Una noche Hot.

Espero que les guste mi primer post así les cuento mas cosas.
Lo que les voy a contar hoy es la noche mas quente que me ha tocado vivir en los últimos tiempo.
Hace una semana atrás recibo en mi mail una incitación para participar de una fiesta privada gay que se haría esa noche en un boliche de capital, la idea era tentadora ya que la fiesta era nudista y a mi me cabe esa onda; el punto es que maquinandome lo que podria pasar en esa fiesta confirme mi participacion y me cambie para salir rumbo a capital. Si bien yo había oído halar de estas fiestas privadas y habia visto un par de pelis nunca me imagine que podía participar de una.
Cuando llegue a la dirección que me indicaron (ahí por Av. Santa Fe y Cerrito) me anuncie con mi mail, pague la entrada y con ella me dieron una consunción el ticket del guardarropas y y los forros. Entro y ahí nomas me recibe un chico alto y rapado vestido solo con un boxer blanco y una remera del mismo color, la verdad es que si ese era el recepcionista no me quiero imaginar como son los que participan de la fiesta. El chico me acompaña hasta los guardarropas y allí me recibe el encargado, un chico de pelo largo y barbita tipo candado, con una musculosa negra y un slip muy ajustado del mismo color y que por cierto marcaba toda su humanidad; el encargado me da una bolsa para que me cambie. Hice lo propio como muchos de los que estaban allí me cambie, es decir me desnude totalmente y solo me quede con el calzado, no tienen una idea lo bueno que es estar en bolas totalmente en un lugar sin que nadie te tilde de degenerado o te mire raro.
Cuando me termine de cambiar deje mis cosas en el guardarropas y me fui a la barra a tomar algo y mirar el ambiente, muchos chicos de entre 20 y 25 años y el resto de los hombres de mi edad, mas o menos unos 30 a 35 años. En lo que normalmente es la pista para bailar en ese boliche había cómodos sillones y mesitas para tomar algo; fui hasta uno y me senté a tomar mi cerveza que era lo que había pedido. Mientras tomaba mi cerveza y miraba la peli porno gay que pasaban en una de las pantallas gigantes veía que todos, en algún momento, pasaban por el reservado del boliche; como la curiosidad me mataba termine la cerveza y me dispuse a ir yo también al reservado a ver que onda.
Yo no les puedo explicar lo era esa escena, en un rincon había tres chabones franeleando entre ellos, sobre uno de los sillones un pibe le chupaba la pija a un musculoso que la verdad no estaba para despreciar y por el fondo la verdadera fiesta, cerca de 20 flacos de toda edad y cuerpos variados haciendo lo uno se pueda imaginar, chupadas dobles y triples, cogidas en trencito, tocadas de pija y culo por doquier.

Entre tanto sudor y calentura yo ya estaba a full y quería algo de acción, así fue que paso un flaquito lampiño totalmente y de unos 22 añitos que me mira, complice de esa mirada lo seguí hasta un rincón y empezamos a darle a la franela, el pendejo se dejo meter mano a mas no poder y yo no podía mas de la calentura cuando de repente se arrodillo y me pego una mamada para el recuerdo; debe haber estado como media hora entre mis piernas chupando y chupando hasta que consiguió lo que quería que yo acabara en su boca, la sensacion fue tan placentera como caliente verlo a ese nene de 22 tragándose todo y mirándome a los ojos como pidiendo mas. El punto es que quieria mas y yo pense que no iba a poder responder de una pero lejos de eso y en el ambiente de calentura total en el que estábamos yo seguía con la pija a full, el pendejo me puso un forro con la boca, se puso de espaldas a mi y como quien entrega una ofrenda a un dios me entrego su culito maravilloso, el pendejo al principio gemía de dolor, porque si bien no tengo una superdotacion si tengo unos modestos 17x5 y se ve que el grosor y el estar de parados le costaba dilatarse. Empecé a darle bomba con ganas como para que tenga, guarde y reparta y el pibe agradecía moviendo sus caderas y su colita de una forma espectacular; debemos haber estado así mas o menos otros 40 minutos hasta que el flaquito de tanto pajearse acabo con un chorro de leche que hacia que su culito se contrajera y me provocara acabar dentro de el y con una fuerza que ni yo me reconocia, por cada chorro de leche que acababa lo clavaba con alma y vida. Terminamos y nos fuimos al baño a limpiarnos un poco. cuando volvi me tome otra cerveza y volvi a los recerbados por mas pero esa historia se las cuento la proxima.