Relato con un jugador de fútbol

El club de fútbol en el que me desempeño hace pretemporada no en la sede central, sino en una especie de villa olímpica que posee en el conurbano bonaerense, por lo cual debo trasladarme hasta ese sitio, lo cual no me es nada cómodo.
Uno de los jugadores (el N° 2 para aquellos que siguieron mis relatos anteriores) se ofrece a llevarme todos los días ya que de camino a la villa mi casa le queda de paso. Por supuesto acepto, porque me ahorra tiempo para llegar y porque el flaco me atrae y quiero repetir nuestra última experiencia pero solo nosotros dos.
Ayer fue el primer día, me pasa a buscar puntualmente, enfila para la autopista y nos dirigimos a la villa olímpica. En el trayecto hablamos de boludeces, no íbamos muy rápido por la niebla, de tanto en tanto le miro la entrepierna, lleva un jogging, así que no marca mucho. Él hace como que no se da cuenta, pero noto que se sonríe. Después de un rato le hago referencia a nuestro encuentro. Se sonroja un poco, me dice que le gustó mucho, pero que se quedó con las ganas de más. Yo le cuento que de lo que tengo ganas es de estar solos nosotros dos (antes lo habíamos hecho en trío). No me contesta, sólo me queda mirando, pero sus ojos brillan un poco.
Una vez que llegamos, cada cual se dedica a lo que hace, él a entrenar y yo a mis ocupaciones en el depto. de preparación física. Los entrenamientos no son muy exigentes, así que no hago más que algunos indicar algunos movimientos para entrar en calor. Veo a “Gota”, lo saludo y me contesta con un guiño de ojo.
Cuando termina el entrenamiento, veo que viene N° 2, me dice ¿vamos? Te llevo, le pregunto si no se va a duchar, me dice que prefiere hacerlo en su casa, que está cansado y quiere volverse rápido. Preparo mis cosas y vamos a la camioneta. Así como cuando vinimos, toma la autopista, casi no habla, va mirando directo al frente, pienso que es por la niebla que ahora está más cerrada.
A la altura en que debe salir de la autopista para mi casa, veo que sigue de largo, le digo que se pasó, a lo que me contesta que vamos a su casa. Me encantó! Le digo.
Ya en su casa me dice que nos duchemos juntos. Muy buena la propuesta, le digo. Pero antes quiero desvestirlo, despacio. Le saco la campera, la remera y la camiseta térmica. Un cuerpo bien trabajado, unas tetillas bien duritas, lo beso en la boca y bajo por el cuello hasta el pecho, mordiéndolo suavemente cada tanto. Él se deja hacer. Bajo más, le bajo los pantalones, queda a la altura de mi cara su bulto, no tiene una pija grande, tiene el tamaño justo y necesario, veo cómo se le empieza a poner dura, me la meto en la boca y se la chupo profundamente, sin apuro, tiene olor a sudor, a actividad física, me calienta eso. Me agarra del cuello y de hace subir. Me conduce hacia el baño, lo sigo mirándole el culo, QUÉ COLA! redondita, paradita, apretada, una manzanita hermosa, dan ganas de morderla toda. En el baño, abre las canillas y mientras el agua se calienta, me desviste. Yo llevo sólo un ambo blanco, casi que me lo arranca, me saca el bóxer, me agarra la chota con ambas manos y me pajea, le digo que me la chupe, pero se mete en la ducha, lo sigo, me pide que le enjabone la espalda, sin dudar le paso la esponja por la espalda, culo, piernas, cuello, mientras lo enjabono, le abro el culo con las manos, le acaricio el ano, le meto un dedo apenas, él arquea el culo para atrás y se agacha un poco. Me agacho también y clavo mi cara dentro de su culo, le meto la lengua, le lamo el ano, la punta de la lengua entra y sale en su culo. Él comienza a gemir, cómo me calienta!!! Me paro y lo abrazo desde atrás, yo estoy al palo mal, él tengo la verga tiesa, lo apoyo y él me refriega el culo contra mi pija, me excita terriblemente, se da vuelta y se pone de rodillas, me hace una chupada increíble, y mientras me la chupa, desde abajo me mete la mano en el culo, primero me acaricia el ano, pero después comienza a meterme la punta del dedo medio, sabe cómo excitarme. Veo cómo se pajea mientras me chupa la pija y con la otra mano me acaricia el culo. Sus movimientos comienzan a ser más rápidos, le digo que estoy a punto de acabar, se saca la pija de la boca y me pajea, le acabo en el cuello mientras veo cómo eyacula.
Terminamos de ducharnos y vamos a la cama. De costado y frente a frente nos seguimos besando, su lengua es bien experta, me recorre toda la boca, me lame el cuello y las tetillas, se me para otra vez y siento su pija endurecerse también. En un momento deja de besarme y se pone boca abajo, no pierdo tiempo, salto hacia su culo, se lo abro con ambas manos y le clavo la lengua en el ojete, se lo salivo bien y sin más juego, le apoyo la pija. Arquea la espalda, levanta el culo, lo agarro de la cintura y dejo que él se la vaya clavando solo. Empieza a moverse, atrás y adelante, cada vez que se mueve se la meto un poco más, siento su culo caliente, nuestros testículos chocan entre sí, eso se ve que lo calienta más, ahora y la tiene toda adentro, gime, cada tanto me dice “soy tu puto” “garchame”, le pido que se dé vuelta, se abre de gambas y de frente se la vuelvo a clavar, veo su pija dura y lo empiezo a pajear, en mi abdomen siento el calor de sus testículos. Yo estoy por acabar otra vez, sé que le calienta que le acabe en el pecho, le digo que estoy a full y a punto de estallar, me dice que le acabe en el pecho, se la saco y me siento sobre su pija, a mí me excita terriblemente que me puerte el culo, no me penetra, me frota la pija sobre el culo y casi si tocarme le acabo en el pecho, pero lo que más me calienta es que él también acaba en mi culo, puedo sentir el calor de su semen entre los cantos del culo, QUÉ PLACER! Caigo rendido sobre él, lo beso en los labios suavemente.
Después de un momento, volvemos a la ducha. Me invita a cenar y a quedarme a dormir, no lo pienso mucho. Lo que sigue…será otra historia.