Memorias de un joven indecente: My Wild Love

Aunque lo intentaramos desde el fondo de nuestro corazón para ser Cursys o hacer de la relación algo más que polvos salvajes y agresivos jamás conseguimos hacer nada. No podíamos.

Si queríamos ir a algún lado, mientras esperabamos el colectivo, o ella o yo empezaba a encender al otro. Ella me metía la mano en el pantalón y me manoseaba la verga o me comía el cuello resfregandome su cuerpo contra el mío. O yo la manoseaba toda (hasta le he pelado las tetas en la esquina de mi casa cuando estabamos caminando a la parada del colectivo)

Lo gracioso es que después de degenerarnos, de cojer hasta que nos dolía el cuerpo y quedabamos casi desmayados ambos, nos poníamos cursys, amorosos, hasta empalagosos. Ella me decía lo hermoso que era y todo lo demás. Algo había de perfecta en la relación. Algo de perfecta había en ella; fue la unica mina que me hizo GRITAR de placer, también fue ella de las pocas minas a las que he querido bien. Y sin dudas fue mi noviazgo más disfrutable: No peleas, no boludeces, no nada... con ella no tenías que hacer nada espectacular, ni decir nada wow, ni regalar cumplemes, solo relajarte y estarte tranquilo; disfrutarla.

Una tarde quedamos en vernos en mi casa. Vino, pasó. Nos pusimos a hablar de bobadas, a decir cualquier gansada, como de costumbre. Nos reíamos, la pasamos bien diciendo barbaridades. Después ella se acostó en mi cama y yo me acosté al lado. Como siempre, roce va, roce viene. Nos besamos. Empezamos a tranzar: su lengua se metía en mi boca y sus manos me recorrían el cuerpo. Había algo que la tenía mas encendida que de costumbre...

Me miró a los ojos con mucha seriedad (cosa que casi nunca pasaba, excepto cuando nos poníamos cursys... y me dijo "hace una semana que no nos veíamos y en esa semana no me toqué, estoy que hiervo..." Lo dijo con una dulzura y con un tono tan no se... seductor que me llené de morbo y sentí un tirón en todo el cuerpo, algo se había encendido en mi también.

Se sacó ella sola la remera y el corpiño, me agarró de la nuca y me recostó sobre ella para que le lamiera todas las tetas. Se las lamía con suabidad siempre, porque era muy sensible, pero esta vez me dijo "mordemelas como siempre quisiste morderme, matame amor" .

Mientras le mordía los pezones y le lamía todas las tetas ella gemía y resfregaba su pelvis contra mi, sentía a través de los pantalones que ambos aún teníamos puestos, como se mojaba, como algo latía y ardía entre esas piernas.

Me bajé de encima y me desvestí rápido, ya me dolía tener la pija tan parada adentro del pantalón. Le saqué a los tirones la ropa a ella. Esta vez no se molestó en hacerme la de siempre de "no..." medio en broma, medio sucitando a que la semi-viole. Una vez que la desnudé toda y sentí subir esos vapores que a carne y humedad olían, escupí mi pija y se la metí hasta el fondo. -Ese ardor que quema y que se vuelve agradable y tibio en segundos-

Empezamos cojiendo despacio pero con cierto juego, cierta gracia, no se como explicarlo, había si, un alibio. Cuando se la apoyé en la concha para empujarla vi como su cara lentamente se iba aliviando. Y cuando entró hasta el fondo (que casi siempre era de a poco y esta vez fue de un empujoncito) gimio y grito con placer y aliviada como cuando alguien con mucha sed toma de repente un vaso de agua de un trago.

De cojer despacio en minutos pasamos a cojer rápido, muy rápido como siempre, haciendo rechinar la cama, golpeando con la cabecera la pared y empapando las sábanas. Ella medio que temblaba y se llevaba el puño a la boca y se lo mordía. Gritaba.

Acababa muy fácil (de por sí ella siempre fue medio precoz) pero esta vez.. dios, se chorreaba sobre mis huevos, la remera, sobre todo. Parecía una cascada. Y no era esa meada de cuando una mujer acaba con demasiadas ganas. Era algo más. Eran acabadas espesas, como si vinieran de lo profundo.

Ella temblaba y se mojaba toda. En un momento de lo loquita que estaba me araño toda la espalda (cosa que jamás había hecho) y me dejó el cuello lleno de moretones. Pero no "chuponsitos" eran brutos moretones, en uno hasta se distinguía la forma de sus dientes.

Al final no aguanté más y estaba por acabar, ella sola me dijo entre gemidos "quiero chupartela toda, dame la leche en la boca, amor". Me levanté y se la puse en la boca y acostada se la tragó toda y me pajeó con sus labios hasta que, mientras me lamía el tronco empecé a acabar, el lechazo fue tan fuerte que voló para todos ládos. Ella se levantó rapido, me la tragó hasta el fondo mientras terminaba de acabar, y cuando terminé, tragó y se la fue sacando de la boca despacito lamiendomela toda. Yo temblaba, gritaba "hay si nenita, hay si..." y sentía que el cuerpo en un segundo se me puso debil.

Miramos la hora, habíamos estado como 3 horas cojiendo... ella se tenía que ir a las 8, así que empezamos a vestirnos...

Después de vestirnos nos quedamos acostados charlando un rato y jodiendo y demás nos volvimos a calentar. Esta vez con menos romanticismo nos desnudamos a las corridas y la puse boca abajo en la cama, se la metí por la concha y le dí, dios mio, durisimo, sentía que me descaderaba, sentía que se me inflamaba la chota de lo fuerte que le daba y sentía que ella temblaba y apretaba las sabanas con fuerza, gemía dando gritos.

Otra cosa que jamás había hecho fue gritarme cosas. Me gritaba "Mi amor como me cojes que rico que sos" "por favor así dale dale dale mi amor" Y se acababa de una manera! que nunca antes había visto en otra mujer. Una pasión así nunca la había visto en mi vida en una mina y se los puedo jurar.

En un impulso para poder darle mas rápido me levanté, la tire de pecho contra el ropero y le seguí dando, de espaldas contra el placard. Empezó a lagrimear cada vez que acababa "es demasiado fuerte lo que me haces sentir" me decía entre gemidos "dios mio" me gritó y cuando le daba muy muy duro porque ya estaba por acabar yo también me gritó "Ezequiel soy tuya, soy tuya, dame así si, así hacemelo así si mi amor, soy tuya". Acabé mordiendole los hombros y seguí un poco más, acabó ella. Fue como si se desfalleciera, se le aflojaron las piernas y al separarnos se dejó caer en la cama. Se quedó un rato acostada a lo ancho con la cabeza colgando para un lado y las piernas para el otro. Yo estaba más o menos igual de desfallecido. Esa acabada fue como si me arrancaran un pedazo de las entrañas, sentí que deje ir algo más que el la acabada que le llenó la concha y que fue chorreando por todos lados mientras se dejaba caer.

Para cuando miramos la hora eran casi las 12 de la noche... le llamé un remis y nos despedimos con ternura entre te amos y muchos besos...

La cosa no terminó ahí...

Al otro día me invitó a la casa. Mientras tomaba el bondi yo pensaba "bueno, una tarde tranquila y media melosa. Porque con el viejo y el hermano en la casa no creo que hagamos nada..."

Llegué, me presentó al hermano, a la hermanita, al hermanito, etc. El papá no estaba.. En un momento se me sentó encima ¡Adelante del hermano! Y me empezó a dar besos. En una de esas el hermano (que es un chabón re buena onda) después de hacer muchos chistes se fue a darse una ducha y ella me llevó a la pieza.

Ni bien entramos me saltó encima y me empezó a meter la mano en el pantalon, a tocarme, se arrodilló y me la besó un rato. Me sacó la camisa, el pantalón y me empujó a la cama. Se desvistió en dos segundos y me saltó encima. Me lamió todo el cuerpo... yo no sabía ni que hacer. En un momento el hermano andaba cerca de la ventana y decía "ay si haceme tuya " a los gritos, cargandola. Me dio tal risa que me desconentré. Después empezamos a cojer en serio...

Se me subió otra vez ella encima y me empezó a cabalgar. Pero no era la cabalgada suave de siempre. (Ella siempre me cojía con mucha delicadeza a mi, al revez de lo que yo hacía con ella) Me cabalgaba mirando arriba y bajaba la vista, me besaba, se chorreaba, me decía "sos hermoso, te amo" y seguía cojiendome toda despeinada y transpirada. Hasta me goteaba la transpiración de su frente en la cara "Ay mi amor, te amo" me decía mientras se descontrolaba mas y más. Me cabalgaba agarrandome de los hombros, posyendome.Me cojía con una violencia sexual, con unas ganas de dejarme muerto de placer... terribles. Me besaba y me atragantaba con su lengua. Me cojía cada vez mas fuerte, cada vez más. Se acababa mordiendome la cara o el cuello... En un momento sentí venir el lechazo. "Hay si mi amor DALE COJEME NENA, DALE NENITA, VAMOS NENA DALE DALE DALE COJEME COJEME COJEME COJEME" empecé a gritar hasta que me acabé y la abracé mientras terminaba de salirme toda la leche que tenía adentro.... Ese unico polvo nos duró como cuatro horas crease o no...
Cuando terminamos de cojer bajamos... el hermano se reía y seguía con eso de "ay si azeme tuya bonito" En una mi chica le quiso dar un cachetazo y le dijo "ay no con esas manos no que le tocaste todas las bolas al chabon este" Y se reía. Me hizo reír, me sentí muy bien.

Cuando terminamos de hablar y de joder con Nahuel, su hermano, me despedí y ella me acompañó a tomar el colectivo. Mientras lo esperabamos empecé a cantarle "Mi amor salvaje está loca, grita como un ave de rapiña,,, gime como un gato cuando quiere ser oída... MI AMOR SALVAJE ella cabalgo por una hora, después descansó, una vez recuperada me volvió a cabalgar... VAMOS CABALGA AMOR SALVAJE"

2 comentarios - Memorias de un joven indecente: My Wild Love

AlanSouto +1
Muy bueno,che!!!
El_mariachi_ +1
Muchas gracias loco! Un abrazo!
Juaycito
¡Que envidia brother, que envidia! ¿Existen mujeres así, o son fruto de tu mente calenturienta?
Quiero imaginar que sigues gozando con semejante mina...
Y como dijo el Nano Serrat; ¡Que suerte tienes cochino!...
¡Felicitaciones!.-
Tienes que ser miembro para responder en este tema