Una linda pendeja travesti me levantó

Estaba en la ciudad de Córdoba. La noche antes de regresar a Salta fui a un boliche que estaba cerca del hotel.
Una pendeja linda, sentada en la barra, me clavó su mirada. Estaba muy buena. Un bellísimo rostro de nena. Vestía jeans muy ajustados que, en un momento en que se paró, dejó ver una colita perfecta. Redonda, firme, preciosa... De tetas venía más o menos, pero era, en el conjunto, toda armoniosa.
Después de dos Fernet, y tras cinco días sin ponerla ni pajearme, estaba muy caliente. Ella seguía marcándome, pero pensé que miraba a otro. Me dí vuelta sin encontrar otro hombre cerca. Su mirada era para mí. Me animé y caminé hasta la hermosa.
- ¡Hola!; ¿cómo te llamás? – le pregunté con sonrisa tonta.
- ¡Hola!, ¡al fin venís…!. Me llamo Mariela… -respondió, tras lo cual me tomó de la mano y me llevó afuera.
Siempre de la mano caminamos una cuadra hasta un hotelucho, al que entramos. Fuimos a una habitación y tras cerrar la puerta la pendeja linda comenzó a besarme mientras me quitaba la ropa hasta dejarme en boxer.
Con sus manos frotó mi pija por encima, que se puso a full, y luego me bajó el calzoncillo y tomó la verga en su mano.
- ¡Qué linda pinchila tenés!; no me equivoqué, debe medir 18 centímetros… - comentó la pendeja.
- Dieciocho centímetros con tres milímetros, y 4,2 de ancho… -dije, orgulloso de mi pedazo.
- ¡Qué rica!... – Y de inmediato se arrodilló y se la metió en su boquita.
Comenzó a chupármela de una forma que no había experimentado, mientras gemía, suspiraba y balbuceaba. De pronto detuvo su mamada y me dijo:
- Lindo, dame doscientos pesos y nos quedamos hasta que amanezca; quiero tú pija y te voy dar mucho placer… - aseguró.
Después de darle lo que me pidió, Mariela se desvistió, quedándose en una tanguita blanca, moviéndose sexy, admirando la cola soberbia que tenía. Claro, quise tocar su conchita... Estiré mi mano derecha y al apoyarla sobre su entrepierna toqué un bulto… ¡Mariela tenía una generosa pija!!
Dudé, escasos segundos. Me acordé de Cami, me calenté más, la travesti con la que estaba era muy femenina, le sonreí y apreté su paquete. Ella también sonrió, corrió a un costado la tanguita y sacó su pija…


(Continúa)

0 comentarios - Una linda pendeja travesti me levantó

Tienes que ser miembro para responder en este tema