Foto, fantasía y realidad

No puedo asegurar el tiempo exacto en que la idea me venía dando vueltas en la cabeza, seguramente aquella foto que casi sin querer encontré en Poringa fue la que fijó la idea y la transformó en la búsqueda tan deseado que finalmente concreté hace algunos días.
La foto no era nada de otro mundo, es más, para estar en Poringa casi insignificante, ese cuerpo tapado por las ropas y apenas insinuando, eso, creo que eso fue lo que más me atrajo, la insinuación en lugar de lo explicito, el pelo rubio cayendo a ambos lados de la cara, los pechos trasluciéndose y marcando los pezones en su musculosa y la tanga asomando apenas por sobre el short haciendo suponer un hilo delgado perdiéndose por detrás. Por otro lado la mirada picara y desafiante y esa lengua asomando apenas su puntita sobre un costado de los labios terminaban de armar un cuadro casi perfecto e irresistible.
Nunca pude encontrar datos en la web sobre esa foto, todas las búsquedas fueron inútiles, solo me quedaba buscar un parecido si quería concretar aquella fantasía, madrugadas enteras con mi pareja durmiendo en la cama doble y yo en la compu chateando y chateando tratando de encontrar algo que asemejará aquello, y cuando parecía lograrlo, al apurar los trámites para el encuentro, todo se disolvía en fotos truchas de gente que inventa identidades para joder en la web, mientras tanto muchas veces terminaba masturbándome en el baño de solo imaginar ese encuentro y pensar las mil formas distintas en que ocurriría.
Un día llegó, tanto buscar y buscar dio sus frutos, era domingo, la imagen se presentó en nombre de Giselle en su perfil y entrada la charla virtual fui dándome cuenta que era real, ese domingo por a noche exploté casi sin tocarme mientras planeábamos el encuentro, por cierto, algo extendido en el tiempo, para el viernes siguiente por la mañana, mis compromisos impedían ese día otro horario que no fuera matutino, pero dentro de una habitación donde hay fuego no existe el reloj.
Pasaron los días y la cabeza volaba, en algunas oportunidades pensaba en desistir pero bastaba abrir el messenger para volver a juntar ganas, las promesas eran de furia y descontrol sexual y ya podía palpar que se concretaría.
Esa mañana desperté antes de lo habitual, tomé un baño y luego de cambiarme y desayunar salude a mi mujer con un largo y apasionado beso. Fui puntual y ella también, ingresamos como escondiéndonos del mundo y allí estábamos uno frente al otro, nos besamos casi sin decirnos una palabra, apreté sus nalgas contra las palmas de mis manos y mi lengua recorrió cada rincón de su boca así también lo hacía ella hasta que comenzó lentamente a descender y recorrer mi pecho y mi vientre con su lengua húmeda, desprendió mi pantalón casi al mismo tiempo que lo bajaba, y apenas tocó mi bóxer mi pene ya erguido apuntó a su boca, lo saboreo primero como probando el más exquisito manjar y comenzó a chuparlo desesperadamente lo comía con placer, lo recorría y con sus manos me masturbaba en los pequeños instantes que descansaban sus labios y lengua, no tarde en llegar al límite máximo de aguante y se lo advertí, hizo oídos sordos y lo metió más adentro de su boca, acabé allí nomás gritando de placer, ella sonreía y succionaba como queriendo no dejar nada fuera de su boca, cuando dejé de mover mis caderas se paró frente a mí, volvió a besarme apasionadamente y pude sentir ese sabor único, recibí los jugos de su boca y parte del trago que no había terminado de digerir, fue un intercambio sin igual y allí me animé, era mi turno, así lo habíamos pactado y no podía echarme atrás, sobretodo porque realmente a esa altura lo deseaba más que nunca, así que descendí recorriendo su cuerpo, primero sus pechos, los bese, los mordisqueaba y ella comenzaba con sus primeros gemidos, seguí mi descenso y bajo la tanga diminuta encontré su pene semi erecto, Gisella volvió a sonreír y se desplomó en la cama boca arriba, me tiré sobre ella y fui directo a su pija, la trague hasta más no poder, succionaba y pajeaba, lengüeteaba y comenzaba a recibir los líquidos del pre mientras la erección llegaba al máximo, lo chupe con tantas ganas como nunca había sentido antes en una lucha de sexo cuerpo a cuerpo, era mi primera vez, luego de tanta búsqueda allí estaba disfrutando y saboreando, ella me guió y nos pusimos en 69, mi pene volvía a arrancar, fue deslizando sus manos y cuando reaccioné un dedo suyo jugaba en mi cola, sentía húmedo y lo rechace al principio, pero comenzó a gustarme, seguíamos chupando y su dedo de a poco se metía cada vez más, pero llegó uno de los puntos máximos de aquella mañana para mí, dejó de tocarme y chuparme y comenzó a estremecerse, succioné con más ímpetu y mi boca recibió el néctar sagrado, trague hasta la última gota luego de saborearla y disfrutarla en la boca, y allí quedamos tendidos un rato, yo con mi pene decayendo de a poco por haber quedado la tarea inconclusa pero feliz del paso que había dado, la primer fantasía estaba cumplida, solo quedaba el último paso, terminar lo que el dedo de Giselle había comenzado, lo deseaba cada vez más… continuará

1 comentario - Foto, fantasía y realidad

jochy3168
Amigo, disculpame si estoy equivocado, pero tendrias que ponerlo en relatos, por las dudas revisa , saludos