Estrenando a Nacho... (Relato)

Conocí a Ignacio en el club. Tiene 24 años, es flaco, alto, no muy fachero, súper simpático y hablador, y está terminando la carrera de Arquitectura. Compartimos un par de actividades deportivas y también un grupo de amigos/compañeros de club, bah!

Hace unos sábados nos juntamos todos para hacer un asado en la quinta de uno de los pibes. Pasamos todo el día boludeando en la pile, jugando a la pelota y a las cartas, hasta que se hizo de noche. Como corresponde, cenamos las sobras del asado del mediodía y boludeamos un rato más. Entre las cosas que charlamos, surgió el tema de las minas, y cada uno contó alguna experiencia, copada o graciosa, pero todos contamos algo. Nacho contó que había salido con un par de pendejas pero que hacía un par de años que no conseguía ponerla. Tipo 2 de la mañana emprendimos el viaje de vuelta, y me ofrecí a llevar a Nacho hasta su casa, dado que vive a unas 20 cuadras de la mía.

En el viaje seguimos charlando un par de cosas y, de la nada Nacho me dice:

- Viste lo que conté de las minitas con las que estuve?
- Sí...
- Bueno, en realidad lo inventé para no quedar como un virgen, pero lo cierto es que no estuve con ninguna.

Ahí se me encendió el radar: El pendejo no era fachero, pero tampoco era un desastre como para no haber tenido nunca una minita que lo siga. Seguí preguntándole:

- Che, pero nada nada?
- No, nada.
- Y con un flaco?
Se cagó de risa y me dijo que tampoco. A lo cual le dije sin mucho esperar:

- Y qué estás esperando para probar? Estás buscando algo en particular?
- No sé... nada, bah! Nunca probé nada.
- Bueno, si querés yo te puedo explicar cómo es...

Volvió a reirse nervioso, mirando al camino.

- Dale, no seas boludo. Si tenés ganas de probar, este puede ser el momento...

Creo que no dudó mucho y me dijo

- Bueno, si te cabe, dale. Pero no te zarpes y no le cuentes a nadie, que sería mi primera vez.
- Fumá! -dije-. Querés que vayamos a un telo?
- No, vamos a casa -me había olvidado que se había mudado hacía poco a un monoambiente-.

Cuando bajamos de la autopista encaré una farmacia y compré preservativos y lubricante. Llegamos a su casa y me ofreció tomar algo. Le respondí:

-No, vamos a lo nuestro, te parece?

Nacho no me respondió más que con una risa nerviosa, una mirada esquiva y un "bueno, dale..."

Fuimos hasta la cama y se quitó la remera. No tardé ni un segundo en acercarme para ayudarlo a quitársela. Luego le deprendí el cinturón y el jean mientras él se quitaba el calzado. Se terminó de quitar la ropa y quedó en boxer. Yo me desnudé rápidamente mientras él me ayudaba. Se lo notaba nervioso y a la vez excitado. Cuando quedé totalmente desnudo le dije:

-Dale, sacate el boxer. O querés que te lo saque yo? No tendrás vergüenza boludo... Nos vimos 100 veces en pelotas en el vestuario...

Se quitó el boxer ya con la verga parada. Tenía una linda verga, que nunca había visto en erección. Era mucho más linda que dormida, claro.

Le pedí que se acostara en la cama y empecé a acariciarle la verga y las bolas, y después a masturbarlo lentamente. Cerró los ojos y tiró la cabeza para atrás. Yo me incliné sobre su verga y empecé a mamársela, por lo que Nacho empezó a gemir como si nunca se lo hubieran hecho en su vida (de hecho, nunca se lo habían hecho...). Aproveché su excitación y me recosté al lado suyo, dejando mi verga a la altura de su boca para poder hacer un 69. No sabía mucho pero evidentemente había visto películas, porque arrancó a full a chuparme la pija. La mamaba bastante bien para ser su primera pija, haciendo que mi calentura se pusiera a mil.

Le pedí que parara y fui a buscar los forros y el lubricante que estaban en el pantalón. Volví con el lubricante ya abierto, y me lubriqué dos dedos. Volví a la posición de 69 y le abrí un poco las piernas para acariciarle el ano. Primero lo acaricié bien por fuera y luego metí lentamente un dedo hasta la mitad, haciéndolo gemir. Su ano se contraía y dilataba una y otra vez. Después aproveché una de sus dilataciones para meter lentamente otro dedo, y así jugar con dos dedos dentro de su culo virgen. No tardó mucho en volver a relajarse, asì que empecé a jugar más y más profundo, tratando de abrir su ano una y otra vez, preparándolo para poder penetrarlo luego a vergazos. Estuve unos 5 ó 10 minutos jugando así, mientras alternaba mi boca y mis manos en su verga, haciéndolo temblar por momentos.

Pasado ese tiempo, le dije que si se animaba iba a penetrarlo. Me dió una de sus risitas nerviosas y me dijo:

- Dale...
- Ponete boca abajo -le dije.

Lo hizo al toque, así que me calcé el preservativo y volví a lubricarle el culo. Le pedí que acomodara un par de almohadas debajo de su pélvis para levantarlo un poco. Me lubriqué la verga y le abrí las nalgas con mis manos, mientras apoyaba mi verga en su culo. Tomé mi pija y empecé a jugar en su ano, acariciándolo con la punta y empujando cada tanto, como para ver su reacción. Él seguía sonriendo, como reconociendo mi juego. No tardé mucho en calentarme a full y mi instinto me llevó a querer penetrarlo en ese instante. Empecé a empujar suavemente hasta que, no sin dificultad porque no entró al primer intento, la cabeza de mi verga logró entrar en su culo, todavía bastante cerrado. Dio un gemido de dolor, aunque no cambió la mueca nerviosa en su cara.

- Estás bien? -le pregunté-.
- Ahá -me dijo entre dientes-.

Me quedé unos segundos quieto para que su culo se acostumbrara y luego empecé a bombear lentamente, metiéndole la mitad de mi verga y sacándola hasta dejar sólo la cabeza dentro. Nacho empezó a gemir, mezcla de dolor y placer, mientras yo entraba y salía, cada vez más profundo, hasta lograr meter toda mi pija en su culo, hasta hacer tope con sus nalgas. Sus "ah, ah, ah!" me excitaban muchísimo, y mi verga estaba súper hinchada y dura.

- Te gusta Nachito?
- mmmmhhh... sí... -respondió-.
- Tengo la verga como para cogerte toda la noche, pendejo!
- ah, ah!
- Dale, te gusta la verga? Te gusta sentirla toda?
- Sí, cogeme todo, ah, ah!

Ese diálogo me recontra calentó, así que empecé a bombearlo más rápido, fondeándole el culo hasta donde daba mi verga, entrando una y otra vez, cada vez más fuerte y profundo. Nacho se excitó a pleno y empezó a gemir más y más fuerte con cada arremetida de mi poronga dentro suyo. Seguí entrándole a pleno hasta que ya no aguanté más y le dije:

- Voy a acabar, pendejo! Dónde la querés?
- Ah, ah! Donde quieraaas!!!
- Date vuelta, vení! -le dije-.

Saqué la verga de su culo y me quité el preservativo. Se puso boca arriba y me senté sobre su pélvis. Sentía su verga durísima y caliente debajo mío. Empecé a masturbarme como loco hasta que le dije:

- Tomala! Tomá la lechita Nachito!! Tomala toda!

Y acabé en su pecho y en su cara. Mientras acababa sentía su verga dando golpes en mi culo por su propia calentura. Seguí masturbándome hasta que largué mi última gota y me senté al lado suyo. Tomé su verga en mi mano y empecé a masturbarlo a full para que acabara. Nacho estaba a mil y su verga era un palo duro y caliente. Tardó menos de un minuto en acabar mientras le exprimía la poronga con mi mano, al tiempo que le acariciaba los huevos.

Me recosté al lado suyo y le dije...

- Y, Nacho... qué te pareció esto?
- Me encantó...
- Cuando quieras repetimos...

Estuvimos 5 ó 10 minutos ahí charlando sobre el tema, hasta que lo invité a ducharnos. Ahí no pasó mucho más que un par de caricias en las vergas y en los culos de ambos. Luego de eso tomamos algo y me fui a mi casa. Ya eran como las 4...

Si gustó comenten y recomienden que es gratis y hace crecer la verga!!

27 comentarios - Estrenando a Nacho... (Relato)

KaluraCD +1

Muy buen relato, me encantó !!

Estrenando a Nacho... (Relato)
Pasionxxi +2
Muy buen relato, me encanto
sedesama +1
pasame el numero de nacho !!! y el tuyo !!!
hotmen85 +1
que buen relato 🔥 🔥 🔥
PutinR +1
Muy bueno!!
gonzalogchu +1
excelente..QUIERO UN NACHO PARA MIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII
Brios33 +1
Quiero un amigo asi diooos!!
kramalo +1
muy bueno..!! si estaba virgen, yo me lo hubiera cogido a pelo...
Brios33 +2
Tremendo! Me encantaria que me pase algo asi con un par de amigos! 😛 jajaja
dedevoto +1
Aunque ya lo había leido antes, volví a quedar duro...