengua en los muslos… yo sabía lo que buscaba y lo esperaba. Pero volvió a sonar el teléfono. “perdona… que inoportuno la puta madre, voy a ver qué pasa” de disculpo.

Se alejo y atendió, yo me subí el bóxer y me puse a tomar el café con leche que había preparado. Lo escuche renegar y quejarse por el llamado “porque no llamaban a alguien más”... “Perdona bebe pero me tengo que ir. Hubo un accidente en la empresa y tengo que estar” me dijo. Solo le sonreí, me había quedado re caliente pero era obvio que no era su culpa. Nos terminamos el desayuno y nos fui a cambiar, todo se enfrió y en 5 minutos estábamos saliendo. Me acerco hasta mi casa, nos despedimos rápidamente y se fue volando.


Iba subiendo al departamento y después de mucho tiempo me lo cruce a Franco, me soprendio verlo. “Hola Tomyyyy, como va?” – “bien y vos? Tanto tiempo.”. Me miro de arriba abajo y me dijo “ahora volando, tengo un quilombo laboral pero si estás más tarde nos tomamos una cerveza queres?” y le conteste: “si estoy, dale…” y también salió apurado.


Había quedado con los pelos de punta y encima me cruzo a mi vecino… ufff! Una duchita de agua fría y algo más para tranquilizarme. El resto del día me la pase ordenando un poco la casa, limpiando y a la tardecita me fui a trotar un rato. Hice un circuito livianito porque hacía mucho calor y como a la hora estaba de vuelta en casa. No me había llevado el celu así que apenas llegue vi que tenía varios mensajes. Algunas boludeces de whatsapp y un msj de Jorge y otro de Franco, mi vecino. El de Jorge decía: “tomy, de nuevo perdona por lo de hoy. Acá estamos terminando, lindo quilombo se armo con unos equipos de la obra, justo también me lo cruce a Franco porque el interviene en este trabajo. Estás ocupado a la noche?” y el de Franco: “bombón, estoy terminando por una urgencia laboral que tuve. Tenes un rato para una champucito tranqui? como hacíamos antes…”.


Me senté, me quede pensando y no supe que hacer. Mientras me pegaba una ducha rápida se me ocurrió una idea… le mande un msj a Jorge: “no te quiero presionar. Entiendo lo de tu trabajo pero capaz estas cansado…si queres lo dejamos así…” y a Franco: “hola vecino, andas con ganas?... vos me haces un favor y yo otro a vos, que decis?”. Enseguida me contesto Jorge: “nooo, por favor, si es por lo de hoy, sé que es algo nuevo para mí pero estoy con muchas ganas, me tenes que ayudar un poco nomás… dale?” y por el lado de Franco: “obvio bebote, bajo en 5 con el champagne bien frío”.


Me puse algo cómodo, de lo que sé que le gusta a mi vecino y lo espere para contarle mi idea. Mientras le mande a Jorge: “bueno dale, venite a casa, hagamos algo divertido así se te hace más fácil…”.


Franco entro re hot, venia con una sudadera, un short y ojotas. Traía una cerveza helada y el fierro gomoso… “Hola bebe… contame”. Le consulte si sabía mi situación con Jorge y me dijo que estaba al tanto de algunas cosas, entonces le conté lo sucedido, y que quería compartirlo con él. Al principio le pareció raro pero el morbo lo convenció: “dale, me parece divertido, lo esperamos y mientras descorchamos. A ver qué cara pondrá…”. Enseguida me contesto Jorge que estaba llegando, que traía helado.


Cuando toco el portero, nosotros habíamos arrancando con el champagne y algunos mimos… Me acomode un poco y baje a abrirle. Jorge estaba como nervioso pero se lo veía excitado.
Me iba contando lo sucedido cuando entras a casa y lo vio a Franco. “Eyyy como andas Franco? No sabía que estabas?” Le dijo. Mi vecino le contesto: “yo te dije que tomy era bien atorrante pero no pensé que tanto…jajaja”. Jorge se quedo duro, blanco y se solo se sonrió. Para tranquilizarlo le dije: “Jorge, tomémoslo con calma, vos hace lo que quiera pero estaría bueno si te relajas…queres servirte una copa?” señalándole el champagne.

Mientras Jorge se servía, con Franco nos fuimos al sillón y empecé a desvestí a mi vecino. Primer las ojotas, después el short, la remera, el bóxer y quedo desnudo parado frente a mí. Yo me saque las zapas, la remera y el pantalón y quede en slip. Comencé a besarle el pecho, los brazos, el abdomen para ir bajando. Quede arrodillado frente a Franco y con su verga inmensa a centímetros de mi cara. Sentí sus caricias en mi cabeza, cerré los ojos y me fue llevando la boca hacia su pedazo… en segundos tenía mi boca llena por su carne. Las primeras lamidas fueron suaves, quería ir recordando ese olorcito… pero enseguida empecé con una euforia renovada a tragármela toda. Lo miraba a Franco que parecía una bestia dominada por el placer que yo le daba, de repente éramos nosotros dos solos y nos habíamos olvidado de Jorge. Mi boca se llenaba de saliva que derramaba por su verga y mi cara. Se hizo un poco para atrás, se sentó en el sillón y yo seguí deglutiendo ese miembro que parecía una torre.


Estuvimos así un rato hasta que franco me separo, me agarro de la cintura y me hizo poner en cuatro patas sobre el sillón. De un tirón me saco el slip y quede desnudo, con mi cola a su merced. Sus primeros lengüetazos me erizaron la piel y me excitaron más aún, hacia fuerza para sacar mi cola para atrás. Su saliva que se desparramaba por mi ano me hacia gemir de placer, su lengua puntiaguda me abría más y más y me dejaba todo mojado, me doblaba de ganas de recibirlo dentro mío. De repente dejo de lamerme y lo mire para atrás. Buscaba en su short un forro que se ponía en segundos, mientras Jorge terminaba su copa y le estaba pajeando. “Vos mira que no es tan complicado…” le dice Franco a Jorge… Cerré los ojos, sentí una de sus manos en mi cintura, una pequeña presión en mi colita y los primeros centímetros de su pija que me abría al medio. Unos segundos de parálisis y después como si entrara en celo, empecé a hacerme para atrás con fuerza, iba y venir y en cada embestida me entraba un poco más. En uno de los empujes hice tope con sus huevos sudados… mi boca se llenaba de saliva, mi corazón latía aceleradísimo, mis piernas temblaban. El dolor pasó a placer morboso, delirante, excitante. Ahora me sujetaba con las dos manos y se movía dentro de mí como una fiera. Me abrazo fuerte desde atrás y en un solo movimiento se vio vuelta, se sentó sobre el sillón y yo quede cabalgando encima de Franco, dándole la espalda mientras que Jorge miraba atónito.


“Veniiii….”le alcance a decir, mientras Franco me subía y bajaba sin piedad. Jorge se acerco, se descalzo, se bajo el pantalón y el bóxer y se me acerco semi desnudo. Con una mano lo acerque más a mí y me metí su verga dentro de la boca. Él empezó a sujetarme fuerte la cabeza obligándome a comerme todo su pedazo que ya estaba muy firme. La saliva me desbordaba, su verga entraba y salía y no podía parar de chuparla mientras Franco me cogía cada vez más fuerte.
El jadeo, la humedad y nuestros sudores nos hacían una sola gota. Jorge me libero la boca y se fue a buscar el champagne que quedaba. Franco me saco de encima suyo y se paro frente a mí, se agarro de los hombros y me empujo para quedar de nuevo gateando en el sillón, mi cola estaba totalmente dilatada y sudada. Jorge me convido un poco de champagne que lo tome del pico sediento, mientras que Franco se sacaba el forro.


Jorge se puso detrás de mí y me tiro todo lo que quedaba de la botella entre la espalda y mi trasero. Franco me agarro de la cara y me hundió su verga en la boca… sus gemidos comenzaron a ser más fuerte y se retorcía del placer de mis lamidas. Escuche un ruido al sobre de otro forro, sentí los pies de Jorge detrás mío, el liquido de la botella que me mojaba la cola, una apoyada suave y un empujoncito para entrarme por primera vez. Mientras me tragaba el pedazo de Franco me di vuelta y lo mire a Jorge a los ojos, le dije: “ahora haceme tuyo…”. Eso alcanzo pasar soltar a la bestia que tenia adentro, me sujeto de los hombros y me hundió toda su carne dentro de mí soltando un “siiii, que cola bebeeee”. Entre las penetradas de Jorge y la forma en que Franco me hacia tragar su verga me sentía frágil como un papel, totalmente sometido a los dos.


Jorge bramaba como un león y a Franco se le entrecortaba la respiración, yo no paraba de agitar mi cola y de chupar todo ese pedazo. Franco empezó a sentir escalofríos, me sujeto fuerte la nuca y así me vacio todo su semen dentro de mi boca. Yo chupeteaba desaforado, no quería perderme nada, mientras él se iba relajando contra el sillón. Terminaba de tragarme todo cuando Jorge desde atrás me la saco, se arranco el forro y me metió su pija en la boca que estaba a punto de estallar. Sentí el tronco de su verga firme dentro de mi boca y de repente un derrame de leche que me volvía a entrar y que succionaba hasta el último hilo, mientras lo miraba a los ojos. Después se iba aflojando y se acostaba en el sillón.


Todo sudados, nos quedamos sentados los tres en el sillón. Jorge y Franco estaban acabados y totalmente relajados, yo seguía manoseándole suavemente las entrepiernas cuando si darme cuenta comenzó a salir gotitas de mi semen y termine acabando todo encima de mi pancita.
Nos miramos y nos reímos. Jorge no podía creer lo sucedido y Franco le decía: “viste? Yo te dije”. Después de unos mimos Franco se paro, se vistió, y nos dijo: “chicos, los dejo tranquilos, me voy a bañar y a dormir, estoy acabado jajaja. Ambos quedan en buena compañía”.

Cerré la puerta con llave y volví al sillón. Nos miramos un rato con Jorge, nos acariciamos y me preguntó: “queres que te bañe?” y le conteste: “me encantaría”.


FIN.

5 comentarios - Gimnasio de mi barrio - Parte II

crossfiter +1
😍 :wink2: 🤤 me encantó
palito_86
genial! me vuelan la cabeza tus relatos!!!
tomasrocasex
Gracias! a veces me parecen medio pesados. que bueno que te gusten
EstebanCasasco +1
me encanto tu comentario muy bueno !!!!! van puntos