las experiencias de monegrino : la dependienta

En primer lugar me presento soy monegrino un chico español de la provincia de huesca donde el frio se te mete hasta los huesos en invierno y el verano hace que te se queden pegada la suela al asfalto tengo 24 años pero he vivido 1000 experiencias de todo tipo ya que me gusta viajar y aunque no soy especialmente atractivo suelo causar empatia en las personas y eso hace todo mas facil esto me paso al ir a comprar un electrodomestico en una tienda de la capital de mi pais la dependienta se llamaba laura, y era muy simpática

- buenos días, ¿le puedo ayudar en algo? - dijo acercándose con una amplia sonrisa para atenderme.
- si señorita, mire, estoy buscando un estéreo para mi coche, busco uno con capacidad para reproducir audio de todo tipo, mp3, wma, etc

me mostró algunos equipos que me gustaron bastante, pero en definitiva, lo que más me gustó fue su sonrisa por lo que mostrando mi mejor cara e intención de ligar, le estuve respondiendo en medio de sonrisas. me sorprendió que me cuestionara si todo el tiempo reía por lo que opté por ponerme serio y decirle que solo lo hacía en presencia de alguien que me recibía así, sonriendo.

laura es morena, con pelo lacio negro a media espalda, ojos rasgados, unos labios gruesos y boca bastante grande que, sin mentir, desde el primer momento que vi su sonrisa se me antojó que era estupenda para una buenísima mamada. tiene unos pechos que parecen globos, firmes y talla 90, una cintura no muy pronunciada pero llamativa y un traserito que bien merece un par de azotes suaves durante el folleteo. terminé comprando el estéreo y al darme la nota para pasar a recoger el equipo me dijo:

- al reverso está mi número telefónico y si el equipo tiene alguna falla, no dudes en llamarme.

todo esto lo dijo mientras me guiñaba un ojo y mordía deliciosamente su labio inferior. revisé la nota y rápidamente anoté el número en mi móvil para que no se me perdiera, pues debía entregarle la nota al recoger el equipo y ella lo sabía. al día siguiente, ni lento ni perezoso, marqué y ella me respondió pero como en su móvil el número le pareció desconocido, contestó con cierta reserva, pero su voz cambio de tono cuando le dije quien era. quedamos de vernos y esa tarde solo salimos a tomar un café en un bar muy alejado del centro de trabajo de ella y de los lugares que normalmente frecuentan nuestras amistades. allí estuvimos hablando un buen rato y de pronto, ante mi mirada insistente a sus pechos y su boca, me dijo:

- ¿estás pensando que en esa primera salida acabarás acostándote conmigo? pues estás equivocado.

muy tranquilamente le respondí que yo no llevaba ninguna prisa y que si ella estaba allí era porque también deseaba lo mismo. ella solo se rió y me dijo:

- ¡que seguro estás de que me acostaré contigo!

de regreso, en el coche, nos estuvimos besando mientras conducía y nos empezamos a tocar. era algo como de locura porque había momentos en que perdía la concentración. pero no podía dejar de acariciar esas bellísimas tetas mientras ella se entretenía acariciando mi entrepierna que para ese momento ya mostraba los efectos de sus caricias. no es de presunción pero mis 18 cm hicieron que ella se emocionara y me bajara la cremallera para meter su mano, liberar mi polla erecta y acariciarla directamente. mi avance por la calle se hizo más lento. como el que no quiere la cosa, había empezado a tocar su coño sobre el pantalón y pude claramente sentir en la caricia que ella llevaba un tanga, pero lo que más me calentó fue el notar su monte de venus completamente depilado

se lo pregunté y me dijo que sí, que a ella no le gustaba ir "peluda" y que se sentía más cómoda, más segura, más mujer así, sin nada de pelo púbico. para ayudarme abrió su pantalón y se lo bajó a media pierna, mostrándome así su vientre plano, un ombligo muy coqueto y más abajo la raja de su coñito perfectamente depilado. como pude, fui bajando un dedo hasta llegar a su húmeda raja. cerró los ojos suspirando y aflojando un poco la presión de su mano sobre mi rabo.
se inclinó como pudo hacia mí, me empezó a besar suavemente el capullo y luego cubrió toda mi polla con su boca presionando todo el capullo con sus labios. casi pierdo el control del coche mientras sentía esto, por lo que opté por estacionarme en el primer callejón que encontré.

nunca me habían hecho una mamada en el coche por lo que me empecé a preguntar que haría al correrme. mis manos siguieron trabajando, una en su chocho, y la otra en una de sus tetas, que lucían unos pezones chiquitos al igual que sus aureolas, pero que estaban erectos, durísimos y con una tersura que pocas veces he podido llegar a tocar. de pronto, la sentí ponerse tensa y aprisionar mi mano entre sus piernas tan fuerte que casi creí que me la arrancaría, pero aun en medio de este orgasmo, no dejó de mamar mi polla, ni de acariciarme los huevos muy suavecito. en un momento dado se la sacó de la boca y me dijo:

- ¡no te detengas!

seguí tocándola pero ahora ya no solo la tocaba sino que empecé un metisaca de dedo en su coño marcando el mismo ritmo que ella llevaba mamándome la polla ella jadeaba, se torcía pero no soltaba mi polla y cuando no pude más, solo le dije:

- ¡ya, ya...!.

ella se la sacó de la boca solo para decirme:

- ¡dámelo todo, échamelo dentro!

la volvió a engullir en el preciso instante en que mi corrida caía directamente en su boca y hasta su garganta. ella no dejó de mover su boca con el ritmo que llevaba, hasta que tragó la última gota de mi leche cuando sentí que me volvía a apretar la mano con sus piernas, me mojaba y me aprisionaba el dedo que tenía dentro de su coño.
la dejé en su casa y antes de despedirme de ella le pregunté si ya había cambiado de opinión, me dijo que no, pero que la prueba le había gustado y que creía que el irnos a la cama sería muchísimo mejor, pero no en esa ocasión. durante la semana le seguí llamando a su móvil, hablamos, nos reíamos e incluso hablamos de nuestras familias, pues ella tiene una nena de 2 años.

el fin de semana me escabullí de un compromiso que tenía y, fui a por laura al trabajo, previa llamada telefónica. aceptó la invitación sin reparos diciéndome que había dejado a su hija en casa de una vecina, que también tiene una hija de la misma edad, así que no habría límite de tiempo en nuestra escapada.
llegué por ella y casi se me cae la baba de ver como iba vestida. llevaba un pantalón blanco casi transparente en el que se notaba perfectamente que llevaba un tanga que dejaban ver perfectamente sus nalgas. se rió de mí por la manera en que me quedé mirándola y me dijo que no era para tanto. la besé y nos fuimos lo más rápido que pudimos. le pregunté si quería ir a algún lugar en especial y solo se limitó a besarme y a tocarme la polla que, solo de verla, ya estaba enderezándose.

me dirigí a mi hotel que me quedaba cerca, entré en el garaje individual y bajé la cortina eléctrica pero antes de abrir la puerta que daba a la habitación, ella me cogió por el cuello y me besó. llevó sus manos a mi cinturón y a mi bragueta y me bajó rápido mi pantalón mientras yo hacia lo propio con su ropa. a continuación se subió la blusa sobre sus tetas y así, metidos en el coche, se subió encima de mí enredando sus piernas en mi cintura y de un golpe se metió los 18 cm de mi polla en su chocho, que estaba completamente mojado. le pregunté si llevaba rato excitada y ella me dijo que desde que la había llamado para pasar a por ella empezó a sentir humedad en su coñito.

como pude la llevé dentro de la habitación y así de pié, con ella en mi cintura, continuamos mientras sus tetas se pegaban contra mi pecho. la apoyé en la pared, sin dejar de follármela y ella me pedía más y más hasta que se corrió bañándome las piernas. entonces me di la vuelta y la puse en la cama, le abrí las piernas y le empecé a comer el coño hasta que tuvo otro fenomenal orgasmo, pudiéndolo sentir por la manera en que me mojaba y me apretaba con sus piernas y como se clavaban sus uñas en mi cuero cabelludo.

en cuanto recuperó la noción de donde estaba me dio unos cuantos lengüetazos y se subió sobre mí. nunca me habían hecho algo así. se puso en cuclillas y empezó a moverse sobre mi polla a una velocidad que parecía que no hubiera follado desde siglos atrás. la presión de las paredes de su coño eran tremenda y la manera de sentarse y moverse hacia arriba eran tan calculadas que en ningún momento mi polla dejó de sentir una presión enloquecedora. cuando ya no pude más se lo dije y casi en el mismo instante ella también se corrió.

durante el tiempo que pase yo en la capital de visita nos vimos un par de veces mas y aun hoy hablo de vez en cuando con ella aunque desde esa ultima vez no nos hayamos vuelto a ver quien sabe si algun dia en otro de mis viajes volvemos a quedar y a revivir esos momentos de autentico sexo salvaje y desenfrenado


espero que les haya gustao este primer relato dentro de unos dias publicare otra de mis experiencias aclarar que el nombre de la chica es ficticio y que en mis relatos nunca utilizare los nombres de las personas ni ningun dato real de las mismas


un saludo y buen sexo

1 comentario - las experiencias de monegrino : la dependienta

xxxdios +1
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