Debut en Trío con mi señora y un amigo.

Los que conocen mis relatos, más o menos, ya saben mi historia. Esto de la bisexualidad me agarró a los 20 largos y con 28 ya estoy disfrutando plenamente de los placeres de todo ser humano con intenciones de divertirse.
Hasta hace poco podía vivir plenamente con mi mujer y sin ningún conflicto. Con ella estábamos teniendo un renacer sexual después de 8 años conviviendo. Nunca, ni por casualidad, le dejé ni acercarse a mi culo. Teníamos las más emocionantes relaciones tradicionales. Nos extasiaban los 69s y no escatimábamos en lubricante para que el sexo anal sea totalmente natural. No conocí mujer que mejor se mueva en 4 patas.
Una semana después de mi último relato, como nunca, olvidé de borrar el caché en mi pc. La mañana de aquel domingo había estado leyendo las repercuciones del post en poringa y le había dedicado una buena paja a todos aquellos usuarios que prometían con chuparme la cola hasta llevarme a la gran explosión. Mi señora se fue a la barra de navegación y tuvo la casualidad de tipear una url que empezaba con "por". Obviamente le saltó poringa. Allí se metió y junto con la entrada, el logeo automático. Revisó todos los calientes relatos y mensajes que me estuve mandando con otros.
Llego a casa y me dice: "Así que sos Aprobar?". Todos pueden imaginarse cómo se me vino el mundo encima. Es la mujer que amo y con la que quiero vivier por siempre. Sus celos son tales que una vez, sólo porque una compañera de laburo me llamó un domingo, casi me raja (Eramos compañeros de facultad y yo allí tenía bastante fama de mujeriego). Pero guarda, como yo no decía nada, ella sorprende: "no te preocupes, no tengo problema con eso, mientras no sea con una mina...y que me dejes participar". Seguimos el día normalmente y las semanas también sin hacer referencia al tema.
Un día me pide hacerle un asado para sus compañeros de tai chi. Durante el sábado preparé la compre y comencé con la pariillada para 8. A eso de las 9 llega el maestro y ese fué el último que llegó. Él es un oriental occidentalizado. Al más puro estilo Bruce Lee con brazos fuertes y una cintura diminuta. Trajo un saque y, en mezcla extraña, lo mezclamos con la picada.
Antes de sacar los choris, ya estabamos bien entonados. Converzamos sobre las culturas milenarias, las enseñanzas de Lao Tse y todo el misticismo que se le ocurran. Cuando terminamos de comer y beber todo el vino de la bodega, mi mujer y el maestro comenzaron a ensayar formas. Yo los miraba con mi fernet en mano. Mi mujer aprovechaba toda oportunidad para apoyarle la cola en el paquete. Él no sabía como disimular las apuradas. Despojado le dije: "Aprete que no se aboya". Entendió el guiño y, a partir de ahí, sus movimientos eran puras caricias a las curvas hermosas de mi mujer. En cada caricia, mi mujer gemía. En un movimiento complejo caen enfrentados y se comen la boca durante cinco minutos. Debo decir que sentí una dosis de celos, pero también debía saber que no debía sorprenderme. El maestro comenzó a disculparse cuando fue interrumpido por me señora que le dijo: "podés tomarlo a él como discipulo también y tené en cuenta que siempre el maestro debe entregarle todo al alumno". Él seguía pidiendo disculpas cuando yo, emocionado, me acerqué y le pedí: Me tomaría como alumno?". Se sonrojó y para cortar el clima, mi mujer comenzó a besarme y bajó lentamente sobre mi pecho, bajó mis pantalones y comenzó a chuparme la verga.
Sonreía el maestro, pero no dejaba de mirar. Se comenzó a tocar por debajo del pantalón y mi mujer lo advirtió. Entonces, también tomó su verga y se la mandó a la boca. Allí confluian ambas. Las chupaba a las 2 por igual. El maestro era hermoso, no podía dejar de mirarle el culo. Comencé a acariciarlo y el cerró fuerte el anillo, pero me respondió con un beso en la boca. Mi mujer nos separó para disfrutar un poco. Siguió chupando mi verga, tomó el lubricante y le dejó liso el camino para que la penetre por detrás. Estuvimos bombeando por un rato. Mi mujer aprovechó el lubricante y la posición. Comenzó a untarme el culo y me dió vuelta. Llevó al maestro directo a mi culo y ella se puso en cuatro para mi. estuvimos gimiendo por media hora. No viví nunca placer igual. El maestro embatía y la inercia me llevaba a mi mujer. En efecto domínó terminó mi mujer con gritos inolvidables y a la par, el maestro y yo rociamos de leche toda la habitación.
El maestro se fue, no lo volví a ver hasta ahora. Con mi mujer nos fuimos a dormir y todavía no sé cómo seguirá la cosa. Tal vez me anime a proponerle estar con otra piba.

3 comentarios - Debut en Trío con mi señora y un amigo.

hbisexual83
EXCELENTE!!! Muy buen relato, espero que repitan seguido y sigas contando tus aventuras.
adonisarg
Buen relato y sigan las fantasias!!