Iniciando al primerizo + Yapa (Parte 1)

Sigo con la onda "first time". Continuo con el post de la otra vez, ya que decidi dividirlo, para no hacerlo tan aburrido, espero lo disfruten!
Asimismo, separo este post en 2, para mayor compreension. Pero tranquis, cada uno tiene su yapa ;)


Iniciando a un primerizo

Supongamos que llegaste a la intimidad con alguien que te interesa desde hace buen tiempo. Ambos están desvestidos, y él te dice que nunca ha sido penetrado antes, pero quiere aprender. Tu reacción es crucial. ¿Quieres asumir a un novato? Podrías no estar interesado o, por otro lado, podrías sentirte halagado. Si no estás dispuesto a tomarte el tiempo para hacerlo bien, mejor no lo hagas. Iniciar a un novato es algo que debe ser hecho con paciencia y cuidado.

En caso de asumir el reto, debes enseñarle a relajarse, y guiarlo con instrucciones claras. Asegúrale que lo está haciendo bien, y nunca te apures. Cuando la gente se encuentra nerviosa, no se da cuenta de lo rígido que se pone su cuerpo. Dile dónde lo sientes tenso. Frota esos puntos, masajéalos un poco. No tienes que ser un profesional para ayudarlo a sentirse bien y relajado.

Introduce suavemente un dedo lubricado en su ano. Cuando se sienta cómodo introduce dos, pero no muy rápido. Una vez que tengas ambos dedos en su ano, mastúrbalo con tu otra mano. El placer de la masturbación, conocido por él, es ahora relacionado con la nueva sensación anal. Podrías masturbarlo o chupar su pene casi hasta el punto de hacerlo llegar al orgasmo. Podrías pedirle que él haga lo mismo contigo, cambiando turnos para masturbarse y succionarse el uno al otro, hasta que él esté cómodo y excitado.

Ahora estás listo para penetrarlo. Es momento de pensar en el condón. Recuerda tenerlo a mano. Digamos que él está boca arriba con las piernas apoyadas sobre tus hombros. Mientras masajeas su pene con una mano, explora su ano con los dedos de la otra, y luego con tu glande (es decir la cabeza del pene). Pregúntale cómo se siente. Cuando veas que está excitado, introduce tu glande, pero no totalmente. Deja que él se acostumbre a la sensación antes de continuar.

La primera penetración debe ser lenta y suave. Es fundamental no penetrarlo de golpe. No trates de forzar el camino. Si él se tensa, retira tu pene y usa tus dedos lubricados para masajear su ano otra vez. Si comienza a ponerse nervioso, detén lo que estás haciendo, y si estás dentro de él, pregúntale si quiere que saques tu pene. Dilo en forma calmada. Empieza a retirar poco a poco. Recuerda que su cuerpo está siendo invadido: deja que él te guíe. La mayor parte de las veces, el hecho de saber que puede confiar en ti será suficiente para relajarlo.

Iniciando al primerizo + Yapa (Parte 1)

Hazle saber lo que estás sintiendo, cuán excitante es estar dentro de él, y lo mucho que te gusta. Continúa masturbándolo, pero no al punto del orgasmo. Consigue que él diga lo que siente, pregúntaselo repetidas veces: eso lo ayudará a sentir más placer.

Penetra lenta y suavemente. A ratos deja que él inicie el movimiento. Varía la posición hasta que tu pene masajee su próstata, lo cual le asegurará un gran placer. Finalmente, después de que ambos lleguen, bésalo, abrázalo y dile lo bien que se sintió estar dentro de él.

Posiciones

Estilo «perrito»

En el estilo «perrito», el que va a ser penetrado se arrodilla y se apoya en sus manos o codos, y su compañero lo penetra por atrás. El estilo «perrito» le permite a éste hacer movimientos pélvicos con la mayor rapidez posible. Por otro lado, debido al ángulo, para muchos es la mejor posición para realizar una penetración profunda.

Es también una posición muy sensual. El que penetra puede ver su pene entrando y saliendo del ano de su compañero, y tiene una vista completa de sus nalgas. Su mirada puede recorrer la espalda de su compañero y contemplar sus hombros y tríceps en tensión. También puede rodear con sus brazos la cintura o el pecho de su compañero, y mordisquear su nuca o su oreja. Además, el que es penetrado puede presionar hacia atrás contra el pene de su compañero, masturbarse, o dejarse caer para tenderse sobre su vientre.

Variaciones: Ambos parados, el que es penetrado apoyado sobre una mesa o el borde la cama.

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Cara a Cara

En este estilo, el que va a ser penetrado está recostado sobre su espalda, y levanta las piernas para apoyarlas en los hombros de su compañero, que está frente a él (esta posición básica es conocida como «piernas al hombro»). Así, pueden besarse y regocijarse vertiendo sus expresiones de placer. También es recomendable colocar una almohada debajo de la pelvis del que va a ser penetrado para acomodar el ángulo de penetración.

Para algunos, esta posición es la que permite la penetración más profunda. A otros les desagrada ser penetrados así porque sienten que están en una situación demasiado «pasiva» o «femenina», mientras para otros la pasividad es un estimulante. Algunos objetan la penetración cara a cara por razones más prácticas: sus piernas se acalambran. Si el acto sexual se prolonga, puede ser agotador tener las piernas levantadas mucho tiempo.

Mientras esta posición puede ser la más excitante, personas de diferentes tamaños, formas y pesos pueden encontrar problemas con frecuencia. Pero con un poco de paciencia y ganas, ningún problema es insuperable. Uno puede estar realmente ansioso por hacerlo, pero hay que calmarse y tomar en consideración la comodidad del compañero. Así, ambos lo disfrutarán más.


Se recomienda que, cuando el que está siendo penetrado controle su grado de excitación (sobre todo si se está masturbando) a fin de llegar a la eyaculación junto con su compañero.

Si el pasivo comienza a experimentar molestias en sus piernas o espalda, no debe intentar aguantar, sino decirle a su compañero que quiere descansar o intentar otra cosa.

Variaciones: Una vez conseguida la penetración, ambos pueden recostarse de lado. También, el que penetra puede apoyar un pie en el piso al lado de la cama. Otra posición consiste en sujetar las piernas de tu compañero estiradas contra su pecho, o abrírselas sujetándolas por los tobillos.

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Sentado encima

El que es penetrado se sienta sobre el pene de su compañero. Así mantiene el control, lo que le puede dar mayor seguridad si está aprendiendo a ser penetrado: puede determinar la profundidad, velocidad y fuerza de la penetración. Esta posición reduce la ansiedad de alguien que asocia la penetración con pasividad incómoda. Asimismo, los más experimentados tienen un buen control de sus músculos rectales, y pueden aflojar y tensarlos a voluntad hasta lograr que su compañero esté listo para eyacular.

Para el que penetra, esta posición es relajante y a la vez altamente excitante. Puede echarse y dedicarse a mirar a su compañero. Puede ver su pene deslizándose afuera y dentro de sus nalgas. O puede asumir un papel más activo, excitando a su amante, masturbándolo, o incluso inclinándose adelante para chupar su pene.

Variaciones: Puede hacerse sobre una mesa o incluso en una silla grande. Con cierta agilidad, se puede girar sobre el pene del compañero y llegar a echarse boca arriba si se desea

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Posición «69»

Llamado así por el parecido de dos hombres recostados de lado, succionándose el pene uno al otro, con la figura del número 69. Si alguien te lo está succionando, como resultado de tu propia excitación puedes desear atender con más interés el pene de tu compañero. A su vez, él responderá con más vigor, incrementando tu excitación. Hay total reciprocidad, y el resultado puede ser verdaderamente tremendo, cuando ambos alcanzan el orgasmo simultáneamente.

Algo de lo que la mayoría de gente se queja es de cuán difícil es concentrarse en succionar y ser succionado, ya que ambos placeres son ofrecidos simultáneamente. Para otros, este es precisamente el atractivo del «69».

El «69» es también una manera simple de mostrar a alguien cuyo pene estás succionando, que quieres ser succionado. Si él es joven e inexperto, está temeroso o se siente nervioso, puedes usar esta pose para acercarle tu pene sin forzarlo a nada que no se sienta listo a hacer. Al no verte directamente a la cara, le dejas libertad para decidirse a chuparte el pene, sin la sensación de sentirse observado. Muchos admiten que el «69» fue la posición con la que se iniciaron en el contacto sexual recíproco.

Variaciones: Con uno de los dos recostado boca abajo, el compañero se coloca encima apoyado sobre sus rodillas y sus manos o codos. Una posición que exige más fuerza física consiste en que uno se pare y sostenga a su compañero cabeza abajo.

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De costado

Ambos recostados de lado, uno dando la espalda al otro. El que está ubicado atrás lubrica un dedo y abre el ano de su compañero con paciencia y suavidad. Esta es una posición muy cómoda y tranquila para la penetración. Cuando los músculos están totalmente relajados, él empuja lentamente su pene adentro. Es una de las posiciones más fáciles para que el novato sea penetrado: la penetración no es tan profunda como en otras, y no está tan inmóvil como cuando se echa boca abajo. Inclusive su pene es accesible. De hecho, el que penetra puede fácilmente rodear con sus brazos a su compañero, masturbarlo y acariciarlo.

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Succión

Esta práctica —conocida como «blow job»— aparte de tener una función de precalentamiento, puede convertirse en un acto sexual completo, con orgasmo incluido. El «blow job» es el método preferido para encuentros rápidos («quickies»), o cuando existe el temor a ser sorprendidos. Produce placer tanto para el que succiona como para el que es succionado. Contra lo que se afirma a veces prejuiciosamente, experimentar el control completo sobre el cuerpo y el placer del otro que te da un «blow job», dista mucho de ser una experiencia decepcionante o «pasiva».

Sin embargo, es necesario tener en cuenta los detalles «técnicos». Recorre todo el pene, desde la base hasta el glande, con la lengua húmeda antes de metértelo a la boca. Para causarle mayor placer, lame su glande —que suele ser la parte más sensible— con la punta de la lengua, siempre húmeda. Presta especial atención a la región alrededor del orificio urinario (uretra) y con la parte baja del pene. Para algunos, esas son las zonas más sensibles a este tratamiento.

Es necesario recordar que las normas de sexo seguro recomiendan el uso de un condón cuando se practique esta modalidad

Una vez que tienes su pene en tu boca, juega con él dándole besos y mordisqueándolo suavemente. Succiona el aire mientras extraes el pene y lo lames, ajustando los labios ligeramente para crear fricción. Al introducirlo nuevamente, asegúrate de abrir bien la boca y evita rozarlo con los dientes. Trata de mantener la mayor cantidad de saliva posible para lubricarlo. Mientras más adentro logres introducir el pene, el efecto sobre tu compañero será mayor. Con esto lograrás también producir una mayor cantidad de saliva.

Sin embargo, si no tienes experiencia, es posible que no puedas soportar el pene de tu compañero sin atragantarte. Trata de relajar los músculos de la garganta.

No olvides los testículos. A muchos les agrada que se los acaricien, laman y succionen. De cualquier manera, debes saber usar bien los lados, la punta y la sección plana de tu lengua. Ten cuidado, pues esta zona es más sensible en algunas personas.

Puede ser que a tu compañero le guste que le introduzcas un dedo o dos con lubricante en el ano mientras le haces un «blow job». Sentirás cómo su esfínter se contrae cuando llega al orgasmo. Otros hombres prefieren que les acaricien el vientre, las tetillas, los brazos o las piernas.

Iniciando al primerizo + Yapa (Parte 1)

Caricias

He aquí un buen ejercicio para realizar con tu pareja. Ambos pueden tomar una ducha, y desconectarse mentalmente del estudio, el trabajo u otras actividades. Tu objetivo será acariciar suavemente cada centímetro cuadrado de la piel de tu compañero. Haz que se desnude y se coloque boca abajo en la cama. Comienza por la cabeza y recorre todo su cuerpo hasta llegar a sus pies, o bien al revés. Si prefieres comenzar por los pies, acaricia cada dedo, la planta y los costados, y luego asciende lentamente. Usa tu imaginación. Juega con su cabello, y pellizca ligeramente su piel, si él y tú lo disfrutan. Usa la lengua y los labios, pero no para provocarle un orgasmo, porque de lo contrario el ejercicio se interrumpirá. Detente en cada lugar interesante o en donde sientas una reacción, como el ombligo, las tetillas o los lóbulos de las orejas. Cada persona tiene sus propios puntos sensibles. Encuéntralos, tócalos, lámelos, succiónalos. Por momentos puedes lamer y tocar al mismo tiempo. Cuando hayas terminado con el frente, pídele que se coloque boca abajo. Presta particular atención a sus nalgas. Apártalas y juega con su ano, pero sin llegar al «beso negro» (ver «Beso negro»).

Tómate tu tiempo. Cuando hayas terminado, invítalo a recostarse junto a ti para tocarse mutuamente. Uno de los dos puede necesitar ser abrazado. Algunas parejas hacen el acto sexual después del ejercicio, y otras lo evitan. Lo importante es hacer lo que ambos deseen.

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YAPA N° 1
algo tranqui para relajarse ya que recien se arranca, un lindo chabon empezando con unos masajitos ;)


http://www.redvak.com/11522/u-visit-segredo-de-cueca-jack-utberg-2/

Aca abajo dejo el link de la segunda parte del post. Espero lo hayan disfrutado!

PARTE 2
: http://www.poringa.net/posts/gay/2522991/Iniciando-al-primerizo-Yapa-Parte-2.html

1 comentario - Iniciando al primerizo + Yapa (Parte 1)

GiulianoDe
realmente muy copado tus post +5