Recordando los viejos tiempos (relato)

Con Omar comenzamos a divertirnos en la adolescencia, masturbándonos mientras mirábamos fotos o películas porno cuando eran altas horas de la madrugada. Nos metíamos bajo las sábanas y nos bajábamos los calzoncillos para empezar a toquetearnos nuestras pijas que estaban durísimas de ver a esas hermosas mujeres en el cable o en las revistas que guardábamos.
Pasó el tiempo y él se casó y yo luego me casé. Yo sigo aun casado y él se separó. No hemos dejado de vernos porque somos casi primos, hay familia en común y esa es la razón.
Justamente en una fiesta familiar fue que coincidimos y conversábamos de todo. El secretiró a fumar y yo lo seguí. Ahí empezamos a hablar de minas, habían un par que estaban buenas...
Omar: Ché seguís yendo a puteríos?
Yo: Muy de vez en cuando... ahora tengo la guita muy contada
Omar: Y travestis? Te comiste alguno?
Yo: Alguno? Cientos! Jajaja
Omar: ¿Te sigue gustando?
Yo: nunca me dejó de gustar... me gusta todo…

La charla siguió por otros rumbos y en un determinado momento hubo que ir a buscar mas bebida y el lugar era la casa de los viejos de Omar donde él y su exmujer vivían. Nos ofrecimos – no por nada – y fuimos en mi auto.
Llegamos a la casa, que estaba vacía y me preguntó como era estar con una travesti. Le dije que una mezcla entre lo mejor de una mina y lo mejor de un tipo. Mientras tanto, el prendía la computadora para ingresar a una página de trabas… La casa estaba bastante lejos de la fiesta, así que podíamos mirar tranquilo.
Nuevamente, después de casi 15 años, vi a Omar sacarse la ropa y masturbarse mirando fotos porno… yo empecé a tocarme también y vi que el tamaño de su pija había crecido aun mas…
Mientras el proseguía cun su paja, yo entré a la habitación de su exmujer y comencé a hurgar los cajones de la cómoda. Unos minutos después…

Te puedo adelantar un poco – le dije

El se paró y yo me senté frente a el. Mi mano agarró firmemente esa poronga gruesa para comenzar a pajearla y chuparla, pero esta vez más experimentado. Me paré y él comezó a imitarme, pero se encontró una “sorpresa”. Me había puesto una tanga por donde se escapaba mi verga. Me dio la vuelta y mi culo volvió a sentir sus dedos. Nos tiramos en la alfombra para un 69 exquisito.
Llegado un momento me incorporé y mi ano ya estaba preparado para una cogida. Primero le chupé esa pija un poco más, luego forrito y (lubricado con mi saliva) me empezó a coger suavemente… en ningún momento me saqué la tanguita, solo me la corrí.
Cerré mi ano para apretar esa deliciosa poronga que estaba dentro mío solo para verle esa cara de turro.

Te cojía así la puta esa? Le pregunté.

Ahí me salí y el se pajeó fuertemente para acabar en mi cara.. Luego yo acabé en su mano y nos chupamos las pijas chorreantes para después ir al baño, lavarnos, cambiarnos y volver con más vino a la fiesta. En el viaje de vuelta le prometí un trío con Mariana, amiga y travesti. Cuando suceda les cuento…

3 comentarios - Recordando los viejos tiempos (relato)

KaluraCD

muy bueno el relato !!!
espero el próximo ❤️
kamyluc
muy buenos tus relatosss

kmi ❤️
josegroso
caliente... 🤤 🤤 🤤