Trio e infidelidad (mi fantasía)

Viajamos con mi esposa a nuestra ciudad para pasar la navidad, si bien vivimos en Rosario, somo del interior, anoche yo volví por mi trabajo, pero ella se quedó unos días más.

Hoy hablamos por teléfono y me dijo que estaba muy aburrida, no tenia nada para hacer, etc, etc.

Será verdad? O simplemente quiere dejarme tranquilo?

Me imagino que van a visitarla dos amigos de la secundaria, ella se mantiene muy bien, flaquita pero con todo en su lugar.
Me los imagino tomando un buen vino, que la charla entre charlas y chistes poco a poco va subiendo de tono, el alcohol a veces ayuda a sacar las inhibiciones.

Ella y juan se gustaban pero nunca habían llegado a nada, el siempre tuvo fantasías con ella, siempre la comía con la mirada, se masturbaba pensando en ella, pero solo eso, sin pensarlo la tiene frente a él, yo, su esposo, no estoy, nada que perder, la toma del cuello y le parte la boca, esto la toma por sorpresa, instintivamente tira su cabeza hacia atrás, pero él nuevamente avanza, su mano en la nuca se pone firme, hasta allí llegó su resistencia, las lenguas se entrecruzan, el la toma de las nalgas, la aprieta contra sí, ella siente el miembro erecto contra su cuerpo, se excita, se moja toda.

Juan la toma de la mano y la lleva a la habitación, al llegar ambos están desnudos, se acarician con pasión, el baja la mano hasta allí y la siente toda mojada, la acuesta en la cama, se arrodilla y pierde su rostro entre esas piernas firmes y bronceadas.




Labios contra labios, lengua contra clítoris, Marcela gime de placer, disfruta de como se la chupa, la situación la excita, la calienta a más no poder, él se detiene de a ratos para masturbarla, luego vuelve a chupársela, así una y otra vez.




Ella no para de gemir, su respiración es agitada, su cuerpo transpira de placer, le pide entre gemidos que por favor la coja.

La toma de la cintura y la gira, la pone en cuatro, acaricia con sus dedos los labios de la concha toda mojada, los separa...




La penetra despacio, con movimientos lentos, sin apuro, disfrutando de ver como su pene se pierde entre esos labios, como esa flor se come todo su miembro, lo penetra a movimientos continuos, sus manos acarician las tetas, le recorren la espalda, la toman del pelo, la coge cada vez más rápido hasta que de repente la gira y le mete el pene en la boca, ella se lo chupa una, dos o tres veces y...




La boca se le inunda de semen, el se las ingenia para que hasta la última gota caiga no se desperdicie, en ese preciso momento entra Claudio, al quién habían olvidado, ella se apura a tragar todo, la ponen nuevamente en cuatro y la penetra, su pene es más grande, siente como la llena toda, pero este no aguanta mucho...




El semen caliente correa por sus muslos, mientras la sigue cogiendo, Juan le acerca su pene algo flácido aun a su boca...




Se le aflojan las piernas, deja que su cuerpo caiga sobre la cama, mientras la siguen penetrando y ella lo sigue chupando...




A medida que lo chupa siente como va recuperando su dureza, como se va poniendo a tono para guerrear nuevamente, Claudio se sale, Juan siente como se miembro se pone a punto, mientras tanto disfruta de la visión de esa cola, firme, le calienta que no tiene marca de bikini, se la imagina tomando sol desnuda, eso lo termina de poner al palo, da la vuela, comienza a acariciar las nalgas, a besarlas suavemente, a recorrer la zanja, hasta que llega a esa estrella hermosa, le besa el ano, lo circunda con la punta de la lengua, lo besa, pone un poco de crema, juega con los dedos,mientras sube besandole la espalda,la nuca, se acomoda y muy lentamente, poco a poco pero con la seguridad que quien sabe lo que esta haciendo, la penetra...




Al principio se siente algo incómoda, pero a medida que él le habla al oido se va relajando, comienza a disfrutar, siente como su ano se dilata y se adapta a ese músculo duro, como el ardor se transforma en placer.


El la va girando de a poco...




Hasta que el queda debajo ella arriba, su cula ocupada pero su conchita disponible...




Claudia se la chupa, esta pegajosa, siente el sabor saldado de su propio semen, la escupel, la moja y...




Ahora sí el éxtasis es total, Juan se queda quieto, el que se mueve y maneja la situación es Claudio, saca su pene enorme hasta la cabeza, y la penetra, así una y otro vez , ella ya no gime, grita, grita de placer, grita porque esos dos pedazos de carne la están haciendo gozar como nunca, los cuerpos transpiran, el calor no importa, solo importa el sexo, solo importa coger y disfrutar...

Claudio acaba adentro nuevamente, le llena la conchita de leche...




En cambio Juan...